UNO Y OTRO.- Luis Abinader se
defiende en conversación privada de haber politizado el caso de la
cementera Santo Domingo, propiedad de su familia, y echa la culpa al
gobierno. El gobierno a su vez replica y oficiosamente recuerda que no
fue ninguno de sus funcionarios que convocó o realizó rueda de prensa.
Incluso cree que el problema pudo resolverse bajo cuerdas si no llega a
la opinión pública. A lo hecho, pecho, dicen en la calle. Sin embargo,
conviene saber que el propio Abinader llamó a Carlos Pared el viernes 13
a deshora de la noche para informarle de la situación. El asistente del
presidente, tomado de sorpresa, quedó en averiguar con José del
Castillo, ministro de Industria y Comercio, y que fue el alto cargo que
el candidato del PRM mencionó como responsable del “atropello”.
Después hizo una segunda llamada y dijo que no era Del Castillo, sino Antonio Isa, el titular de Energía y Minas. Pared también habló con Isa, y como era viernes y tarde, quedaron en comunicarse de nuevo el lunes. El lunes Pared recibió un informe de Energía y Minas que se supone fue dirigido al presidente Danilo Medina, aunque por diligencia suya…
EL TERCERO.- Entretanto, Pared también recibió documentación enviada por Luis Abinader, pero no completa, para hacer las comparaciones y evaluaciones de lugar. Abinader dice que Pared no apareció nunca, y Pared responde que Abinader nunca mandó los papeles pendientes. El viernes siguiente, el 20, Farouk Miguel llamó a Pared, y como Pared sabe que Miguel no es Miguel, sino Hipólito Mejía tomó el teléfono. Hablaron como hablan los enlaces y quedaron en algo que finalmente fue en nada, puesto que el lunes de esta semana se produjo la rueda de prensa de la familia Abinader- Corona. Como dijo el Señor en la cruz: Consumatum est. La política entró al jaleo, y la salida no puede ser otra que política, y política de campaña. Los socios de Abinader andan buscando amparo en la embajada de su país, y fundamentalmente reclaman seguridad jurídica. Pero el aliado estratégico más importante del candidato Abinader, Hipólito Mejía, la emprendió contra Antonio Isa, y su descalificación no fue técnica, ni medio ambientalista, ni política. Le recordó su antiguo paso por la Comisión de Capitalización y Reforma de la Empresa Pública…
DESDE LOS MOLINOS.- Esa actuación del pasado no tiene nada que ver con la de ahora, pero como se está en campaña y en política, no queda de otra que “tirar desde los molinos”. Es interesante, y un dato a tener en cuenta. Mientras Luis Abinader acusa directamente al presidente Danilo Medina de retaliación, Hipólito Mejía no llega tan alto y solo confronta al ministro de Energía y Minas. Las hechas y las sospechas corresponden a Antonio Isa. Y procede bien, pues en el ámbito del poder, cada alto cargo debe asumir sus responsabilidades, y de errores, las culpabilidades. Hasta ahora Isa, y más nadie. Y hay dos cosas importantes. Carlos Pared le dijo a Abinader que hacía mucho que no veía al ministro de Energía y Minas por el Palacio Nacional, poniendo distancia respecto al problema. E Isa dijo que no necesitaba pedir permiso del mandatario para decidir los asuntos de su incumbencia. Por la razón que fuere, o la sinrazón, como diría el narrador de Las Águilas Santana Martínez, Antonio Isa “se lo tomó solito”…
MODO ELEGANTE.- Si fuera en Estados Unidos, y no en República Dominicana, el affaire se resolviera de manera elegante, manteniendo el desaprobado y destituyendo al ministro de Energía y Minas. Mitad y mitad, como dice la gente, o el punto medio de los griegos. Solo porque se está en medio de una campaña electoral y la medida fue inoportuna. La opinión pública por igual gusta de los sacrificios, e incluso la queja de siempre es de que los gobernantes peledeístas son permisivos. Lo fue Leonel Fernández en grado sumo, y lo mismo Danilo Medina, quien advirtió desde un principio que no tiraría piedras hacia atrás, pero tampoco hacia adelante. Y las piedras son importantes en un buen gobierno. Basta recordar las palabras de Jesús a Pedro: “Eres piedra, y sobre esa piedra edificaré mi iglesia”. De otro modo, debe afanarse en pasar la página y que la “afrenta” a la familia Abinader no sea tomada en cuenta por la población, o por el electorado, y tenga que pagar en las urnas el desatino de uno de sus funcionarios, que no consideró el momento político y creyó que la ley era todo...
