Al fondo y con la mano levantada el miembro del comité central Carlos Peña a quien se le negó el uso de la palabra |
A PUERTA CERRADA.- El PLD debió
haber hecho el pasado sábado lo que nunca antes: Celebrar su reunión del
Comité Central a puertas abiertas. No para que Pedro anduviera por su
casa, pues Pedro a veces se pasa y va a la cocina a beber agua o se
sienta en la sala a tomarse un trago en cueros. Pero sí para que la
prensa llevara el hilo de las incidencias de una cita que ya había sido
pospuesta y que se consideraba crucial. Si no es logia, y sí un partido
de masas, justo es que comparta sus penas y sus alegrías. Si no tiene
hechas ¿a qué crear condiciones para que sean posibles todas las
sospechas? Además, las puertas cerradas no guardan secretos y lo que no
puede verse con ojos propios se conoce por oídos ajenos.
Si la gente hubiera seguido paso a paso el encuentro, ayer domingo u hoy lunes fuera una sola la versión. Desde el fin de semana las especies se brincan unas a otras, y se sustituyen, cada cual sintiéndose verdadera, y en vez de una, más de quinientas. El PLD no lo sabe, o se hace que no lo sabe, pero afuera se dicen tantas cosas, pero tantas cosas, que el mejor remedio sería la transparencia. Total, la verdad siempre cumple su designio…
“DÍGAME, PROFESOR ”.- Leonel Fernández se sintió en sus aguas, y no solo como orador, sino como profesor.
Solo le faltó pizarra, tiza y borrador para que la clase fuera como las que daba en un instituto en sus años de mocedad y cuando se ganaba la vida como maestro.
Si la gente hubiera seguido paso a paso el encuentro, ayer domingo u hoy lunes fuera una sola la versión. Desde el fin de semana las especies se brincan unas a otras, y se sustituyen, cada cual sintiéndose verdadera, y en vez de una, más de quinientas. El PLD no lo sabe, o se hace que no lo sabe, pero afuera se dicen tantas cosas, pero tantas cosas, que el mejor remedio sería la transparencia. Total, la verdad siempre cumple su designio…
“DÍGAME, PROFESOR ”.- Leonel Fernández se sintió en sus aguas, y no solo como orador, sino como profesor.
Solo le faltó pizarra, tiza y borrador para que la clase fuera como las que daba en un instituto en sus años de mocedad y cuando se ganaba la vida como maestro.
Hizo el consabido y necesario recuento de la historia del PLD, pero
con observaciones a tenerse en cuenta. Y no solo por el auditorio, sino
por el partido en su conjunto.
En sus años de gobierno crece una nueva generación.
Del 1996 al 2020 habrán pasado 24 años. Esos hombres y esas mujeres, a
juicio del expresidente, debieran ser conquistados, estar en las filas
del partido, ser la fuerza de recambio. Lo que no es fácil, y se
comprobó de una vez, in situ. Cuando se presentó una propuesta para que
un miembro del CC menor de 35 años fuera incluido en determinadas
instancias, como la Comisión Organizadora del Congreso, fue rechazada
por la mayoría. ¿Y entonces? A Dios rogando y con el mazo dando…
LOS DE 75 AÑOS.- Leonel Fernández siguió contando
historias a manera de ilustración. Su más reciente experiencia de
observación en Ecuador, por ejemplo. Dijo que le tocó visitar un centro
de votación geriátrico, como le llaman allí, en que los inscritos tenían
más de 65 años.
Medio en serio y medio en broma preguntó a los oficiales de mesa si
para las próximas elecciones no podía elevarse ese límite en 10 años.
Esto es, a 75 años. E hizo esa indagatoria pensando en su partido,
incluso en el organismo de decisión. En el Comité Político, el compañero
que no pasa esa edad, la tiene o anda cerca. Fíjense nada más en el
Patriarca. Usa bastón y boina a lo Neruda. Otros, si les llueve, corren
el riesgo de envenenarse de tan cargado que llevan el tinte. Aun cuando
ya en este tiempo una cabeza totalmente blanca es orgullo de su dueño.
Pero esa es la situación del PLD, aunque no única. Incluso la culpa
puede echársele a Joaquín Balaguer. Después de su larga vida e
influencia política, cualquier hombre de ochenta es un muchachito…
¡QUÉ TURNO! .- Pleito, lo que se dice pleito, no
hubo, pero sí indirectas. Por ejemplo, la vicepresidenta Margarita
Cedeño, que es de Fernández, pero que en el Comité Político es solo
Cedeño, aun cuando siempre se sienta cerca del marido. Ella pidió un
turno al momento de conocerse el reglamento de Ética y Disciplina, y
dijo que le preocupaba que lo que en principio fuera leve, se aprobara
como grave, sin aclararse el concepto de “información confidencial”.
Hasta ahí bien, justa su intervención.
Pero señaló, y no en buen tono, que si no se precisaba la expresión
muchos de ellos se verían en la obligación de hacer de siquiatras de sus
compañeros. No movió la cabeza, no fijó la vista en nadie, pero la
concurrencia tuvo una sola persona en mente. Los peledeístas, por lo
oído, saben ser perversos entre sí, y no desperdician oportunidad para
cobrarse deudas viejas, o recientes. La propuesta fue aprobada y ahora
será delito de lesa PLD revelar o divulgar situaciones que conviene
mantener veladas. Un sombrero que servirá a muchas cabezas, no importa
si estrechas o grandes…
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