SEUL (Reuters) - Corea del Norte
reiteró el martes su amenaza de atacar bases militares de Estados
Unidos mientras Washington y sus aliados endurecieron las sanciones
económicas contra el aislado país al apuntar contra el principal banco
de cambio extranjero de Pyongyang con nuevas medidas.
La retórica de Corea del Norte, que ha amenazado a Estados Unidos
con una guerra nuclear y realizó pruebas de ataques con aviones no
tripulados sobre Corea del Sur, y la reacción más dura de Washington
generaron mayores preocupaciones en China, el único gran aliado de
Pyongyang, que dijo que la situación era "sensible".
Pyongyang dice que las sanciones de Naciones Unidas, acordadas
después de que Corea del Norte realizase una tercera prueba nuclear en
febrero, forman parte de una trama encabezada por Washington para
derrocar a sus líderes.
"Desde este momento, el Comando Supremo del Ejército Popular de
Corea estará en posición de combate número uno en todas las unidades de
artillería de campo, incluyendo unidades de artillería de largo alcance y
unidades estratégicas de cohetes, que tendrán como objetivo a todos los
objetos enemigos en las bases estadounidenses invasoras en su
territorio continental, Hawái y Guam", informó la agencia de noticias
KCNA de Corea del Norte.
La orden fue emitida en un comunicado del "comando supremo" del Ejército de Corea del Norte.
El Pentágono condenó la retórica de Corea del Norte, diciendo que fue diseñada para "elevar tensiones e intimidar a otros".
"Tienen que frenar las amenazas a la paz en la península, que no
ayudan a nadie (...) Estamos listos para responder a cualquier
eventualidad", dijo el portavoz del Pentágono, George Little, a
periodistas.
El Pentágono ha declinado definir el rango de los misiles de Corea del Norte, diciendo que era información clasificada.
Pero el almirante James Winnefeld, vicejefe del Estado Mayor
Conjunto, reconoció el 15 de marzo que un tipo de misiles de Corea del
Norte probablemente tuviera el rango para alcanzar a Estados Unidos.
El Ministerio de Defensa de Corea del Sur dijo que no vio señales
de una acción militar inminente de Corea del Norte y la mayoría de los
analistas políticos dicen que Pyongyang no se arriesgará a provocar un
conflicto con Estados Unidos que podría perder.
Corea del Sur y el Ejército estadounidense están realizando
ejercicios militares hasta finales de abril, que han destacado que son
de naturaleza estrictamente defensiva.
Corea del Norte acusa a Washington de realizar preparativos para
la guerra usando bombarderos B-52, que han sobrevolado la península
coreana como parte de los ejercicios, y ha anulado un armisticio que
puso fin a la guerra de Corea entre 1950 y 1953.
El Pentágono dijo que hubo tres vuelos de ese tipo con bombarderos B-52 desde el 8 de marzo, el último de ellos el lunes.
Responsables dijeron que Japón y Australia planean sancionar al
Banco de Comercio Exterior de Corea del Norte como parte de los
esfuerzos liderados por Estados Unidos contra la financiación del
programa nuclear del país.
China volvió a pedir moderación a todas las partes. "En este
momento la situación en la península coreana sigue siendo compleja y
sensible", dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores, Hong Lei.
La retórica agresiva de Pyongyang parece otro intento por
impulsar las credenciales militares de Kim Jong-un, que asumió el poder
en diciembre de 2011 después de la muerte de su padre.
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