Casi a la víspera de las memorias que deberá presentar mañana ante el
Congreso Nacional el presidente Danilo Medina, en medio de gran
expectativa sobre el rumbo que dará a su discurso, los últimos decretos
en los que designa a varios funcionarios y dispone la rotación de otros
se les puede dar una lectura esencialmente política. Lo primero es que
con la sola inclusión de algunos nombres, como el del exalcalde Roberto
Salcedo, y el del exministro Franklin Almeyda, el gobernante e la
influyente figura del PLD da pie a la distracción y a la especulación.
De entrada, el presidente Medina deja sentado que no tiene fecha fija
para emitir decretos quitando o designando funcionarios, contrario al
librito por el que se regían otros mandatarios dominicanos. El doctor
Almeyda, quien no baraja pleitos que entienda chocan con la línea
partidaria o con la Constitución, le “agradeció” a Medina el haberlo
quitado, porque le ofrece más tiempo libre para dedicarlo a su oficina
de abogados y al proyecto presidencial del doctor Leonel Fernández. El
decreto y la respuesta encierran diversos mensajes, para una libre
interpretación. En el caso de Roberto, agradece la incorporación al
gobierno por la oportunidad “de servir” al país que el gobernante le
ofrece, aun cuando se sabe que si era poca cosa lo que se hacía, lo
mismo sucedería en lo adelante, por cuanto aquí a los “asesores” o
ministros sin cartera nunca se les consulta para nada y pocas veces se
les toma en cuenta para las decisiones de Estado o la implementación de
políticas gubernamentales. Aun más, ni siquiera instituciones “asesoras”
del Poder Ejecutivo, como el CODIA y la UASD, son consultadas cuando
hay algo importante sobre lo que deberían dar su opinión. Entonces, lo
de algunos nombramientos solo es por un cumplido, por un fin político,
pero nada más. Con Salcedo y Almeyda, al igual que con Yepes por Dionis
como vice del Senado, hubo un “intercambio”. Veamos. Vistos como de
Leonel, creo que Yepes bajó la guardia con lo de las primarias, y,
Roberto, sin “alzar vuelo”, dijo que si como Alcalde se reeligió más de
una vez, no le lucía hablar “no de no reelección”. Mensaje o no, a
alguien le gustó y vino el decreto. En fin, este 27 el discurso de
Medina pudiera dar una señal de la puerta (ancha o estrecha) por la que
buscaría entrar.
Por Luis Encarnación Pimentel ;-
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