No hay que ser adivino para describir el futuro del país si Danilo
Medina se empeña en burlar los acuerdos políticos e impone la
modificación constitucional para ser candidato presidencial.
Para lograrlo tendría que usar ilegalmente fondos públicos y sobornar
legisladores, si es que nuevamente encuentra quienes se vendan, y
logren modificar la Constitución, teniendo a todo un país en contra.
Luego vendría el revolú en el PLD. Como Danilo tiene poder y se cree Trujillo, tendría que imponer la candidatura.
Sabemos que entre la reforma constitucional y apoderarse de la nominación habría problemas políticos.
La marejada de opositores se alzaría en protesta, incluyendo los propios peledeístas.
Las dimensiones del malestar, por ahora no se pueden cuantificar, pero la fuerza pública tendría que actuar.
(Ser candidato presidencial con las iglesias, y toda la sociedad
civil en contra no es reelegirse, pero sigamos viendo hacia adelante).
Volveríamos al estilo represivo balaguerista, ahora con Danilo de
caudillo. Los heridos y muertos previsibles no serán favorables a una
candidatura presidencial, pero a sangre y fuego, con fraude electoral
incluido, podría imponerse como presidente. La paz pública, la
gobernabilidad, en un país sin ley, también enturbiaría el clima de
negocios, con presión constante para un gobierno que, mantendría las
calles ocupadas por fuerzas represivas, persiguiendo manifestantes y
afectando las libertades, con cierre de medios de comunicación; también
deportaría contrarios al gobierno, aumentaría el espionaje y buscaría
medios sofisticados para neutralizar las redes.
La intolerancia de ahora se convertirá en una dictadura en busca de otro 30 de mayo. Es mejor la negociación.
La reelección es un error en camino al terror.
Por Alfredo Freites ;-
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