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lunes, junio 23, 2014

Leonel y el 2016

Por Óscar Medina;-
Hay que ser mezquino o retardado mental para no reconocer los méritos de Leonel Fernández, el político dominicano más exitoso de las últimas décadas y de los más influyentes en la región, un hombre inteligente, culto, buen expositor y con discurso pedagógico; comprometido con la formación de las nuevas generaciones, de convicciones democráticas y con interés en la discusión de las ideas y el desarrollo del intelecto.
A pesar de las campañas maledicentes, Leonel es un hombre honesto a quien nadie nunca le ha demostrado ser parte de algún acto doloso. Sus tres cuatrienios son reconocidos por su transcendencia en la historia contemporánea.
Transformó la infraestructura nacional con obras en cada rincón del país y es el único gran presidente- constructor sobre quien no pesan cuestionamientos a su conducta democrática.
Pero el gran legado de su presidencia es el impulso dado al fortalecimiento institucional como edificador del Estado moderno. La corona de su esfuerzo fue la proclamación de la Constitución más avanzada de la historia el 26 de enero del 2010, pero Fernández comenzó a transformar el Estado desde que llegó al poder por primera vez en 1996… ¿O podemos olvidar lo que era la administración pública? ¿Cualquier institución del Estado? ¿Cómo funcionaban las oficinas recaudadoras...? Eran tugurios y ventorrillos que en pocos meses fueron convertidas en instituciones al servicio de los ciudadanos.
En materia económica Leonel ha sido de los presidentes más exitosos de la historia moderna. Durante sus gobiernos la economía creció consistentemente.
Y este es un país muy diferente al que teníamos en 1996.
Y su manejo fiscal, si bien pudo ser mejor, dista mucho de las descalificaciones y señalamientos que sus detractores vienen haciendo en los últimos años.
Leonel también ha sido fundamental en la transformación de su partido.
El PLD de hoy es la principal maquinaria política-electoral del país, y sin quizás el partido más exitoso de la democracia dominicana. En un hito sin precedentes ha ganado 5 elecciones de forma consecutiva. Algo que los peledeistas agradecen.
Leonel Fernández es, en resumen, una figura fundamental en el pasado reciente, en el presente y debe serlo en el futuro de la República Dominicana.
Y si bien la balanza de su paso por la vida pública se inclina más hacia lo positivo… nadie puede negar que como en toda obra humana también tiene sombras... Tal vez demasiadas.
Como no es infalible, cometió errores y hubo áreas donde fracasó estrepitosamente.
No resolvió el problema eléctrico y no hizo lo que debió haber hecho en educación… Y, sobre todo, fue muy permisivo con acciones dolosas atribuidas a colaboradores cercanos.
Esos errores hoy pesan mucho sobre su imagen y constituyen las armas que utilizan sus adversarios para atacarlo y descalificarlo. Por eso algunos entienden que al día de hoy, y proyectando la coyuntura electoral que se avecina en el 2016, Leonel Fernández no es el mejor candidato que tiene el PLD para encabezar la boleta.
Fernández fue el principal activo electoral del PLD y el artífice de sus triunfos…. Pero ya no lo es. Fue el mejor candidato que pudieron presentar los peledeistas a los electores en los comicios del 1996, del 2004 y del 2008…. No sería ese el caso en 2016.
No debe olvidarse que ---y para usar el lenguaje leonelista--- quien tiene la antorcha es Danilo Medina. Y no sólo porque es el Presidente de la República, sino porque su estilo y el tipo de gobierno que encabeza ha representado un salto hacia adelante en el ejercicio de la política.
Cuando el presidente Medina termine su cuatrienio también tendrá sus luces y sombras, sus debilidades y sus detractores. Pero su paso por el poder deberá suponer un antes y un después en la forma y estilo de gobernar.
La frugalidad, la humildad, el estricto control de los fondos públicos y la buena gerencia de gobierno deberán en lo adelante formar parte del “librito” de quienes les sucedan en el Palacio Nacional.
Buena parte de la población ---muchos de ellos primeros o segundos votantes--- no vería con buenos ojos un paso hacia atrás. Y lamentablemente la mayoría de esos segmentos perciben un posible retorno de Leonel Fernández a la Presidencia como un retroceso.
Puede que de forma inmerecida… Pero eso poco importa.
Como se sabe, en política la percepción es más importante que la realidad.
No es fortuito que los antagonistas tradicionales del PLD y los posibles candidatos opositores ya han escogido a Leonel como su adversario.
Como no es casual la forma en que le atizan escribidores de reconocido activismo perredeista y componedores de la nonata Convergencia.
Esos “estrategas” saben que Leonel unifica a la oposición y su presencia en la boleta peledeista facilita la articulación de un gran movimiento que enfrente al oficialismo en el 2016….
Lo mismo que hicieron los peledeistas cuando escogieron a Hipólito en el 2012.
Estos planteamientos no constituyen una falta de respeto a Leonel Fernández.
Ni forma parte de una campaña para desacreditarlo en beneficio de algún otro precandidato peledeista.
Mucho menos estrategias fomentadas por alguno de ellos o por el Presidente de la República… Es simplemente una forma de pensar y de proyectar la situación electoral de cara a las elecciones que se avecinan… Una forma de ver las cosas que debe ser tan respetada como la que tienen quienes siguen a Leonel y con visión mesiánica le entienden insustituible.
Pero el leonelismo parece tener la epidermis demasiado sensible y se ofende ante cualquier enfoque que no favorezca a su líder y guía.
Una manifestación de intolerancia que no es la primera. Y que muy por el contrario constituye la norma del comportamiento por parte del entorno de Leonel desde que salieron del poder…. Un proceder que nunca fue característico de sus gobiernos.
Lo que hace suponer que si vuelven a gobernar, no sólo sería más de lo mismo… ¡Es que sería peor!... Porque a sus anteriores debilidades habría que sumarle la intolerancia a la crítica.

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