A mediados de junio, la llegada a aguas venezolanas del buque Aframax Minerva Zoe, de bandera griega y fletado por la petrolera italiana Eni, confirmó que los rumores sobre una inminente relajación de las sanciones de EE.UU. a Venezuela eran ciertos y no solo un "ruido" de medios interesados.
Con el buque comerciando petróleo venezolano, Washington cedía de manera importante el andamiaje legal construido sobre Venezuela durante la era Trump y se verificaba la "luz verde" a algunas empresas petroleras estadounidenses, como Chevron, y también europeas, como Eni y Repsol.