Los asesinatos de cuatro damas en menos de 24
horas avivan de forma preocupante el tema de los feminicidios en nuestro
país. Las hermanas Ramona y Marina García Santana, la menor Jéssica
Elaine Sabab Pérez y Yesenia Altagracia Gutiérrez Cabrera, engrosaron el
fin de semana la fatídica lista de muertes pasionales.
Una alarma
que no ha dejado de encenderse, ya que según cifras de la Procuraduría
General de la República, en los primeros 10 meses de este año eran 72
los casos registrados. Datos que indican un promedio de 7 muertes
mensuales, pero que se hacen más alarmantes a saber que los mismos solo
compilan los crímenes cometidos por las parejas o ex parejas de las
víctimas.
Esto deja fuera la gran cantidad de tragedias que
suceden por abuso o violencia de género y que sumadas, establecen una
media de 194 por año. Un cuadro vergonzoso que muestra primero el estado
de indefensión del género, y segundo, la mala formación de la
mentalidad masculina criolla que apartado de los más elementales
criterios de la caballerosidad y el fino trato, evidencia salvajismo,
irracionalidad, falta de tolerancia, y ausencia de sentido de la
proporción.
Lejos de ser la excepción, el machismo como agresión
de género se aprecia en el diario vivir, en la música, y hasta en las
ofensivas conductas de ciertos personajes de la comunicación, que
contribuyen a ahondar el problema.
Desafortunadamente el tema, que
no es nuevo, parece haber superado los esfuerzos de las autoridades que
pese a las reiteradas campañas, dinámicas, estrategias, establecimiento
de leyes y hasta el endurecimiento de las mismas, no han logrado llevar
el problema a niveles de estables de control.
La complejidad del
cuadro hace menester que tanto el gobierno como el liderazgo nacional
afronten con voluntad y criterio de emergencia un drama bochornoso que
dada su naturaleza multifactorial (educación, prevención, conciencia,
sanción etc.) reclama de soluciones multisectoriales donde la asignación
de recursos es fundamental. Pero algo hay que hacer.
Por César Duvernay ;-
No hay comentarios:
Publicar un comentario