Mientras una facción del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) celebraba el pasado domingo 30 de junio, en La Vega, el 110.º aniversario del profesor Juan Bosch,
casi simultáneamente en la capital y la provincia Independencia se
inscribían como candidatos a senadores y diputados figuras que desde el
punto de vista de la ética podríamos considerar la antítesis del autor
de “La Mañosa”.
Como si no le bastara con el archiconocido “alquimista” sanjuanero
Félix Bautista o con Tommy Galán, este último uno de los principales
implicados en el caso Odebrecht, el PLD
inscribió como precandidato a diputado nada menos que a Donni Santana,
actualmente en prisión por incesto (léase por abusar sexualmente de una
hija).
Como escribió en su cuenta de Twitter la exfiscal @YeniBerenice: “El
eslogan más apropiado para ese precandidato debería ser algo como: “El
incesto al Congreso”. No se diga más.
Otros casos sobresalientes son los de los humoristas Aquiles
Correa y Bolívar Valera. Al ver estas personas y su trayectoria de
inmediato surge la pregunta: ¿cuáles aportes podrían hacer estas figuras
a la sociedad desde el Congreso? En caso de que pasen, el país podría
perder a dos buenos (¿?) humoristas y “ganar” dos pésimos congresistas.
Quizá ganen, y ojalá me equivoque.
Pero el “Oscar al absurdo” se lo lleva sin dudas Santiago Matías, mejor conocido como “Alofoke”, un joven “influencer” (influenciador) con un pasado que él ni la DNCD, y menos nosotros quisiéramos recordar.
Gracias a su talento y a los tiempos que vivimos, a “Alofoke”
le ha ido muy bien como promotor de la música urbana, así como en las
redes sociales, donde tiene más seguidores que muchos medios formales.
Haciendo gala de su estilo irreverente, Matías fue “Alofoke” a inscribir su candidatura: en chancletas y con su pijama (si Juan Bosch
estuviera vivo y viera eso, se cae muerto en el acto). La forma –sin
embargo- es lo de menos. Desde luego, después de haber visto a Manuel
Díaz, Lila Alburquerque, a los senadores y diputados de Odebrecht, uno
se pregunta si Matías podría superar a estos “honorables”. No sabemos.
Es normal que las cosas cambien con el tiempo. Pero la cúpula morada
va demasiado veloz (y en reversa) en un proceso de degeneración total.
Como si el mundo se les fuera a acabar y pudieran llevarse todo lo
robado para disfrutarlo en la otra vida, si la hubiere, los peledeístas
están enfocados en mantenerse pegados de la ubre estatal (los
danilistas) o volver a ordeñar las gastadas tetas públicas (los
leonelistas).
Los hechos demuestran que a quienes controlan el Estado y el partido fundado por Juan Bosch
poco o nada les importa el legado ético del profesor, pues para ellos
lo importante es mantenerse en el poder y seguir siendo genuinos
depredadores, manejando el presupuesto como hasta ahora: “Alofoke”.
Por:
German Marte ;-
germanmarte4@gmail.com
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