Las elecciones presidenciales en Venezuela se celebraron de manera
cívica y democrática, en un ambiente tranquilo, a pesar de todas las
amenazas internas y las presiones externas, provenientes de países
hegemónicos del Norte del mundo.
Los resultados dieron una impactante victoria del candidato
presidencial a la reelección Nicolás Maduro quien ganó con 6.711.110
votos, contra 1.989.412 de su contendor más cercano Henri Falcón.
Pero acaso, el triunfo más grande para las fuerzas de la Revolución
Bolivariana fue el 48% de participación en medio de ataques de todo tipo
contra el elector venezolano. De ello es necesario extraer algunas
conclusiones al calor de los recientes resultados:
Grandes derrotados
Los grandes derrotados de las elecciones presidenciales no fueron
solo los candidatos Falcón y Bertucci, como quizás podría pensarse en un
primer momento, sino la Mesa de la Unidad Democrática (MUD por sus
siglas), y sus cuatro fundamentales partidos (PJ, AD, UNT, VP).
Su llamado a la abstención fue derrotado con el 48% de participación
popular. Podríamos decir que este resultado fue el golpe de gracia a los
partidos tradicionales de la oposición y su enésimo error
abstencionista.
Brecha de votos
La victoria del reelecto presidente Nicolás Maduro fue
acompañada por la brecha de votos más grande de toda la Quinta
República venezolana. Dicha brecha tiene que ver con una oposición
dividida en tres partes: Por un lado están los Abstencionistas (partidos
tradicionales de la MUD). Y por el otro los dos ex candidatos
presidenciales Henri Falcón y el pastor evangélico Bertucci. Los
desmanes de esta división apenas comienzan para la oposición que ahora
tiene el reto de encontrar una nueva unidad, cada vez más incierta.
Países y mandatarios derrotados
Otros de los derrotados en las elecciones presidenciales fueron los
países y mandatarios foráneos que presionaron a Venezuela para suspender
sus elecciones. El porcentaje de Nicolás Maduro
es mayor al de muchos de estos Jefes de Gobierno que cuestionaron las
elecciones venezolanas. Pero también la participación electoral con la
cual ganó Maduro supera la participación con la que resultaron electos
muchos de estos presidentes.
Aquí algunos ejemplos: Óscar Berger, Guatemala 2003, 46,80%. Álvaro
Uribe, Colombia 2006, 45,05%. Juan Manuel Santos, Colombia 2010, 44,34%.
Sebastián Piñera, Chile 2017, 46,70%. O el caso particular de Temer que
no fue elegido por nadie para ser presidente de Brasil.
Nicolás Maduro gana las elecciones presidenciales del 2018 con 68% de los votos.
Elecciones de maquinaria
Estas elecciones finalmente se demuestran como un evento de maquinaria partidista. El Partido Socialista Unido de Venezuela -PSUV–
se demuestra como el partido con mayor capacidad de arrastre de votos.
Los votos “duros” del chavismo sacan la cara y suman 6 millones en medio
de una grave situación económica, fruto de un bloqueo económico
internacional contra Venezuela y errores internos de gestión
gubernamental.
Participación electoral
Casi la mitad del padrón electoral venezolano ejerció valientemente
su derecho humano al voto. Con ello el pueblo venezolano ratificó (más
allá del tinte político particular de cada quien) su vocación
democrática contra las amenazas internas y externas que coartaban la
participación de los ciudadanos.
Es de recordar que en los últimos 18 años Venezuela ha realizado 25
procesos electorales de los cuales la Revolución Bolivariana ha ganado
23. Pero otro dato que quizás nos puede ayudar a entender el talante y
vocación democrática de los venezolanos, en los últimos 9 meses el país
ha realizado elecciones Constituyente, Municipales, Regionales y
Presidenciales.
Error de lectura
Resulta sarcástico, por decir lo menos, que representantes de la MUD
traten de confundir a sus seguidores atribuyéndose un supuesto triunfo
por los niveles de abstención en las elecciones presidenciales. Hay que
aclarar que el 48% de participación no puede ser considerada una
participación baja. Y aunque lo fuese, dicha abstención no dependió en
ningún momento del tibio llamado abstencionista del sector de la MUD que
solo representa uno de los tres sectores de la dividida oposición
venezolana.
Los NO voto no son votos y la abstención no elige a nadie. La
derrotada abstención opositora pone todas sus esperanzas ahora en un
bloqueo internacional contra Venezuela y hasta una posible intervención
militar estadounidense.
Por ahora, y con Maduro 6 años más en el poder, estas son las únicas
verdaderas propuestas que la derecha le tiene a sus seguidores.
Ultimátum
En el campo revolucionario, el pueblo que ratificó la confianza
electoral a Maduro, hoy día clama por soluciones concretas a la grave
situación económica, so pena de que este sea el último apoyo contundente
a su gestión.
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