Siganos en nuestras redes

siguenos en facebook siguenos en Twitter siguenos en Google+ Canal de youtube siguenos en facebook sígueme en Instagram siguenos en facebook

viernes, abril 24, 2015

Deja vu 2002 o la poca-lipsis que viene

Nota importante: 
Como en 2011 uno fue frontal y necio intentando convencer a Leonel Fernández de no aceptar una modificación constitucional con el único argumento de ser su beneficiario, hoy tiene la autoridad moral para escribir lo que sigue.
El diablo saluda
Durante años, el PLD llamaba una y otra vez al diablo, le tuiteaba, pero como nunca le respondía, llegó a creer que el diablo no existe; aplicaba sus pragmáticas estrategias, y una y otra vez triunfaba. Con algo de vergüenza histórica “o simplemente de vergüenza”, pero triunfaba. Las victorias llegaban, justo y como en nuestro sistema político al segundo año de todo mandato presidencial llega la presión hacia el Presidente para que se repostule.
Con la excepción de la presidencia del Dr. Jorge Blanco, así ha ocurrido con todos nuestros mandatarios, y la presidencia de Danilo Medina no ha sido la excepción. Medina finalizó el segundo año e inició el tercero con una altísima aprobación, y él también hubo de soportar la tentación de la repostulación que en su caso arreció apoyada en una cierta o supuesta “crisis de confianza”, la cual nos remite al eslogan que ha acompañado a todos nuestros presidentes y/o líderes: “Medina, Peña/Leonel/Balaguer... sin ti, se hunde este país”. Ese ha sido el comportamiento de pobres y ricos, de nobles y plebeyos en una patria donde las fortunas se construyen, crecen o se destruyen a partir de su cercanía o lejanía del Palacio Nacional. País donde el Presidente no es un presidente sino un Dios trigueño con guardaespaldas. Y todo desde Lilís hasta ayer... como a las once.
El mercado de las pulgas 
Parecería que a uno de los dos PLD los números electorales, congresuales, diplomáticos y empresariales “le dan”, sin necesidad del otro. Esto es lo único que puede explicar que por primera vez en su historia el Comité Político se haya decidido por votar en la primera ocasión, y no por consensuar una y otra vez para alcanzar la unanimidad, aún con bembitas. ¿Es correcto atropellar  a quienes se habrá de necesitar para ganar en el 2016? O insisto, ¿las matemáticas son tan favorables que para vencer se considera innecesario cualquier apoyo del adversario interno? Leyendo en frío las señales, parecería que obviando la experiencia de 2012, ahora el PLD ha apostado a la división por aniquilación, ignorando que los dos liderazgos en conclicto se necesitan porque ambos tienen la capacidad de dañarse... y mucho.
Deja vú 2012 en camino
Muertecitos de tantos éxitos y acostumbrados a que siempre les den la razón, los morados han abierto ya en el Congreso su bazar de “repostulación por repostulación”, que es la primera de diabluras y trapacerías que irán llegando y que el país conoce bien porque ya las padeció en 2002, gracias a los chicos malos de don Hipólito que en este  tema por lo menos tuvo la decencia de pedir perdón por aquella “Auto Feria Impopular” de tan triste recordación.
Todo indica que  a menos que haya una restauración de las naves quemadas el pasado domingo en Metro, en el PLD -y más exactamente en el Centro de los Héroes residencia del Congreso Nacional y las Altas Cortes-, se acerca la poca lipsis de Rius, y hay señales: Antes de la reunión del CP, 74 legisladores estaban en contra de la reforma. A las 48 horas y seis llamadas, ese número había bajado de 70, y con la “colitis amebiana colectiva” que al Congreso se aproxima para la fecha de la Asamblea Revisora, en este fin de semana esa lista podría haber disminuido hasta 30 miembros y bajando. El Deja vu 2002 anda cerca. Si no hay principios es que estamos llegando a los finales. Como el abuelo de Facundo, que a los 90 años aún perseguía a las mujeres pero ya no se acordaba para qué, ahora resulta que mis dilectos Danilo y Leonel leyeron el Martín Fierro en la UASD... pero olvidaron sus lecciones. ¡Que la Magdalena les guíe!
Por Pablo Mckinney ;-

No hay comentarios:

Publicar un comentario