COMPROBADO.- Escribí en su momento que Hipólito
Mejía y Miguel Vargas no debían dividir al PRD porque no eran Juan Bosch
ni José Francisco Peña Gómez. Bosch supo fundar el PLD y Peña Gómez
recomponer al PRD. Uno después de considerar imposible lograr sus
objetivos con el partido blanco y el otro obligado por la circunstancia
de vérsela con Jacobo Majluta. El tiempo, el implacable, siempre da la
razón a quien la tiene.
El PRM (el partido que debió de ser de Mejía,
pero que todavía no se sabe y por ahora comparte con Luis Abinader) no
alcanza su plenitud. Aun cuando tiene de por medio una convención
extraordinaria para seleccionar candidato a la presidencia de la
República y unas elecciones nacionales que perdió. El PRD, por su lado,
se consume en las manos de Vargas y sobrevive gracia al aliento político
del gobierno. Las dos organizaciones –entre final del año pasado y
principio de este– celebraron consultas precarias. Lo que significa que
la incapacidad o la incompetencia de sus respectivas direcciones no
llenan –como se dice ahora– las expectativas. Además de fallas
políticas, carencias técnicas, y unas y otras por los mismos motivos:
Falta de una gerencia adecuada, suficiente…
LA OPORTUNIDAD.- El PRD acaba de sufrir una caída la
semana pasada que dependiendo de como la afronte puede convertirse en
un descalabro u oportunidad para cubrir mejor las apariencias. El
Tribunal Superior Electoral falló que su convención del año pasado no
cumplió con los requisitos de ley, y que anulada, debe repetir el
proceso. El partido anunció para el día de hoy una rueda de prensa de su
presidente Miguel Vargas, y la convocatoria da a entender que será todo
un espectáculo. Hacer ruido en su Casa Nacional no salva al PRD o a sus
directivos de los rigores del TSE. Lo aconsejable sería reconocer el
error y actuar en consecuencia. El alegato de que le queda tiempo del
actual mandato no cambia nada, ni jurídica ni políticamente, pues si era
presidente hasta septiembre ¿por qué dar un palo acechado con casi un
año de anticipación? La jugada no le salió bien y lo atraparon el
corrido de bases. Además, debe aprender para la próxima que una cosa es
ser sabio y otra, sabichoso, y que la suerte no está en repartir las
cartas, sino en voltearlas con la jugada perfecta. La parte gananciosa
debe cuidarse de los detalles y distinguir entre lo jurídico y lo
político. La alta corte electoral calculó a su favor, y la movida no
pudo ser mejor. Ahora habrá que acreditarla como independiente. Aunque
el golpe dirá más tarde…
DAÑAR LA OBRA.- El PRM, sin que nadie le ponga la
mano, está dedicado a dañar su propia obra. Un empeño que no tiene
explicación, ni justificación, y que nadie entiende, porque tampoco la
Comisión Nacional Organizadora habla claro. No supo preparar la consulta
y ahora se desdice al contar. Fue domingo 18 y hoy es lunes 26. Si en
una semana no pudo contar lo poco ¿qué será cuando los votos de ahora se
junten con los de la complementaria de abril? Y la verdad que no solo
importaban la presidencia y secretaría general nacionales, el designio
del liderazgo superior, sino también las instancias medias, las
vicepresidencias y subsecretarías generales. Las localidades de seguro
conocerán sus nuevos directivos, aunque no deja de llamar la atención el
ánimo tranquilo. El que no se hayan producido los consabidos alegatos, y
que se suponen deben hacerse en la misma mesa, pues si pasa el tiempo,
serán resabios y desahogos sin sentido ni utilidad.
No debe olvidarse la vieja sentencia de que “acta mata voto”,
situación que conoce muy bien la comunidad PRD, ahora PRM, pues los
reglamentos fueron copiados, incluso en algunos aspectos con mayor
drasticidad. ¿Qué sucederá realmente? ¿Se quejarán los afectados ante el
CLO o el CNO o se irán directamente al Tribunal Superior Electoral? El
hecho de que no se vean señales hace más preocupante el panorama…
LOS ORGANISMOS.- La situación preocupa, pero
preocupa por las realidades o versiones perversas que circulan entre los
candidatos o sus seguidores a nivel medio. Cuentan que el vaciado es
horroroso, que toda experiencia anterior, antes que replicada, fue
superada. Todo un abuso de confianza. Los delegados se aprovecharon de
la circunstancia y se sirvieron a su antojo, repartiéndose a partes
iguales. Como existía un acuerdo para los cargos más importantes, lo
extendieron a las vicepresidencias y subsecretarías.
Aunque eso no implica a los organismos, en los cuales la disputa se
dará cerrada, o por lo menos es lo que anima a los grupos. El que domine
o predomine en los organismos, el que a la hora de contar tenga más,
ese será políticamente el ganador. Así que contrario a lo que se cree,
de que la democracia interna fue anulada por el entendimiento entre
Hipólito Mejía y Luis Abinader, estos sí se enfrentaron a espada, y en
lugares a daga, con un –consiguiente- - resultado casi sangriento. El
jefe de grupo que saque muchos presidentes y secretarios generales, le
irá bien, pero lo que verdaderamente contará serán los organismos. Pudo
pensarse que el PRM era un partido de dirigentes, por las tantas
aspiraciones y candidaturas, pero será de organismos, y si no, fíjense
en la cantidad puesta en juego…
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