Hacer uso incorrecto de un medio de comunicación
es menospreciarlo. Su gran estelaridad se minimiza cuando las ideas y
las palabras no honran el fundamento de su existencia.
Por tanto, lo que se escribe, lo que dice, lo que se muestra, debe ser esencialmente útil para quien lo recibe.
Los medios de comunicación se idearon para entretener, divertir, educar, informar, etc. Cualquier otro uso es banalizarlo y usarlo a medias.
Actualmente en nuestro país los medios de comunicación no andan bien. Se dicen cosas que desbordan sus límites. A veces porque el lenguaje no es el mas apropiado y la carga de obscenidades es extraordinaria, y otras veces porque sin ningún miramiento se desmerita sumariamente a cualquier persona.
Los medios de comunicación no deben ser depósitos de basura. Tampoco deben ser tribunales para sentenciar reputaciones.
Deben estar al servicio del bien y no del mal.
Por tanto, lo que se escribe, lo que dice, lo que se muestra, debe ser esencialmente útil para quien lo recibe.
Los medios de comunicación se idearon para entretener, divertir, educar, informar, etc. Cualquier otro uso es banalizarlo y usarlo a medias.
Actualmente en nuestro país los medios de comunicación no andan bien. Se dicen cosas que desbordan sus límites. A veces porque el lenguaje no es el mas apropiado y la carga de obscenidades es extraordinaria, y otras veces porque sin ningún miramiento se desmerita sumariamente a cualquier persona.
Los medios de comunicación no deben ser depósitos de basura. Tampoco deben ser tribunales para sentenciar reputaciones.
Deben estar al servicio del bien y no del mal.
El
filtro de la radio y la TV debe ser del mismo tamaño de la honra de
quienes la dirigen. La norma de un medio no debe ser la vulgaridad, como
ha dicho el periodista Miguel Guerrero.
Si cada quien recibe lo que merecen sus palabras y sus acciones, el
repudio colectivo debería ser la recompensa para los que han hecho de
este recurso una norma.
El crédito moral de la radio y la TV se ha deteriorado gracias a los
que dicen y hacen lo que quieren sin el menor pudor. Los espacios mas
populares susentan su contenido en aspectos que a veces no llegan ni
siquiera a lo mediocre.
Los modelos de éxitos están signados por el adocenamiento. Las ideas
no brillan por su grandeza, sino por su torpeza. Mientras menos valor
tiene lo que se muestra o se dice, mayor es el júbilo del espectáculo.
Por Heddel Cordero ;-
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