PALABRA SIN CADENA.- La frecuencia de Leonel
Fernández dictando charlas, tanto dentro como fuera del país no
sorprende, ni es nada nuevo. No puede decirse que sea hobbie, como
lanzar pelotas a un canasto en la azotea del edificio de Funglode. Es un
profesional de la palabra, la que usa convenientemente, y no solo como
político, sino también como académico. Además, donde no pagan al
conferencista, este vincula la Fundación y firma acuerdos de intercambio
y colaboración, o se le reconoce con un Honoris Causa.
Y como la
celebridad no se da gratuita, se aprovecha de todo tipo de sustento.
Mientras los ociosos del PLD lamentan situaciones equívocas, o ven la
sangre del cordero antes que llegue al matadero, Fernández recorre los
foros más acreditados y se ocupa de la alta política. Él fue
suficientemente claro la última vez, y lo dijo para que no lo metieran
en contienda anticipada. Está dispuesto a ser candidato presidencial en
el 2020, pero solo si se lo piden. Nada
de vientos que soplan, que ese jueguito le salió caro y no tiene sentido insistir en lo fallido, en lo que fue fracaso...
DE TARIMA A TRIBUNA.- Si no sorprende el Leonel
Fernández discursivo, sí el Hipólito Mejía de tribuna. En tarima fue un
éxito, a pesar de dos caídas en tres intentos, y pudo seguirlo siendo,
pues no es fácil cambiar el temperamento de las personas y menos cuando
sufren el acoso de los años. Sin embargo, dio una charla un día, y la
gente lo vio bien, y otra, y otra, y el asombro y el aplauso eran justos
ante esa mudanza de ánimo. ¿De qué va la cosa? No puede decirse que el
público sea diferente, o distintas las preocupaciones, pero sí que la
actuación ahora luce más profesional. No serán las palabras del
estadista consumado, pero nunca el relajo que se pierde con la última
risa. La indagatoria se impone, y en lo que se averigua más a fondo, se
considera obra de familia ese actual talante. Unos dicen que los hijos, o
la hija, pero otros que el nieto. El Garrigosa. Aunque no se sabe el
propósito. Si es reciclarlo para que sea candidato en el 2020, o
rehabilitarlo para que se mantenga en la pista, aun cuando no baile, o
simplemente retirarlo en olor de santidad...
DEBAJO DE LA MATA.- Hipólito Mejía está en el medio,
y al que está en el medio algo se le pega, dicen en la calle. O juega a
su favor o a favor de otro, pero es un elemento a tener en cuenta. Un
elemento, no un factor. Por ejemplo, su flirteo con el gobierno que saca
de casillas a los seguidores de Luis Abinader, no al propio Abinader.
Nadie cree que sea un repente, una reacción del momento, como sucedía en
el pasado. El Mejía que participa en la campaña del Gobierno contra
accidentes de tránsito, es el mismo que visitó y aprobó la Barquita, o
se tomó media jornada de su tiempo para compartir un Día de Campo con el
presidente Danilo Medina, o expresó en carta sus preocupaciones sobre
la producción agrícola, e incluso comparte la declaratoria de emergencia
por el desastre ocasionado por las lluvias. Una coincidencia puede ser
equivocación, pero dos o tres o más llevan a pensar en una línea
acordada y puesta en escena. Con los riesgos y las consecuencias que
impliquen y
provoquen. Aunque más que línea podría ser cálculo. Mejía se coloca
debajo de la mata de las contradicciones entre Medina y Fernández,
esperando que el mango le caiga en las manos...
¡OH, YO TAMBIÉN! .- Que Leonel Fernández diserta,
que Hipólito Mejía charla. ¡Oh! Luis Abinader expone. Como lo hizo esta
semana en un encuentro con jefes de medio y sobre un tema tan difícil, y
escabroso, pero de gran actualidad: el endeudamiento del Gobierno.
Explicó el fenómeno, y de manera suficiente, pues suyas fueron las
primeras páginas de los periódicos al día siguiente. El hecho es
interesante, pues de una política de calle, incluso sin sentido ni
provecho, se pasa a una política conceptuosa. Los potenciales o posibles
candidatos del 2020, al parecer, no se quedarán en consignas, como las
campañas recientes o del pasado, sino que el debate tendrá más altura, o
más fundamento, o más programa. De seguro que Fernández continuará con
su República Dominicana 2044, un cinemascope de gran éxito, pero sus
virtuales oponentes no se quedarán callados y harán lo propio, como se
ve en las charlas de Mejía y en las exposiciones de Abinader...
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