VIENE DE LEJOS.- Las
incomprensiones políticas entre Felucho Jiménez y Margarita Cedeño
vienen de lejos, aunque parecen cosas de esta semana. Jiménez es que
siempre lanza la primera piedra, pero no puede decirse que Cedeño esté
libre de pecado. Un poco de historia. En la reunión del comité Político
en que se decidió la candidatura del 2012, Jiménez tomó un turno y
preguntó a varios de los presentes si aspiraban y estos dijeron que no,
dejando el camino libre a Danilo Medina. Se notaba, sin embargo, una
penita. Jiménez se dio cuenta y reaccionó a lo Felucho:
“Ah, ¿el problema entonces es Margarita?”. Hizo otras consideraciones y mirando a Leonel Fernández, que presidía la mesa, le espetó: “Esa es una derrota que tú no te mereces”. No obstante, y aunque se entendía la situación resuelta, en la posterior asamblea del comité Central, convocada para oficializar la candidatura, Ligia Amada Melo sometió el nombre de la hoy vicepresidenta. La acción, aun cuando violentaba lo dispuesto por el CP, no tuvo mayores consecuencias, puesto que Cedeño declinó…
RAZONES, MOTIVOS.- La escogencia como candidata a la vicepresidencia vino después, y desde entonces se pregunta, y todavía no se tiene respuesta, de cómo fue elegida para el cargo. Si en atención a su proyección política y mérito personal o parte de un toma y dame entre Leonel Fernández y Danilo Medina. Ese secreto será de Estado, pues no se piensa en la posibilidad de que Medina, Fernández y Cedeño escriban sus memorias y revelen motivos o razones. La verdad que Cedeño tuvo buenos porcentajes en las mediciones de entonces, e incluso la campaña del candidato quiso asegurarse e hizo sus propias averiguaciones. Cedeño superó a todas las demás consideradas, y el resultado confirmó lo que las encuestas adelantaban. La fórmula que ganó en el 201 2volvió a imponerse, con más alta votación, en el 2016. No obstante intriga la salida del 2012, si fue convenida o decidida por circunstancia. La inquietud se fundamenta en un hecho inexplicable, en buena lógica política. Las diferencias entre Medina y Fernández se mantienen, aun cuando en la práctica pueda hablarse de un gobierno compartido. De cohabitación partidaria en el Palacio Nacional. Margarita Cedeño, la esposa de Leonel Fernández, es la segunda de a bordo…
ENTRE ELLOS.- Ahora se produce este nuevo affaire entre Felucho Jiménez y Margarita Cedeño, y el que Leonel Fernández de la cara y salga a defender –públicamente-- a su compañera, lo lleva a otra dimensión. Dimensión de partido y de gobierno. Jiménez no es habitué de los programas, y sus comparecencias de ese día hacen pensar en la encuesta Penn, en la que Cedeño figura por encima de Medina y de Fernández. El todo del todo. Las primeras reacciones tuvieron carácter de género. Jiménez estaba atacando a una mujer en un aspecto que corresponde a su condición. Decidir lo que se cocina en la casa. Con Fernández de por medio, la política toma su lugar y la lucha de tendencias predomina. No puede pensarse en que Jiménez consultó, pero lo que dijo (en palabras o intención) debe interpretarse como posición de grupo.
“Ah, ¿el problema entonces es Margarita?”. Hizo otras consideraciones y mirando a Leonel Fernández, que presidía la mesa, le espetó: “Esa es una derrota que tú no te mereces”. No obstante, y aunque se entendía la situación resuelta, en la posterior asamblea del comité Central, convocada para oficializar la candidatura, Ligia Amada Melo sometió el nombre de la hoy vicepresidenta. La acción, aun cuando violentaba lo dispuesto por el CP, no tuvo mayores consecuencias, puesto que Cedeño declinó…
RAZONES, MOTIVOS.- La escogencia como candidata a la vicepresidencia vino después, y desde entonces se pregunta, y todavía no se tiene respuesta, de cómo fue elegida para el cargo. Si en atención a su proyección política y mérito personal o parte de un toma y dame entre Leonel Fernández y Danilo Medina. Ese secreto será de Estado, pues no se piensa en la posibilidad de que Medina, Fernández y Cedeño escriban sus memorias y revelen motivos o razones. La verdad que Cedeño tuvo buenos porcentajes en las mediciones de entonces, e incluso la campaña del candidato quiso asegurarse e hizo sus propias averiguaciones. Cedeño superó a todas las demás consideradas, y el resultado confirmó lo que las encuestas adelantaban. La fórmula que ganó en el 201 2volvió a imponerse, con más alta votación, en el 2016. No obstante intriga la salida del 2012, si fue convenida o decidida por circunstancia. La inquietud se fundamenta en un hecho inexplicable, en buena lógica política. Las diferencias entre Medina y Fernández se mantienen, aun cuando en la práctica pueda hablarse de un gobierno compartido. De cohabitación partidaria en el Palacio Nacional. Margarita Cedeño, la esposa de Leonel Fernández, es la segunda de a bordo…
ENTRE ELLOS.- Ahora se produce este nuevo affaire entre Felucho Jiménez y Margarita Cedeño, y el que Leonel Fernández de la cara y salga a defender –públicamente-- a su compañera, lo lleva a otra dimensión. Dimensión de partido y de gobierno. Jiménez no es habitué de los programas, y sus comparecencias de ese día hacen pensar en la encuesta Penn, en la que Cedeño figura por encima de Medina y de Fernández. El todo del todo. Las primeras reacciones tuvieron carácter de género. Jiménez estaba atacando a una mujer en un aspecto que corresponde a su condición. Decidir lo que se cocina en la casa. Con Fernández de por medio, la política toma su lugar y la lucha de tendencias predomina. No puede pensarse en que Jiménez consultó, pero lo que dijo (en palabras o intención) debe interpretarse como posición de grupo.
Fernández
por igual. No está defendiendo su esposa, no habló de su mujer, se
refirió a Margarita. Compañera de hogar, sin duda, pero igual compañera
de organismo. Ella es miembro del comité Político, y no tiene línea
política propia, sino que siempre coincide con la suya. Si alguien
dijera que pertenece a su grupo no cometería indiscreción…
LA CUESTIÓN AHORA.- Margarita Cedeño es miembro del
comité Político, decía, y Felucho Jiménez lo sabe, pues se sientan
cerca. Si se viera la mesa con sus ocupantes se podría apreciar el
orden. En un lado está Cedeño, le sigue Rafael Alburquerque, Cristina
Lizardo, Franklin Almeyda y Jiménez.
¿Por qué cuestionar sus posibilidades si tiene derecho igual que los
demás miembros? Además, si llegara el momento de conocerse los
potenciales candidatos o precandidatos a someter al comité Central, solo
que tendría que ausentarse para evitar conflictos de intereses de ser
juez y parte. Aunque fuera bueno saber qué piensa Leonel Fernández de la
encuesta Penn que coloca a su compañera de organismo como la mejor
apreciada políticamente. Por encima suyo y de Danilo Medina. ¿Cedería el
paso o mantendría sus aspiraciones aun cuando tenga la competencia
dentro de la casa? Después de confrontar a Jiménez no podría decirle que
se aparte, que la candidatura es cosa de hombres, pues el género lo
perseguiría y lo haría reo de peor pecado que el presidente de la
Refinería.
Y cómo son las cosas de la vida. El problema del PLD ahora no son las
primarias, si abiertas o cerradas, sino el derecho de la
vicepresidencia de aspirar…
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