Más de 40,000 ciudadanos se han ofrecido como
voluntarios para trabajar durante lo que resta de la Semana Santa en los
operativos de prevención de accidentes en carreteras y lugares de
recreación, en todo el país.
Como se puede
apreciar, se trata de una significativa movilización de personal
preparado para las asistencias que el Gobierno pone al servicio de una
causa, por la protección de vidas en este especial período de tiempo.
Casi tres mil puestos de socorro y seis hospitales de campaña,
respaldados por unidades móviles que incluyen ambulancias, grúas,
vehículos de vigilancia en carreteras, helicópteros y embarcaciones
navales, estarán hábiles desde mañana hasta el domingo, los días del
verdadero asueto.
La plataforma de protección está, pues, montada, pero su éxito
dependerá más que de esos voluntarios y sus equipos, de la conducta de
mesura, precaución y control que hemos preconizado en nuestro editorial
del principio de las conmemoraciones religiosas, para que los ciudadanos
las asuman como la mejor de todas las prevenciones.
Los peligros acechan por doquier, especialmente en las carreteras,
donde los excesos de automovilistas se convierten en los causantes de
fatales accidentes. De ahí el empeño que muestran las autoridades para
desplegar el mayor número de voluntarios en las carreteras, para regular
velocidades, el orden en la circulación, la asistencia en casos de
desperfectos técnicos de los vehículos y para despejar las vías de
cualquier elemento de peligro.
Si bien los voluntarios o brigadistas se sacrifican por el resto de
sus compatriotas que salen a disfrutar a su manera estos días de Semana
Santa, son estos últimos los que deben ser consecuentes con este
ejercicio de solidaridad y protección, y observar las recomendaciones.
Que todos se unan en el esfuerzo de evitar situaciones lamentables en
estos días, practicando la moderación y la cordura, donde quiera que se
encuentren.
Tomado del editorial de
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