El pasado sábado los puertorriqueños despertaron
asombrados al enterarse de que el gobernador Ricardo Roselló, aparte de
sus funciones públicas, tenía el hábito de chatear con sus allegados por
las redes sociales, pero no sobre temas relativos a buscar soluciones a
los graves problemas de Puerto Rico, sino intercambiando mensajes
sexistas, homofóbicos y discriminatorios.
Todo quedó expuesto cuando se divulgaron 889 páginas de mensajes en
Telegram que incriminan muy seriamente a “Ricky” Rosselló en actitudes
burlescas contra gente de su propio pueblo y acciones contra sus
opositores políticos.
La respuesta inmediata de la población fue de indignación, que
inicialmente inundó las redes y los demás medios de comunicación, los
espacios de debate y académicos. Pero la cosa no paró ahí.
Desde el mismo día comenzaron las manifestaciones masivas con
participación de todos los sectores sociales, desde los sindicatos hasta
los artistas de mayor renombre y sus deportistas famosos.
El grito es casi unánime: ¡Qué renuncie Ricardo Rosselló!
A pesar de que todas las manifestaciones de protesta contra el
comportamiento del gobernador han sido extraordinariamente concurridas,
la del pasado miércoles en el Viejo San Juan fue apoteósica,
prolongándose desde las 5:00 de la tarde hasta la madrugada del jueves,
terminando en una batalla campal entre manifestantes y policías.
Entre los artistas presentes en la marcha estaban Residente, Bad Bunny, Ricky Martin, Lin-Manuel Miranda, Benicio del Toro, Ile, Tommy Torres, Gilberto Santa Rosa y Karla Monroig, mientras que en las estrellas del deporte dio un paso al frente Alex Cora y otros.Protest in Puerto Rico: Fireworks were thrown into an area where riot police were standing; police deploy tear gas - @Annie_Rose23 https://t.co/G051hlPOHx pic.twitter.com/islSuaReXt— NBC News (@NBCNews) 18 de julio de 2019
Aunque el pedido de renuncia y la avalancha de manifestaciones han
sido consistentes y no parece que vaya a terminar, Rosselló se ha negado
a renunciar, aunque sí lo han hecho funcionarios suyos que fueron sus
interlocutores en el chateo que hoy los ha puesto en la mira del pueblo
puertorriqueño.
Sea cual sea el desenlace de la grave crisis política que ha caído
sobre Puerto Rico, la lección que deben aprender los gobernantes y los
líderes políticos es que ya no hay asuntos absolutamente confidenciales
que resistan en el tiempo que la gente se entere, y segundo, que los
pueblos exigen hoy más que nunca transparencia y respeto, no burlas y
denuestos.
Esperamos que Puerto Rico supere esta prueba y sus gobernantes asuman sus funciones con responsabilidad, ética y dignidad.
Tomado del editorial de
de la fecha;-
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