Reelección por arrastre.-Desde que el afrentoso fantasma de la
reelección empezó a rondar el Congreso Nacional se supo que para abrirle
las puertas a una eventual repostulación del presidente Danilo Medina
habría que pagar un precio muy alto: la reelección por arrastre de los
diputados y senadores peledeístas, dispuestos a vender así de caros los
votos que harían posible una reforma constitucional. Eso supone, desde
luego, un daño enorme a la democracia interna del Partido de la
Liberación Dominicana, pues esos legisladores pretenden que se les
designe candidatos sin participar en unas primarias, lesionando las
legítimas aspiraciones de muchísimos peledeístas que tendrían que
esperar otros cuatro años a causa del oportunismo de sus compañeros de
partido.
Y eso ni es justo, ni es legal, ni es democrático, por lo que
dudo mucho que todos esos aspirantes acepten esa situación sin decir
esta boca es mía o dirigirse al Tribunal Superior Electoral o al
Constitucional a tratar de hacer valer sus derechos. Por eso hay que
decir que es falso de toda falsedad la afirmación del ministro de Obras
Públicas, Gonzalo Castillo, de que no costaría un solo centavo la
modificación de la Constitución, pues en política no todo se valora o se
mide en dinero contante y sonante, y casi siempre suele ser lo mas
importante y valioso. ¿Cuánto cuesta la credibilidad del presidente
Danilo Medina? Tampoco es posible medir en dinero el perjuicio que
provocaría a la institucionalidad democrática una nueva modificación de
la Carta Magna para reinstalar la reelección consecutiva, que es la que
le conviene al danilismo, y que se estén cambiando las reglas del juego
político cada vez que le conviene al partido que está en el poder. Por
eso es tan mala idea la reelección por arrastre a la que, cínicamente,
aspiran legisladores peledeístas, cuyo oportunismo solo es comparable a
su desprecio por las mas elementales reglas de la vida en democracia.
Por Claudio Acosta
c.acosta[@]hoy.com.do
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