Todos queremos vernos bien. Lucir bien. Aceptados. Incluidos. Celebrados (si fuera posible).😊
Para ello, la cosmética, industria que mueve cientos de miles de millones de dólares cada año, es la aliada solidaria con la que contamos todos los días.
Polvos, cremas y perfumes son una suerte de mentira piadosa hecha a la medida, imprescindible y divertida que nos regalamos diariamente para corregir esos errorcitos en los que incurre la verdad de nuestros cuerpos a expensas de los genes y el tiempo.
Pero, en ningún lugar está escrito que se fabricaron para aplicarse mientras usted está manejando.
Usted no puede pintarse, ponerse delineador y rímel en los ojos, base (su ferré), usando intermitentemente el retrovisor cuando lo que tiene que hacer es mirar hacia adelante.
Y efectivamente muchas mujeres chocan por distraerse, por estar maquillándose. Y han muerto.
Les coge la hora, tienen que llevar los muchachos a la escuela, el tapón, una reunión. Muchas razones.
Pero...
Conducir un vehículo en movimiento entre otros también en movimiento requiere la mayor atención.
Maquíllate, arréglate en casa. Es mejor y más preciso.
Si no es posible, uno que otro día o varias veces: parquéate y evita morir o chocar.
Conduce con responsabilidad, por ti, por los demás y los que amas.
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