En el primer semestre de este año 269 personas se
han suicidado, una frecuencia que se ha mantenido constante en el
último decenio, con un total de 5,664 fallecidos por esa causa y a razón
de tres cada dos días.
De los suicidios registrados en los primeros seis meses del año, 36 fueron en enero, 43 en febrero, 35 en marzo, 48 en abril, 51 en mayo y 56 en junio, con un total de 231 del sexo masculino y 38 del sexo femenino.
Debido a que las cifras nunca han bajado de 500 desde 2007 a 2016, incluso alcanzando cantidades topes de 638 y 637 en 2012 y 2011, respectivamente, la Sociedad Dominicana de Psiquiatría (SDP) propone crear un Plan Nacional de Prevención de los Suicidios y establecer una línea telefónica de auxilio libre de cargos, donde los potenciales suicidas reciban orientación sobre esa problemática, la que se llamaría “Línea de vida”.
De los suicidios registrados en los primeros seis meses del año, 36 fueron en enero, 43 en febrero, 35 en marzo, 48 en abril, 51 en mayo y 56 en junio, con un total de 231 del sexo masculino y 38 del sexo femenino.
Debido a que las cifras nunca han bajado de 500 desde 2007 a 2016, incluso alcanzando cantidades topes de 638 y 637 en 2012 y 2011, respectivamente, la Sociedad Dominicana de Psiquiatría (SDP) propone crear un Plan Nacional de Prevención de los Suicidios y establecer una línea telefónica de auxilio libre de cargos, donde los potenciales suicidas reciban orientación sobre esa problemática, la que se llamaría “Línea de vida”.
Esas y otras
recomendaciones son expuestas en un documento divulgado por el gremio
con ocasión de conmemorarse hoy domingo el Día Mundial de la Prevención
del Suicidio, una iniciativa impulsada desde al año 2003 por la
Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) y la
Organización Mundial de la Salud (OMS).
“La mayoría de las personas que hablan de quitarse la vida no quieren
morir, lo que quieren es ayuda, es un llamado de auxilio”, precisó
Julio Chestaro, presidente de la SDP, quien considera necesario romper
con el estigma, mitos y tabúes en torno a la atención en salud mental, a
fin de erradicar la creencia de que “solo el que está loco acude al
psiquiatra o sicólogo”.
Sugirió campañas de educación para eliminar creencias tan arraigadas
como aquella de que quien dice que pretende suicidarse no lo hace o que
en la mayoría de los casos la intención es manipular, especialmente
cuando se trata de niños y adolescentes.
El profesional de la psiquiatría estima que los suicidios son
prevenibles con un tratamiento eficaz y oportuno, pues conoce personas
que han intentado quitarse la vida y cinco o diez años después de una
intervención facultativa llevan una vida plena y satisfactoria.
“El suicidio no es una solución, pero los trastornos mentales,
especialmente la depresión, llevan a las personas a pensar que es su
única opción”, añadió.
Dijo que cuando se le habla y presta atención a una persona con ideas
suicidas, lo agradece porque tuvo la oportunidad de desahogarse.
Otras propuestas del gremio son establecer servicios de salud mental
en todos los centros médicos de la red pública y que exista
disponibilidad de camas para internar a quienes procuran asistencia con
esa condición, así como una mayor inversión presupuestaria en esa área.
También capacitar al personal médico no especializado en la
evaluación de los principales trastornos mentales relacionados con las
conductas suicidas, así como crear un sistema de apoyo para quienes lo
han intentado y son regresados a sus comunidades.
Chestaro indicó que todos los sectores de la sociedad, incluyendo los
medios de comunicación, deben involucrarse en la atención de esta
problemática, ya que no es una responsabilidad exclusiva del Estado.
“Nosotros queremos que República Dominicana sea uno de los 28 países
donde según la OMS se aplica un Plan Nacional de Prevención de los
Suicidios”, dijo Chestaro, quien exhortó además a limitar el acceso a
los instrumentos usados en los métodos más frecuentes para el suicidio:
ahorcamiento, envenenamiento y armas de fuego.
Lamentó que cualquier persona tenga acceso fácilmente a un arma de
fuego con tan solo tener dinero para comprarla o a diferentes venenos y
pesticidas usados para quitarse la vida.
El presidente de la SDP afirma que las familias tienen una gran
responsabilidad también en este aspecto, al referir casos de niños y
adolescentes que se han suicidado con armas de sus padres. “El que tiene
un arma de fuego en su casa también debe tener una caja de seguridad
para limitar el acceso”, agregó.
Recordó que algunos padres han perdido de vista también que el
alcohol, aunque legal, es una droga tan letal como cualquier otra, y
muchas veces son los adultos quienes inducen a niños y adolescentes a
consumirlo a temprana edad, principalmente a los varones, porque al
hacerlo demuestran que son “muy machos”.
Cada 10 de septiembre, Día Mundial para la Prevención del Suicidio,
se fomentan en todo el mundo compromisos y medidas prácticas para
prevenir las muertes por esta causa.
A escala mundial se estima que entre 800,000 y un millón de personas
fallecen cada año por suicidio, y esta es la segunda causa principal de
muerte entre personas de 15 a 29 años de edad. Hay indicios de que por
cada adulto que se suicidó, posiblemente alrededor de 20 intentaron
hacerlo.
Las estadísticas más recientes muestran que los jóvenes son cada vez
más propensos a suicidarse, representando hoy en día el grupo con más
riesgo en un tercio de los países desarrollados y en desarrollo.
Los trastornos psicológicos, particularmente la depresión y los
problemas relacionados con el alcohol, son los factores de riesgo mayor
en Europa y Estados Unidos. Sin embargo, los profesionales de la
conducta aclaran que el suicidio es una consecuencia compleja de
diversos factores psicológicos, sociales, biológicos, culturales y de
entorno.
Devastadora
El director general de Salud Mental del Ministerio de Salud Pública,
Ángel Almánzar, dijo que el suicido es una realidad tan devastadora que
cada 40 segundos ocurre uno en el mundo.
Considera vital identificar los síntomas de alarma, especialmente la
depresión, pues hay una relación estrecha entre este trastorno mental y
los suicidios.
“Si una persona expresa alguna intención de suicidarse, de inmediato
hay que actuar para disuadirla. Todo intento de suicidio refleja un
sufrimiento y es nuestro deber tomarlo en serio”, indicó.
Almánzar destacó los esfuerzos del Ministerio de Salud Pública para
mejorar la atención en salud mental con la apertura de las Unidades de
Intervención en Crisis (UIC) y áreas específicas para brindar esos
servicios en la mayoría de los hospitales.
Exhortó a la población a no estigmatizar ni burlarse de una persona
con ideas suicidas, y en cambio fomentar la comunicación para disuadirla
y luego derivarla a un especialista para que reciba un adecuado
tratamiento.
Las cifras de suicidios en el país podrían ser mayores debido a que
existe un sub-registro por la cantidad de casos que no son reportados,
ya que algunas familias entienden que un caso de suicidio en el hogar es
una mancha que perdura para siempre.
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