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viernes, noviembre 08, 2019

Mi salida del PLD/2

Me enamoré de ese PLD, concebido como antítesis del “partidodesorden” que no encontraba espacio para el debate organizado de las ideas, como forma de construcción política, y que Bosch trató de transformar sin éxito. Las prácticas antitéticas de la nueva y vieja formación dieron a líder visionario la razón.
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Atavió al peledeísmo de  ideología, de lo que se derivaba una disciplina consciente que marcaría una forma distinta de hacer y ver la política constituyéndose así en un halo de esperanza para el pueblo dominicano, lo que permitió que el PLD se fuera enraizando en el corazón de los ciudadanos, con lo que rompió todos los pronósticos de fracaso ante afirmaciones de que el bipartidismo de entonces (PRD y PRSC) sería infranqueable.
La llegada al poder del PLD en 1996 puso en evidencia que instruir brinda sus frutos, pues esta organización política comenzó, desde la administración del Gobierno, a transformar el país. Si bien es cierto que veníamos creciendo de forma modesta pero sostenida durante décadas, cierto es también que a partir de las administraciones peledeístas hubo un empuje económico nunca antes visto, lo que impactó de forma considerable en el combate a la pobreza.
La eficiencia administrativa se extendió hacia la modernización de los servicios, diseño de la más grande red vial de toda la región, inserción en la comunidad internacional, elevación en la calidad de la educación; en fin, logros inéditos a pesar de un entorno económico internacional hostil, que desde la crisis rusa, el tequilazo, el disparo en los precios del barril de petróleo, hasta la cuasi hecatombe económica de 2008, zarandearon nuestra economía.
El promedio de crecimiento económico durante los gobiernos de Leonel Fernández que superó el 7 por ciento con un petróleo que alcanzó cerca de los 150 dólares el barril, y que continuó su ritmo, pero de forma modesta, al superar el 6 por ciento en las administraciones de Danilo Medina; un crecimiento explicable debido a la inercia del empuje económico anterior, la confianza generada por la estabilidad macroeconómica,   el desplome en los precios del petróleo que ha promediado los 40 dólares, y, el endeudamiento externo.
Por Manolo Pichardo ;-
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