Andrés Manuel López Obrador (AMLO) es el nombre del presidente electo
de México en los comicios realizados el 1∫ de julio de 2018. Su
triunfo, con el 53% de los votos válidos emitidos, representa la
expresión de esperanza de una sociedad que aspira a una transformación
profunda en lo económico, político y social. Pero, ¿Quién es AMLO?
AMLO, cuyo origen paterno proviene de Cantabria, España, es un político mexicano nacido en Tabasco, que en noviembre de 2018 cumplirá 65 años de edad. Es politólogo y por su experiencia y formación en la Universidad Autónoma de México (UNAM), es un experto en Administración Pública.
Su trayectoria política de más de cuatro décadas (1970-2018), que inició en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), lo validan como un político experimentado, con un amplio ejercicio en la administración pública. Con apenas 23 años fue director de Estudios sectoriales del estado de Tabasco y profesor de Pedagogía en la Universidad Autónoma de ese estado. Trabajó durante varios años en centros de atención de los indígenas de las zonas marginadas, llegando a ser representante del estado en el Instituto Nacional Indigenista (INI). Con 29 años de edad, coordinó la campaña de Enrique González Pedrero, quien se convirtió en Gobernador del Estado de Tabasco en 1982. Este lo designó como director estatal del Centro de estudios políticos, económicos y sociales del PRI.
En 1984, asume la dirección del Instituto Nacional del Consumidor y en los años 1986 y 1987 publica sus libros “Los primeros pasos, Tabasco, 1810-1867” y “Del esplendor a la sombra: La república restaurada, Tabasco, 1867-1976”. Participó como aspirante a gobernador del estado de Tabasco en 1988 y alcanzó tan solo el 21% de los votos. En esa oportunidad escribió su tercer libro titulado “Tabasco, víctima de un fraude”. En 1989, luego de haber abandonado el PRI e ingresado al Partido de la Revolución Democrática (PRD), se convierte en presidente de este último en el estado de Tabasco.
Ha sido un defensor persistente de la transparencia en los procesos electorales de México. En 1991, denunció un fraude realizado por el PRI y durante 42 días, encabezó una marcha a pie desde Villa Hermosa, Tabasco hasta La Plaza de la Constitución en México, donde pronunció un discurso ante una audiencia de más de 40 mil personas.
En 1994 fue derrotado nueva vez como aspirante a gobernador de Tabasco por el PRI y nuevamente lo acusó de fraude y repitió la hazaña hacia la ciudad de México, en lo que él denominó como “La Caravana por la democracia”. En 1996 se convirtió en Presidente Nacional del PRD, cargo que ocupó por tres años, logrando convertir ese partido en la segunda fuerza política de México en la Cámara de Diputados. En el año 2000, aspira a dirigir como alcalde el Distrito Federal (DF), ganando las elecciones en julio de ese año, con un 38%, con el apoyo de 4 partidos.
En el año 2004, una prestigiosa organización británica catalogó su gestión frente al DF como la segunda mejor del mundo. Aspiró a la presidencia de México en el año 2006 y fue derrotado por Felipe Calderón Hinojosa, con una diferencia de apenas 300 mil votos (35.91% versus 35.29%). Sus partidarios lo declararon “Presidente legítimo”. Volvió a presentarse como candidato a la presidencia para las elecciones del año 2012 y fue derrotado por Enrique Peña Nieto (38.20% versus 31.57%).
AMLO ganó ampliamente la presidencia de la república con más de 24 millones de votos. Su votación superó en un 31% a su más cercano contendor, Ricardo Anaya. Su triunfo se extendió además al congreso y a las gobernaciones. Los senadores de la coalición “Juntos haremos historia”, integrada por Morena, PT y Encuentro social, que dio el triunfo a AMLO, obtuvieron más del 42% de los sufragios, superando los 18 millones de votos; en cambio, los diputados alcanzaron una cifra superior a 15 millones de votos, situándose también por encima del 42% de los votos emitidos.
No hay dudas de que AMLO es un político experimentado. La sociedad mexicana votó por él y su equipo, otorgándole amplios poderes y legitimidad política, para que haga los cambios y transformaciones que necesita México. Se espera que asuma la responsabilidad que le ha conferido el pueblo, a través del sufragio universal, para que enfrente la criminalidad casi generalizada en la sociedad mexicana, que en el proceso electoral recién finalizado cobró la vida de más de 120 políticos; más de 350 asesinatos de funcionarios y más de 460 agresiones a políticos en ejercicio, según lo publicado en el Tercer Informe sobre Violencia Política en México, elaborado por la firma consultora mexicana Etellek.
AMLO, cuyo origen paterno proviene de Cantabria, España, es un político mexicano nacido en Tabasco, que en noviembre de 2018 cumplirá 65 años de edad. Es politólogo y por su experiencia y formación en la Universidad Autónoma de México (UNAM), es un experto en Administración Pública.