Después hizo una segunda llamada y dijo que no era Del Castillo, sino Antonio Isa, el titular de Energía y Minas. Pared también habló con Isa, y como era viernes y tarde, quedaron en comunicarse de nuevo el lunes. El lunes Pared recibió un informe de Energía y Minas que se supone fue dirigido al presidente Danilo Medina, aunque por diligencia suya…
EL TERCERO.- Entretanto, Pared también recibió documentación enviada por Luis Abinader, pero no completa, para hacer las comparaciones y evaluaciones de lugar. Abinader dice que Pared no apareció nunca, y Pared responde que Abinader nunca mandó los papeles pendientes. El viernes siguiente, el 20, Farouk Miguel llamó a Pared, y como Pared sabe que Miguel no es Miguel, sino Hipólito Mejía tomó el teléfono. Hablaron como hablan los enlaces y quedaron en algo que finalmente fue en nada, puesto que el lunes de esta semana se produjo la rueda de prensa de la familia Abinader- Corona. Como dijo el Señor en la cruz: Consumatum est. La política entró al jaleo, y la salida no puede ser otra que política, y política de campaña. Los socios de Abinader andan buscando amparo en la embajada de su país, y fundamentalmente reclaman seguridad jurídica. Pero el aliado estratégico más importante del candidato Abinader, Hipólito Mejía, la emprendió contra Antonio Isa, y su descalificación no fue técnica, ni medio ambientalista, ni política. Le recordó su antiguo paso por la Comisión de Capitalización y Reforma de la Empresa Pública…
DESDE LOS MOLINOS.- Esa actuación del pasado no tiene nada que ver con la de ahora, pero como se está en campaña y en política, no queda de otra que “tirar desde los molinos”. Es interesante, y un dato a tener en cuenta. Mientras Luis Abinader acusa directamente al presidente Danilo Medina de retaliación, Hipólito Mejía no llega tan alto y solo confronta al ministro de Energía y Minas. Las hechas y las sospechas corresponden a Antonio Isa. Y procede bien, pues en el ámbito del poder, cada alto cargo debe asumir sus responsabilidades, y de errores, las culpabilidades. Hasta ahora Isa, y más nadie. Y hay dos cosas importantes. Carlos Pared le dijo a Abinader que hacía mucho que no veía al ministro de Energía y Minas por el Palacio Nacional, poniendo distancia respecto al problema. E Isa dijo que no necesitaba pedir permiso del mandatario para decidir los asuntos de su incumbencia. Por la razón que fuere, o la sinrazón, como diría el narrador de Las Águilas Santana Martínez, Antonio Isa “se lo tomó solito”…
MODO ELEGANTE.- Si fuera en Estados Unidos, y no en República Dominicana, el affaire se resolviera de manera elegante, manteniendo el desaprobado y destituyendo al ministro de Energía y Minas. Mitad y mitad, como dice la gente, o el punto medio de los griegos. Solo porque se está en medio de una campaña electoral y la medida fue inoportuna. La opinión pública por igual gusta de los sacrificios, e incluso la queja de siempre es de que los gobernantes peledeístas son permisivos. Lo fue Leonel Fernández en grado sumo, y lo mismo Danilo Medina, quien advirtió desde un principio que no tiraría piedras hacia atrás, pero tampoco hacia adelante. Y las piedras son importantes en un buen gobierno. Basta recordar las palabras de Jesús a Pedro: “Eres piedra, y sobre esa piedra edificaré mi iglesia”. De otro modo, debe afanarse en pasar la página y que la “afrenta” a la familia Abinader no sea tomada en cuenta por la población, o por el electorado, y tenga que pagar en las urnas el desatino de uno de sus funcionarios, que no consideró el momento político y creyó que la ley era todo...
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