Hace poco se me acercó a mi consultorio
psiquiátrico de CEDIMAT en plena crisis de angustia un sacerdote
católico atrapado en un verdadero conflicto entre el secreto de
confesión (sigilo sacramental) y su conciencia de ciudadano de una
sociedad arropada por la delincuencia y la impunidad a todos los
niveles.
Era de un pueblo y me contaba que se le acercó un mozalbete perteneciente a una pandilla de delincuentes que dirigía un coronel de la Policía destacado en esa zona.
Era de un pueblo y me contaba que se le acercó un mozalbete perteneciente a una pandilla de delincuentes que dirigía un coronel de la Policía destacado en esa zona.