REPASO A LA VISTA.- La política
de partidos debe someter a repaso el movimiento social, pues al parecer
no basta con buscarse una tabla y montarse en la ola para surfear de
manera perfecta. Lo que se creyó en principio va tomando otro aspecto y
los promotores de marchas y recogedores de firmas asumen otro talante.
No estarían en eso de atajar para que otro enlace. Y no hay que ser muy
agudo de pensamiento para darse cuenta. El manifiesto de Santiago es muy
diferente del discurso del parque Independencia, o de la carta
entregada en el Palacio Nacional o las diversas actividades realizadas
en distintas ciudades.
Los Verdes son Verdes, y no un arco iris con colores tan diversos que el propio de la naturaleza quedara a menos. La gente camina, y su fervor no da para escuchar y comparar palabras. Lo importante es juntarse, que se vea mucha gente y (esa es la desgracia de los pueblos) moverse como manada. Hasta ahora no se sabe de réplica, de cuestionamiento interno, aunque sí llama la atención que uno que otro partido se vaya por la libre. Alianza País, por ejemplo. Intentó algo en la víspera en Santiago y se moviliza en pequeña escala (no tiene de otra) en zonas de la capital…
CAMBIO A POLÍTICO.- La Marcha del 22 fue contra la corrupción y la impunidad, sin nombre y sin apellido (o si acaso Odebrecht), la visita al Palacio Nacional fue demostración y reclamo para que el presidente Danilo Medina asumiera sus propuestas, visto el ánimo expresado en su discurso de rendición de cuentas. El Manifiesto del Cibao es un documento político, directo, sin medias tintas y que pone en auto al gobierno. El frasco tiene etiqueta y medicina para este gobierno, aunque reserva algunas cucharadas para el establecimiento político en general. Entre sus preocupaciones, por ejemplo: “La perversión del sistema político y de partidos”. No hace exclusión, por lo que en buen romance considera perversos a los partidos y los políticos que hacen causa común con la protesta. Que nadie se equivoque: juntos, pero no reburujados. Ese temperamento, incluso, explica la afrenta a dirigentes connotados de oposición. Dirán los organizadores que la situación se les va de las manos, pero habría que preguntar, pues los afectados no creen el cuentecito de que la cotorrita…
Los Verdes son Verdes, y no un arco iris con colores tan diversos que el propio de la naturaleza quedara a menos. La gente camina, y su fervor no da para escuchar y comparar palabras. Lo importante es juntarse, que se vea mucha gente y (esa es la desgracia de los pueblos) moverse como manada. Hasta ahora no se sabe de réplica, de cuestionamiento interno, aunque sí llama la atención que uno que otro partido se vaya por la libre. Alianza País, por ejemplo. Intentó algo en la víspera en Santiago y se moviliza en pequeña escala (no tiene de otra) en zonas de la capital…
CAMBIO A POLÍTICO.- La Marcha del 22 fue contra la corrupción y la impunidad, sin nombre y sin apellido (o si acaso Odebrecht), la visita al Palacio Nacional fue demostración y reclamo para que el presidente Danilo Medina asumiera sus propuestas, visto el ánimo expresado en su discurso de rendición de cuentas. El Manifiesto del Cibao es un documento político, directo, sin medias tintas y que pone en auto al gobierno. El frasco tiene etiqueta y medicina para este gobierno, aunque reserva algunas cucharadas para el establecimiento político en general. Entre sus preocupaciones, por ejemplo: “La perversión del sistema político y de partidos”. No hace exclusión, por lo que en buen romance considera perversos a los partidos y los políticos que hacen causa común con la protesta. Que nadie se equivoque: juntos, pero no reburujados. Ese temperamento, incluso, explica la afrenta a dirigentes connotados de oposición. Dirán los organizadores que la situación se les va de las manos, pero habría que preguntar, pues los afectados no creen el cuentecito de que la cotorrita…
DISCURSO, ESTRATEGIA.- El
cambio de discurso no es nada extraordinario, y mucho menos en países
donde la carga se arregla en el camino. Sobre la marcha diríase ahora.
Sin embargo, la intriga y la confusión se dan de manos contra el tambor.
Inquieta saber si el cambio se queda de ese tamaño o incluye la
estrategia, o si sus aliados de circunstancia reaccionan de igual
manera.
Cambian discurso y estrategia. ¿Cómo pensar que los seguidores de
Hipólito Mejía participarán en las futuras actividades con las
experiencias vividas hasta ahora, sabiendo que verán a su líder
vistiendo ropa de presidiario? Lo mismo puede decirse los reformistas de
Quique Antún. Un día puede acusarse a Luis Abinader y su gente de
avivar la tea de la discordia, pero no siempre. Antún y los suyos pueden
sospechar de Ito Bisonó y José Hazim, y eso no altera lo principal: la
ocasión y el escenario. Además, la Gatica de María Ramos conoce la
naturaleza de la calle y sabe que en la calle no puede esconderse la
mano. El consentimiento se aprecia a leguas…
SUTIL, DELICADO.- En las demandas queda claro que el
movimiento sabe discriminar o discernir, y que no tiene empacho en
agacharse, aun cuando se le puedan ver las partes pudendas. El punto
uno, por ejemplo. Sutil, delicado: “La suspensión inmediata de las
operaciones de la firma internacional Odebrecht…”. ¿Acaso no es eso lo
que se dice quieren las generadoras? El pudor obligaba a reservar ese
reclamo para más adelante, si es que creía o cree conveniente cubrirse
las espaldas. Igual sucede con el informe sobre las aportaciones de
campaña, que solo menciona 2012 y 2016, cuando la constructora viene
trabajando desde el 2001, y en ese interregno hubo otras elecciones.
Inocencia, pues, no puede alegarse. La intención no deja dudas en un
caso y en el otro, y se explica que ofenda a Danilo Medina, pero no que
agravie a Mejía. Ese es uno de los tantos puntos por aclarar, ya que no
debe olvidarse que entre los promotores del movimiento Verde figura
gente que se postuló en las pasadas elecciones y que se supone no debe
morder la mano que fue generosa. La Convergencia de nuevo…
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