Cuando algo no es lógico o razonable, sus resultados no cuadran. Por
más que se razone, la persistencia de tratar de imponer una segunda
reelección del Presidente Medina reformando la Constitución o pasándole
por encima, no cuadra.
La persistencia viene de un sector del entorno del Presidente, el cual ha perdido la perspectiva por concentrarse en sus intereses; otras veces el Presidente da demostraciones de que le gusta la idea, hasta incluso de que quiere.
Lo penoso es que con este jueguito se ha descuadrado la relación interpartidaria y de partido-gobierno, trasladando un conflicto al Estado y sus instituciones.
Todo a pesar de que es obvio y razonable de que existe una limitante constitucional para que el Presidente trate de buscar una segunda reelección, para un tercer período electoral.
Esta situación irracional ha creado una multiplicidad de consecuencias negativas y positivas, dependiendo del cristal con que se mire. Las negativas resaltan porque deslucen el perfil de hombre de Estado del Presidente, al lucir interesado en llegar hasta a desbordar los límites constitucionales en el ejercicio del Poder.
Haber dejado que ese sector de su entorno lo muestre como un hombre interesado en quedarse, sin ser quizás esa su intención, le resta dimensión y afecta su exitosa gestión de gobierno. Aún más, le crea una percepción de incoherencia al plantear criterios contrapuestos en diversos momentos.
A quienes menos les ha cuadrado esa persistencia del sector reeleccionista y la tolerancia del Presidente con ellos, es a los otros aspirantes que se mueven a la sombra del Primer Mandatario; estos aspirantes no han podido despegar ni podrán; si se presenta el momento, será tarde, de hecho ya lo es.
Son muchas las especulaciones que hace el morbo y le atribuyen al Presidente un comportamiento que, posiblemente, ni él mismo crea tener. En un ambiente así, de mar revuelto, surge también la ganancia de pescadores, en este caso profesionales del derecho, la comunicación, politólogos y empresarios que venden su sapiencia (sabichosos) para obtener beneficios notables.
El país se ha polarizado porque los persistentes en la reelección han tratado de bajar el posicionamiento del Dr. Leonel Fernández, para crearle el espacio al Presidente Medina. Pero ese propósito ha sido fallido, porque aún sometido a grandes presiones, el expresidente Fernández se posesiona cada vez más y el Presidente Medina va siendo descartado como posible contenedor electoral.
Esos resultados tienen su origen. Se agravió al Presidente Leonel Fernández y eso lo victimizó ante el pueblo; lo que ha provocado que el pueblo lo asuma, teniendo una sola forma para desagraviarlo y es eligiéndolo nueva vez Presidente.
A su vez, el Presidente Fernández se ha convertido en el guardián de la constitución oponiéndose sin marcha atrás a que ella sea violentada o reformada. Con ese comportamiento ha hecho valer los límites a los excesos del Poder, pasando a liderar amplios y diversos sectores nacionales. Ese liderazgo pudo tenerlo el PRM, cuando se le presentó la oportunidad de atajar ese sector del entorno reeleccionista, a propósito de la discusión de la Ley de Partidos, pero se sumó a su aprobación, a pesar de las violaciones constitucionales que contiene.
Bosch reiteraba que la actividad política es ciencia y arte, por eso cualquier improvisado puede terminar en tragedia si tiene poder.
Por Franklin Almeyda ;-
La persistencia viene de un sector del entorno del Presidente, el cual ha perdido la perspectiva por concentrarse en sus intereses; otras veces el Presidente da demostraciones de que le gusta la idea, hasta incluso de que quiere.
Lo penoso es que con este jueguito se ha descuadrado la relación interpartidaria y de partido-gobierno, trasladando un conflicto al Estado y sus instituciones.
Todo a pesar de que es obvio y razonable de que existe una limitante constitucional para que el Presidente trate de buscar una segunda reelección, para un tercer período electoral.
Esta situación irracional ha creado una multiplicidad de consecuencias negativas y positivas, dependiendo del cristal con que se mire. Las negativas resaltan porque deslucen el perfil de hombre de Estado del Presidente, al lucir interesado en llegar hasta a desbordar los límites constitucionales en el ejercicio del Poder.
Haber dejado que ese sector de su entorno lo muestre como un hombre interesado en quedarse, sin ser quizás esa su intención, le resta dimensión y afecta su exitosa gestión de gobierno. Aún más, le crea una percepción de incoherencia al plantear criterios contrapuestos en diversos momentos.
A quienes menos les ha cuadrado esa persistencia del sector reeleccionista y la tolerancia del Presidente con ellos, es a los otros aspirantes que se mueven a la sombra del Primer Mandatario; estos aspirantes no han podido despegar ni podrán; si se presenta el momento, será tarde, de hecho ya lo es.
Son muchas las especulaciones que hace el morbo y le atribuyen al Presidente un comportamiento que, posiblemente, ni él mismo crea tener. En un ambiente así, de mar revuelto, surge también la ganancia de pescadores, en este caso profesionales del derecho, la comunicación, politólogos y empresarios que venden su sapiencia (sabichosos) para obtener beneficios notables.
El país se ha polarizado porque los persistentes en la reelección han tratado de bajar el posicionamiento del Dr. Leonel Fernández, para crearle el espacio al Presidente Medina. Pero ese propósito ha sido fallido, porque aún sometido a grandes presiones, el expresidente Fernández se posesiona cada vez más y el Presidente Medina va siendo descartado como posible contenedor electoral.
Esos resultados tienen su origen. Se agravió al Presidente Leonel Fernández y eso lo victimizó ante el pueblo; lo que ha provocado que el pueblo lo asuma, teniendo una sola forma para desagraviarlo y es eligiéndolo nueva vez Presidente.
A su vez, el Presidente Fernández se ha convertido en el guardián de la constitución oponiéndose sin marcha atrás a que ella sea violentada o reformada. Con ese comportamiento ha hecho valer los límites a los excesos del Poder, pasando a liderar amplios y diversos sectores nacionales. Ese liderazgo pudo tenerlo el PRM, cuando se le presentó la oportunidad de atajar ese sector del entorno reeleccionista, a propósito de la discusión de la Ley de Partidos, pero se sumó a su aprobación, a pesar de las violaciones constitucionales que contiene.
Bosch reiteraba que la actividad política es ciencia y arte, por eso cualquier improvisado puede terminar en tragedia si tiene poder.
Por Franklin Almeyda ;-
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