Siganos en nuestras redes

siguenos en facebook siguenos en Twitter siguenos en Google+ Canal de youtube siguenos en facebook sígueme en Instagram siguenos en facebook

jueves, diciembre 06, 2018

▶️ Terror y muertes en Villas Agrícolas

“Pensé que se había caído un avión”,,,, 
Primero fue el estruendo, luego le siguió el terror y la incertidumbre. Así describen decenas de moradores y vecinos el momento vivido la mañana de ayer en el sector Villas Agrícolas de la zona norte de la capital, tras la explosión ocurrida en la fábrica Polyplas.
“Yo pensé que se había caído un avión. Mis trabajadores y yo salimos corriendo y cuando miramos arriba lo primero que vimos fue que el cielo se había puesto negro”, cuenta Eugenio Núñez, de 42 años, quien es propietario de un taller de reparaciones ubicado en la intersección de las calles Moca y 30, cerca del lugar del accidente.
Narra que se alejaron del lugar por la humareda pero además porque sentían que la tierra también temblaba.
Incluso a varias cuadras del lugar de los hechos, el alcance y la fuerza de la explosión fue clara: varios negocios y edificios tenían los cristales rotos y otras partes de su edificación afectada.
Por esta razón, algunos dueños de negocios decidieron no dejar sus puestos de trabajo, pese a la relativa cercanía con el lugar del accidente, según ellos, por miedo a posibles saqueos.
Aún más cerca de la zona, el impacto también sorprendió a estudiantes y personal del Palacio Escolar España, la cual se encuentra próximo a Polyplas, donde cientos de alumnos fueron evacuados y un poste del tendido de alta tensión fue derribado a causa de la explosión.
“Mis hijos llegaron a casa llorando porque de la escuela los hicieron salir corriendo, yo como madre no puedo vivir con eso”, dijo María Alejandrina, madre de dos hijos, quien a pesar de encontrarse entonces a tres cuadras del lugar del accidente, aún intentaba recuperar la respiración a causa del estrés y el pánico de la situación vivida momentos antes. El siniestro ocurrió cerca de las 11:30 de la mañana. Varios testigos aseguran que se produjeron alrededor de tres explosiones consecutivas: dos leves y otra de mayor intensidad.
“Momento desesperante”
Katherine Ynfante, quien labora en una oficina cerca del lugar de la explosión, dijo que escuchó un gran estruendo y sintió como el escritorio donde trabaja se movió con gran fuerza.
“Me sobresalté y sentí como que la tierra había temblado, cubrí mi cabeza pero nada cayó. Cuando salgo veo a las personas desesperadas corriendo y gritando que un tanque de gas había explotado”, indicó.
Confesó que lo más angustiante fue escuchar las versiones de que había muchos niños y personas heridas. “Parecía una película, todos corriendo, gritando, madres llorando por sus hijos en las escuelas cercanas, los rumores de que habría otra explosión. Fue un momento muy desesperante, caótico. Veíamos el humo negro, subir y subir, y las personas corriendo diciendo que iba a explotar nuevamente, gracias a Dios todo mejoró pero la verdad que parecía una escena de película de suspenso”, dijo la joven sobre los segundos que siguieron al poderoso estallido.
Algunos residentes en los alrededores de la fábrica se alejaron varias cuadras del lugar porque se difundió la versión de que otro tanque podía explosionar.
Robos
Los momentos de angustia, dolor e incertidumbre fueron aprovechados por delincuentes para penetrar a viviendas que los vecinos abandonaron presurosamente por temor a que siguieran las explosiones y a las llamas que se expandían.
De algunas viviendas fueron sustraídos electrodomésticos y otros objetos de valor.Personas que también tomaban imágenes y vídeos con sus celulares en las calles fueron despojados por antisociales de sus aparatos.
En la zona del sector Villas Agrícolas donde ocurrió el suceso predomina una dinámica actividad comercial y, específicamente la calle Aníbal de Espinosa, donde está ubicada la empresa Polyplas, se considera que se creó la primera zona industrial del país.
EXPLOSIÓN SACUDIÓ LA CAPITAL EMPRESA POLYPLAS
La sacudida hizo suponer que se trataba de un terremoto ocurrido poco antes del mediodía de ayer. Fue el estallido en una planta de producción de plásticos, Polyplas, en el sector Villas Agrícolas, luego de una fuga masiva de combustible que desató un fuego abrasivo.
