El solo hecho de que la República Dominicana participara en el examen
internacional de evaluación para ver los avances de la educación es un
paso significativo a pesar de los pobres resultados obtenidos en dichas
pruebas. En matemáticas el país fue el número 91 mientras que Brasil
se colocó en la posición 70, ambos de los más lejanos. La prueba PISA es
auspiciada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OECD por sus siglas en inglés) y es un examen normalizado que
mide la calidad y habilidad académica de los estudiantes que promedian
15 años que toman dichas pruebas cada tres años.
Las áreas más sensitivas e importantes son las matemáticas, ciencias y
lectura. Este año participaron más de medio millón de estudiantes de
más de 65 países y metrópolis. Los primeros lugares lo obtuvieron,
Singapur, Hong Kong, Macao, Taiwán y Japón. Otros países y ciudades con
buenas calificaciones fueron Shanghai, Corea del Sur y Estonia. Entre
los países latinoamericanos que alcanzaron mayores calificaciones fueron
la ciudad de Buenos Aires, Argentina (42) y Chile (48) Otras
calificaciones fueron la de México (56) Colombia (61) Perú (62) Brasil
(65) y República Dominicana (70) No participaron en las pruebas PISA,
este año, Cuba, Bolivia, Panamá y Venezuela. Con estos resultados, el
país sabe de antemano en que pie está parado y abre el escenario para
mejorar las políticas públicas que exige la OECD en este campo. Ya la
administración del presidente Medina dio un paso de mucha importancia en
su gestión pasada al asignar un 4% del PIB a la educación. Con esto se
empezó un agresivo programa de construcción de escuelas y remodelación
de aulas. El tema de la capacitación de maestros se convierte en un reto
para las autoridades.
El país debe sin demoras importar especialistas de países como Cuba,
España, Estados Unidos y otros, para la capacitación y formación a los
maestros locales en matemáticas, ciencias, lectura e idiomas. El sector
privado, las universidades, como la comunidad en general, deben
aunar esfuerzos, recursos y solidaridad, en esta ingente tarea y no
dejarle todo a que lo haga el gobierno. De acuerdo con PISA, la región
se encuentra por debajo de los estándares globales de rendimiento
escolar establecido por la OECD. Según este organismo citamos esta
declaración: “El bajo rendimiento en la escuela tiene consecuencias a
largo plazo tanto para los individuos como para los países. Los alumnos
de 15 años con rendimientos bajos corren el riesgo de abandonar
completamente sus estudios y cuando una gran proporción de la población
carece de las habilidades básicas, el crecimiento económico de un país a
largo plazo se ve amenazado”.
Por Juan Guiliani Cury ;-
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