Su trayectoria política de más de cuatro décadas (1970-2018), que inició en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), lo validan como un político experimentado, con un amplio ejercicio en la administración pública. Con apenas 23 años fue director de Estudios sectoriales del estado de Tabasco y profesor de Pedagogía en la Universidad Autónoma de ese estado. Trabajó durante varios años en centros de atención de los indígenas de las zonas marginadas, llegando a ser representante del estado en el Instituto Nacional Indigenista (INI). Con 29 años de edad, coordinó la campaña de Enrique González Pedrero, quien se convirtió en Gobernador del Estado de Tabasco en 1982. Este lo designó como director estatal del Centro de estudios políticos, económicos y sociales del PRI.
En 1984, asume la dirección del Instituto Nacional del Consumidor y en los años 1986 y 1987 publica sus libros “Los primeros pasos, Tabasco, 1810-1867” y “Del esplendor a la sombra: La república restaurada, Tabasco, 1867-1976”. Participó como aspirante a gobernador del estado de Tabasco en 1988 y alcanzó tan solo el 21% de los votos. En esa oportunidad escribió su tercer libro titulado “Tabasco, víctima de un fraude”. En 1989, luego de haber abandonado el PRI e ingresado al Partido de la Revolución Democrática (PRD), se convierte en presidente de este último en el estado de Tabasco.
Ha sido un defensor persistente de la transparencia en los procesos electorales de México. En 1991, denunció un fraude realizado por el PRI y durante 42 días, encabezó una marcha a pie desde Villa Hermosa, Tabasco hasta La Plaza de la Constitución en México, donde pronunció un discurso ante una audiencia de más de 40 mil personas.
En 1994 fue derrotado nueva vez como aspirante a gobernador de Tabasco por el PRI y nuevamente lo acusó de fraude y repitió la hazaña hacia la ciudad de México, en lo que él denominó como “La Caravana por la democracia”. En 1996 se convirtió en Presidente Nacional del PRD, cargo que ocupó por tres años, logrando convertir ese partido en la segunda fuerza política de México en la Cámara de Diputados. En el año 2000, aspira a dirigir como alcalde el Distrito Federal (DF), ganando las elecciones en julio de ese año, con un 38%, con el apoyo de 4 partidos.
En el año 2004, una prestigiosa organización británica catalogó su gestión frente al DF como la segunda mejor del mundo. Aspiró a la presidencia de México en el año 2006 y fue derrotado por Felipe Calderón Hinojosa, con una diferencia de apenas 300 mil votos (35.91% versus 35.29%). Sus partidarios lo declararon “Presidente legítimo”. Volvió a presentarse como candidato a la presidencia para las elecciones del año 2012 y fue derrotado por Enrique Peña Nieto (38.20% versus 31.57%).
AMLO ganó ampliamente la presidencia de la república con más de 24 millones de votos. Su votación superó en un 31% a su más cercano contendor, Ricardo Anaya. Su triunfo se extendió además al congreso y a las gobernaciones. Los senadores de la coalición “Juntos haremos historia”, integrada por Morena, PT y Encuentro social, que dio el triunfo a AMLO, obtuvieron más del 42% de los sufragios, superando los 18 millones de votos; en cambio, los diputados alcanzaron una cifra superior a 15 millones de votos, situándose también por encima del 42% de los votos emitidos.
No hay dudas de que AMLO es un político experimentado. La sociedad mexicana votó por él y su equipo, otorgándole amplios poderes y legitimidad política, para que haga los cambios y transformaciones que necesita México. Se espera que asuma la responsabilidad que le ha conferido el pueblo, a través del sufragio universal, para que enfrente la criminalidad casi generalizada en la sociedad mexicana, que en el proceso electoral recién finalizado cobró la vida de más de 120 políticos; más de 350 asesinatos de funcionarios y más de 460 agresiones a políticos en ejercicio, según lo publicado en el Tercer Informe sobre Violencia Política en México, elaborado por la firma consultora mexicana Etellek.
Estas
cifras ponen de relieve la opinión de los medios de comunicación de
México y la prensa internacional, quienes lo sitúan como el país más
peligroso de toda América Latina. Es tan grave la situación de violencia
que los periódicos mexicanos consideraban en última instancia dos
alternativas en el proceso electoral recién finalizado: “morir o
declinar”.
AMLO, el próximo presidente de México, además del desafío de la
criminalidad, debe asumir un proyecto común para México, situándose
siempre por encima de las diferencias. Un artículo publicado por la
revista Forbes México, explica que el sector empresarial mexicano
entiende que deben realizarse reformas económicas importantes para
relanzar a México.
AMLO tiene el reto de construir el nuevo Aeropuerto Internacional de
la Ciudad de México; realizar las reformas energéticas con inversión
público-privada; las inversiones en educación; las reformas del sector
salud, fundamentadas en promover la prevención; motorizar un nuevo
acuerdo comercial con Estados Unidos, que según el presidente Donald
Trump, pudiera realizarse de manera exclusiva entre estas dos naciones;
debe fomentar el libre mercado; la producción de alimentos, para
garantizar la seguridad alimentaria y las exportaciones; el
fortalecimiento de la pequeña y mediana empresa; el fomento de la
inversión extranjera, el acceso al crédito y el ahorro. Para lograr todo
esto, es necesario afianzar la seguridad jurídica y garantizar
estabilidad macroeconómica, lo que permitiría la generación de empleos
productivos, y la transformación de las condiciones de vida de los
mexicanos.
Por Félix Bautista ;-
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