“DA AL PECAO”.- Ahora que la convención del PRM se pospuso para marzo, todo un mes, habrá tiempo para hacer ajustes de lugar.
Por ejemplo, la candidata a la presidencia del partido, Geanilda
Vásquez, denunció a la Comisión Nacional Organizadora por complaciente, y
--en cierto modo-- la acusó de ser cómplice de Hipólito Mejía y Luis
Abinader. Dijo lo que sabe todo el mundo de que cada uno tiene en la CNO
dos representantes.
Esos dos delegados de Mejía y de Abinader se
convirtieron en cuatro desde el momento que Abinader primero y Mejía
después levantaron la mano a José Paliza como su favorito para dirigir
Moderno. Los otros aspirantes (Andrés Bautista, Jesús Feris y la propia
Geanilda Vásquez) no tienen a nadie que defienda sus intereses. La
consulta interna, considerada en esos términos, será lo que quieran o
acuerden los líderes del partido. Abinader y Mejía. Vásquez hizo su
planteamiento la semana pasada en una reunión a la que no asistió
Bautista, ni Mejía ni Abinader, y sí Paliza y Feris. Se le aclaró el
punto a la única mujer que procura la presidencia del PRM, pero no se
logró convencerla. La frondosa compañera está “da al pecao” y solo cree
en el uno y uno, porque el dos y dos la perjudica…
LO DE CADA CUAL.- No se sabe si Geanilda Vásquez
mantendrá el resabio o recurrirá a acciones que vayan más allá de la
denuncia, pero sí se tiene conocimiento de que Jesús Feris mandó, o está
en ánimo de mandar, una carta a la Comisión Nacional Organizadora
solicitando la acreditación de un representante. ¿Qué decidirá la CNO
cuando sea puesta en auto? ¿Podrá resolver la situación por sí misma o
esta tendría que ser ventilada en la Dirección Ejecutiva? Dicen que una
golondrina no hace verano, y hasta ahora solo Feris toma la iniciativa.
¿Cuál sería el parecer de Andrés Bautista, quien no estuvo en la
reunión y debe igualmente estar interesado en mayor transparencia y
mejor equilibrio? También habría que pensar en la reacción de Hipólito
Mejía y Luis Abinader, puesto que si se altera la correlación de
fuerzas, el control de la Comisión no estará en sus manos. En vez de
cinco miembros como ahora, serían ocho, y con ocho podría pasar de todo,
incluyendo empates en asuntos cruciales. Otra reunión se impone con los
mismos aspirantes y jefes de grupo, pero sin faltar ninguno, pues se
trata de una simple candelita, una queja de la más débil de los
candidatos, pero en un tiempo en que negar derecho a la mujer se
interpreta como ataque de género. O existiendo como existen instancias a
las que se podrían recurrir. La señora Vásquez, de querer, podría echar
una palangana de agua al sancocho cuando se suponía listo para ser
servido…
GALÓN DE GASOLINA.- El problema del padrón saca
flote otras dificultades. Hasta que Geanilda Vásquez no embistió, el
torero se sentía a sus anchas. Sonia Guzmán no pudo pararle el coche a
la candidata a la presidencia del PRM, cuando se pensó en la posibilidad
de que “de mujer a mujer” el trance sería superado. José García Ramírez
quiso acomodar la carga, pero solo consiguió que lo obvio fuera más
evidente. Las carencias. Dijo más o menos que los miembros de la
comisión no cobran, que trabajan de manera honorífica, y que por tanto
no pueden dedicar todo el tiempo que quisieran a la convención. Igual
que la Comisión no es como la Junta Central Electoral que puede nombrar
todo el personal que demande la circunstancia. No llevan a cabo la tarea
a mano pelada, pero sí faltan manos. No lo dijeron antes, no se sabía, y
ahora que lo dijeron y se sabe, tendrán que remediar. Mucho más que los
recursos ahora se constituyen en un aspecto esencial del debate.
En sus
comparecencias públicas se oye a Andrés Bautista y a Jesús –Chu–
Vásquez, los actuales directivos, decir lo mismo: que fueron presidente y
secretario general a los que nunca se les dio un galón de gasolina.
¿Qué tan importante es un galón de gasolina? Tal vez no sea mucho, pero
es la medida del sacrificio…
EN EL VELORIO.- ¿Reciben los miembros de la Comisión
Nacional Organizadora galones de gasolina como parte de sus condiciones
de trabajo? Se piensa que no, que si nunca se les dio galón de gasolina
al presidente del partido ni al secretario general, que ejercían
funciones permanentes, menos a los compañeros que desempeñan un cargo
ocasional. Sin embargo, en lo inmediato se imponen dos cosas. La primera
es nombrar más personal de apoyo, y la segunda, disponer entrega de
combustible a los comisionados. Serían gastos adicionales, costos
mayores, pero si se quiere que la consulta sea exitosa, deben tomarse
las medidas que sean pertinentes. Lo que debe evitarse son las excusas.
Que no se avanza porque los comisionados no cuentan con soporte
suficiente, o que después, si la circunstancia resulta fallida, sacar en
cara que nunca se les dio un galón de gasolina. La política de estos
tiempos es más profesional y el trabajo voluntario como que resbala. No
hay que consultar Mecánica Popular si gente de oficio arregla mejor,
aunque cobre. La Comisión debe ocuparse más a fondo, pues un
cuestionamiento llevará a otros. Geanilda Vásquez denunció la convención
como la crónica de una muerte anunciada, y lo hizo como si ella ya
estuviera en el velorio...
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