Algunos teóricos estiman que el hecho de que un país tenga una moneda física debería ser una excepción, más que una regla.
A pesar de que muchas personas consideran que las tarjetas y los
medios de pago electrónicos aportan comodidad para no tener que emplear
dinero en metálico, un grupo de teóricos liderado por el economista
Kenneth S. Rogoff promueven la idea de que tener una moneda física
debería ser una excepción más que una regla, informa la revista estadounidense 'The New Yorker'.
Rogoff, con experiencia en la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) y en el Fondo Monetario Internacional (FMI), aboga por una eliminación gradual de los billetes
en su país, empezando por los de mayor valor, debido a que estima que
"el dinero en efectivo se ha convertido en un obstáculo importante para
el funcionamiento del sistema financiero global".
Un estudio realizado por el portal MasterCard Advisors indica que algunos lugares ya son prácticamente sociedades sin efectivo.
Por ejemplo, en los países escandinavos —Suecia, Dinamarca y Noruega—
casi no emplean papel moneda, mientras que en Bélgica el 93 % de los
pagos ya se realizan con tarjetas o por vía electrónica y, en Australia,
el uso de efectivo ha disminuido en un tercio en los últimos seis
años.
"No recuerdo cuándo fue la última vez que recibimos un pago en metálico", señala Marielle Groentjes, gerente de una empresa que gestiona apartamentos en Países Bajos, quien detalla que en la oficina "no tenemos efectivo ni caja fuerte", mientras que "los bancos cobran por los depósitos".
Por
su parte, alrededor de la mitad de las sucursales bancarias de Suecia
no acepta ni entrega billetes y ya hace años que se vieron "los primeros
pasos" en este sentido, cuando "los pequeños comercios colgaron
carteles de 'No aceptamos efectivo'", detalla el responsable del servicio de transacciones paneuropeo iZettle, Jacob de Geer.
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