El saldo preliminar es de al menos cuatro personas muertas, cerca de un centenar heridos y afectados, mientras que hay varios desaparecidos.
Aunque el susto se extendió por gran parte de la Capital, fue mucho mayor en varias escuelas situadas próximo a la instalación siniestrada, viviendas y fábricas que de inmediato improvisaron operativos de evacuación para escapar de la proliferación de gases que se expandían por el fuego y sacudidos por la brisa.
La gran sacudida se sintió en el Palacio Nacional, donde funcionarios y empleados trataban de determinar de inmediato qué pasaba al norte de la ciudad, noticia que llegó poco después por las imágenes que comenzaron a circular en las redes, las emisiones de televisión y la versión digital de los periódicos.
Algo similar se sintió en los hospitales y clínicas más próximos a la zona del desastre: primero la explosión, luego la humareda con emanación de gases y posteriormente la llegada de personas afectadas, unas con heridas contusas, otras con síntomas de asfixia.
Lo usual es que los lugares de tragedias como estas motiven el acercamiento masivo de curiosos, pero el llamado del alcalde del Distrito Nacional, David Collado, y el auxilio de la autoridad policial y miembros de las Fuerzas Armadas, mantuvo el área operativa para que los Bomberos de la Capital y los cuerpos de socorro realizaran su labor de apagado del fuego y rescate de personas atrapadas o inmovilizadas por heridas.
Aunque la ciudad de Santo Domingo fue el territorio directamente afectada por la explosión, al correr la noticia por los medios, personas comenzaron a llamar a sus familiares desde las tres regiones del interior del país y desde el extranjero, impresionados por la magnitud de la tragedia y para asegurarse de que los suyos estaban ilesos.
En horas de la noche, superado el trauma iniciado al mediodía, la incertidumbre mayor era determinar la suerte corrida por un grupo de empleados de la fábrica que aun no había sido ubicado y que sus familiares inquirían en las proximidades de las instalaciones siniestradas.
LOS PRODUCTOS DE LA EMPRESA POLYPLAS
La tragedia ocurrió en la empresa Polyplas, que oferta más de 100 productos diferentes, como botellas y vasos plásticos, botellones y tapas, envases desechables, productos de cuidado personal y del hogar y lubricantes automotrices, entre otros altamente inflamables.
El accidente se reflejó también en el polígono central de la ciudad, donde el tránsito habitual disminuyó luego de que el Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN) pidiera a la ciudadanía reducir sus desplazamientos para facilitar la circulación de los vehículos de emergencia.
En horas de mucho tráfico, como las 5:00 de la tarde, la circulación vehicular tanto este-oeste como oeste –este, en la avenida 27 de Febrero que, a esa hora, suele estar atestada de vehículos, lucía mucho más escasa y manejable.
Esto evidenciaba que la ciudadanía respondió a un pedido inusual en el país cuando ocurren situaciones de emergencia como la sucedida ayer. Durante toda la tarde las sirenas de las ambulancias y los bomberos se hacían sentir por encima del ruido de una ciudad que se percibía más tranquila de lo habitual.
“Solicitamos a la ciudadanía reducir el desplazamiento en calles y avenidas principales de la ciudad, para que los vehículos de emergencia pudieran trasladarse de manera más efectiva”, expresa el comunicado del ADN.
El ministro de Educación, Andrés Navarro, lamentó la explosión que afectó cinco escuelas y varias estancias, dejando a nueve estudiantes con heridas y dispuso medidas de apoyo a sus familias y de reparación de los centros educativos.
AL MENOS 83 PACIENTES CON QUEMADURAS, TRAUMAS Y HERIDAS
Sobre los 80 pacientes con quemaduras, traumas, heridas y problemas respiratorios por inhalación de humo, algunos en condiciones críticas, fueron recibidos ayer en por lo menos ocho centros de salud de la red pública y privada del Gran Santo Domingo, fruto de la explosión ocurrida próximo al mediodía en la fábrica de plástico Polyplas del sector Villas Agrícolas en el Distrito Nacional.
