OYE PAÍS,,,,,,
Es de ‘salto y espanto’ el entramado de corrupción y negocios que en diferentes estamentos militares y policiales contiene el texto del expediente, de 195 páginas, en que la Procuraduría General sustenta sus acusaciones contra el general Adán Cáceres, en la denominada ‘Operación Coral’. No es peregrina la apreciación generalizada de que la corrupción campea en los cuarteles, que hay complicidades de anteriores y relevos, que nadie se ‘atreve’ a ‘meterle mano’ a los militares.
La gente ve y comenta que los militares salen ricos, millonarios, de las posiciones. Pero todo se queda en rumor, en la comidilla de cafés, en tertulias de amigos. Con la excepción del caso del general Cuervo Gómez, secretario de las Fuerzas Armadas durante la gestión de Jorge Blanco, no recuerdo en la historia militar y policial post dictadura de acusaciones de corrupción públicas y judicializadas tan graves y de tantas conexiones como las presentadas ahora. Cuervo Gómez. El juez Manuel María Severino –el ‘Verdugo de los 20 años’, como le llamaban-, hizo galas de su mote y les cantó la pena máxima de prisión. En el expediente contra el mayor general, activo, Adán Cáceres se mencionan oficiales militares superiores a quienes la Procuraduría les establece conexiones, cruces de dineros y bienes, implícitas complicidades. Un entramado de negocios, ‘favores’, ascensos, promociones, posiciones. ¿Se está hurgando en los cuarteles? ¿Se abrirá la caja de Pandora? ¿A dónde llegarán esas pesquisas de un estamento hasta ahora ‘intocable’? ¿Este es el inicio de una escalada hacia los cuarteles?Nada más, por hoy.
Por Ruddy L. González ;-
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