El que en ocasión del día de nuestra Carta Magna el presidente Danilo
Medina reiterara su intención de respeto por la Constitución, y el apego
del gobierno que encabeza a la independencia de los poderes públicos y a
los derechos ciudadanos, es alto alentador, esperanzador, en tiempos de
consabidas incógnitas y de la aprensión en algunos sectores nacionales
de que traviesas aventuras político-electorales pongan en ascuas la paz
social o el ordenamiento institucional del país.
Igualmente, la
referencia del juicioso y responsable magistrado presidente del Tribunal
Constitucional, Milton Ray Guevara, ante el busto del patricio Juan
Pablo Duarte, en el sentido de que:
“En la Constitución, lo importante
no es el papel, sino el contenido”, fue muy oportuna y no tiene
desperdicio. Porque -citado fuera de contexto, Balaguer en una frase
ajena, y no siempre tomado en cuenta el autor de la expresión completa,
el alemán Ferdinand Lassalle, por los que controlan el poder- la
Constitución no puede ser ni verse como un pedazo de papel, ni
interpretarse -ni modificarse-, según circunstancias, coyunturas
políticas o conveniencias particulares (¿). Se le hace un flaco servicio
a la democracia y a la institucionalidad de la nación en sentido
general -con los consiguientes costos políticos-, cuando no hay reparo o
miramiento alguno para modificarla, y hasta violarla, buscando
“bajaderos” o “acotejos” que en definitiva resultan perjudiciales y
trastornadores. De referentes traumáticos está preñada la historia
patria, con 37 de 39 modificaciones constitucionales solo para abrir
paso reelecciones de figuras al mando del poder, entre ellas, Báez,
Bilis,Vásquez, Trujillo y Balaguer, dejando para después a personas que
todavía tienen vigencia y gravitación. Por cierto, tras unos días en
Colombia (país con una realidad muy distinta a la imagen dañina
proyectada en las narco-novelas), tengo de fuentes respetables
condimentos e ingredientes importantes de algunos platos fuertes ya en
proceso o en planes de cocinarse en el ambiente político-electoral
local, donde hay posiciones e ideas de los que “empujan” en más de una
dirección en capacidad de alimentar controversias y mover a preocupación
en amplios sectores partidarios y empresariales del país, unos metidos
de lleno y otros como observadores. Veamos: Hay posibilidad de que
Danilo no defina en marzo lo que le dijo a Jatnna que dejaría claro
ese mes , sino que quiera ganar algo más de tiempo, para ver qué brazas
adicionales puede arrimar para su fogón. Para el sancocho pautado en el
Congreso, están seguros la olla y los fondos para las carnes, víveres y
comensales indispensables. El resto, en la entrega del martes.
Por Luis Encarnación Pimentel ;-
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