En las áreas de emergencias del hospital Francisco Moscoso Puello se ofrecieron 32 asistencias de personas con diferentes traumas, 19 adultos y 13 niños, cinco de los cuales fueron referidos a otros centros y el resto dado de alta; en el hospital General de la Plaza de la Salud se recibieron 12 pacientes, entre ellos dos menores, la mayoría con traumas cervical, craneal, laceraciones múltiples y crisis asmáticas. Se ingresaron dos adultos en condiciones de cuidado y un menor en condiciones estables.
En la Clínica Cruz Jiminián se recibieron  22 pacientes, incluyendo seis niños entre tres y 15 años, algunos con lesiones leves, con heridas e intoxicación por inhalación, ninguno de los atendidos trabajaba en la empresa, sino que casualmente iban pasando por los alrededores.
En el hospital Ney Arias Lora, donde funciona la unidad de quemados del hospital Luis Eduardo Aybar, se recibieron cuatro pacientes, tres de ellos con quemaduras, de los cuales dos  presentaron condiciones críticas, con quemaduras de segundo y tercer grado, y una paciente con fractura en una pierna. En Cedimat fueron atendidos dos pacientes con traumas leves. Los pacientes más críticos permanecen ingresados en el Hospital Traumatológico Ney Arias Lora.
En el hospital Félix María Goico fueron atendidos diez pacientes, nueve con lesiones leves y una señora con trauma craneal. Mientras que en el Darío Contreras se recibieron dos adultos, todos permanecen en condición estable.
La explosión motivó la activación de los servicios de emergencias de los principales establecimientos de salud públicos y privados y la creación de parte del Ministerio de Salud Pública de un equipo integrado por técnicos del Departamento de Salud Ambiental y Emergencias Médicas para evaluar y dar seguimiento a las personas afectadas. Tras la explosión, el Servicio Nacional de Salud (SNS) dispuso las acciones y recursos necesarios para recibir en los hospitales a las personas que resultaron heridas y activó el Comité de Emergencias del nivel central, habilitando áreas de expansión, ambulancias, unidades de sangre, suspendidas cirugías electivas en algunos hospitales del Gran Santo Domingo, entre otras acciones.
Los hospitales habilitaron áreas de expansión en sus servicios de emergencias y reforzaron con personal médico. También activaron sus comités hospitalarios de emergencias y desastres internos.
El titular del SNS, Chanel Rosa, visitó el hospital Francisco Moscoso Puello, donde constató la situación de la emergencia y verificó el traslado de los pacientes que ameritaban ser atendidos en otros centros de salud.
"¡AY ROSA! YO CREO QUE ESTO VA A EXPLOTÁ”
“¡Ay Rosa! yo creo que esto va a explotá”, fue la última frase que pronunció una joven desde el almacén de la empresa Polyplas, donde se observa la falta de visibilidad debido al gas que mantiene el área inundada, al parecer poco antes de la explosión que llenó de pánico, angustia e incertidumbre a residentes en el sector Villas Agrícolas de la capital.
En el cuarto donde se tomó el vídeo se observan también cajas vacías que dicen “Poly Cap”, y en la descripción de la joven que tomó el vídeo se escucha cuando ella y otra persona de sexo masculino advierten que el gas se extendió en la puerta 7 del almacén.
“¡Un humo explosivo... Estamos arriba en almacén, estamos en fuego total, no se ve nada, esa es la puerta de almacén y no se ve nada, de nada, de nada!”, exclama la joven que al parecer describe los momentos en el lugar antes del poderoso estruendo. No se pueden ver las figuras  de las personas que se escuchan en el audiovisual.
En otro vídeo, muy parecido, y donde sí pueden observarse dos mujeres y se escucha un tercero de sexo masculino, una de ellas con gorro y uniforme puesto muestra también el área del almacén arropada por el gas. “Esto es almacén, están echando un gas aquí. Y estamos nublados del gas que están echando, estamos nublados, muy, pero muy nublados en almacén”, dice mientras la otra pregunta si no han podido “controlar eso”.
Un mensaje colocado en el video expresa “Dios, estoy my (muy) asutada (asustada) no (nos) estamos afisiando (asfixiando) los 3, Dios ayúdano (ayúdanos)...”.
 
Por Lewis Martínez | Escarlin Pozo | Ramón Pérez Reyes | Juan Salazar | Alicia Estévez | Felipe Ciprián | Doris Pantaleón ;-
Print Friendly, PDF & Email

No hay comentarios:

Publicar un comentario