
No obstante, el PRM y su candidato Abinader lucen números que hasta
el momento aparecen como los más altos liderando la competencia,
realidad que parece instalada con mucho triunfalismo en sus dirigentes.
Como ambos partidos tienen margen para ceder salvando lo fundamental,
han llegado a acuerdos electorales congresuales y municipales para el
2020.
Leonel ha hecho bien en manejar los tiempos e intentar dar sensación
de normalidad en su nuevo rol sin alterar el discurso de abrirse paso
echando pulso con el PRM.
Las aguas opositoras se mueven entre Abinader y Leonel, pero Abinader
luce incapacitado para lograr el acuerdo necesario que compactar un
movimiento arrollador.
Su discurso no remata como sí lo ha hecho Leonel que es un “matador
de toros” con sus gritos de guerra, lo que podría poner en apuros la
delantera del PRM, quienes han estado por años liderando la oposición,
pero afectados por el fariseísmo contraopositor que ha dado siempre el
paso de plantear sus posiciones en público atreviéndose a cuestionar y
poner en peligro el liderazgo del PRM. Nunca de buena fe, como es el
fariseo.
Aunque a Leonel sus ex-compañeros le han querido certificar como
literalmente muerto, sin embargo, una candidatura emergente de esas
potencialidades; la decepción con la estrategia de eludir cualquier
enfrentamiento con el Gobierno que arrima un sector del PRM, dando la
sensación de “mejor no discrepar con él porque nunca se sabe”, es lo que
aprovecharía Leonel para arremeter con una fuerza casi doctrinal de “E’
pa’ fuera que van”, como un afán moral que se convertiría en la fuerza
del pueblo y convertir el relevante nivel de descontento en bandera de
lucha.
La actitud vacilante del PRM con la Junta Central Electoral también
pondría a prueba la solidez del frente perremeista que solo crece con
personajes que se consideran “libres de indecencias”, pero que han
invocado su excelencia para defender en manifiestos (“como
independientes”) a prófugos de la justicia.
En esta coyuntura se condiciona su estrategia: en una previsible
segunda vuelta el PRM negociaría con los “corruptos del PLD”, y Leonel,
dando pruebas de que él es algo más, que su señal diferencial es
siempre de el talento y su liderazgo que es la barrera que establece su
propio status, apelará a las bases de ese partido quienes aguardan en
latencia expresar su voto por él, que hoy están reprimidos, y donde
parece que han sabido guardar las formas quienes ganaron posiciones
electivas en las primarias.
Mientras tanto, el danilismo se desborda a ver si espabilan a su candidato.
Por Manuel Fermín ;-
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