Haitianos entran a RD con menos obstáculos,,, MASA DE INMIGRANTES EN CAMPOS, BARRIOS, CALLES Y AVENIDAS, BORDEAN FRONTERA EN MOTOS Y CRUZAN PUNTOS DE CHEQUEOS
Dominicanos en motocicletas y otro tipo de vehículos han establecido
una ruta de tráfico diario de haitianos indocumentados, a plena luz del
día y bajo la mirada fría de las autoridades, dejando a colectividades
fronterizas y otros extremos de ciudades del país a merced de un flujo
desbocado de inmigrantes que prácticamente ya no encuentra resistencia
en su camino.
Mientras tanto, el cancillar Miguel Vargas, declaró que Haití y
República Dominicana tienen que convivir de manera fraternal, pero
advirtió que hay que respetar las leyes migratorias y la Constitución
del país.
Si esto no es una invasión haitiana, entonces a @DGMigracionRD que explique, aquí vemos cientos cruzando la frontera. Hay que tomar medidas! pic.twitter.com/cSU7sc5nls— Abel Martínez Durán (@AbelMartinezD) 6 de julio de 2017
“Nosotros, dijo Vargas, hemos sido reiterativos en hacer cumplir
las leyes migratorias; hemos llevado las mejores relaciones con el
gobierno haitiano y con su pueblo, siempre con la claridad de nuestra
soberanía y lo que corresponde a nuestras leyes migratorias”.
Los habitantes de Loma de Castañuelas, una de las rutas utilizadas
por los contrabandistas de haitianos, que son dirigidos hacia Santiago y
otros lugares del territorio, dijeron estar alarmados al ver la
facilidad con que estos indocumentados entran a República Dominicana. A
través de la parte norte dominicana, los traficantes de ilegales han
marcado unas líneas de cruce que les ha facilitado el ingreso de cientos
de haitianos. Así, cruzan la frontera bordeando los linderos de
Dajabón, cruzando el río Masacre, luego emprenden largas caminatas, y
después, en uno de los trámites de finales de la travesía, son ubicados
por motoristas que les ofrecen llevarlos hasta Santiago o Navarrete a
cambio de tres mil pesos por individuo. Los motores salen de Dajabón,
pasando por Las Matas de Santa Cruz, atraviesan el municipio
Castañuelas, y luego llegan a Villa Vásquez, donde son desmontados y
dejados para que inicien el paso a pie por el chequeo militar. Más
arriba son esperados para continuar su travesía. Otros no corren con la
misma suerte, ya que son víctimas de atracos por los mismos motoristas,
según han revelado.
La mayoría de ellos se aventura para llegar hacia sus destinos a pie,
por varias razones, pero la principal de ellas es que no cuentan con
recursos para costear el transporte.
Los moradores de Las Matas de Santa Cruz dijeron que el éxodo masivo
de haitianos indocumentados es muy preocupante para los comunitarios de
la zona, ya que muchos de ellos no solo cruzan la frontera para hacer
trabajos agrícolas y de construcción, sino que la gran mayoría se dedica
a delinquir.
SANTIAGO NO AGUANTA A MÁS HAITIANOS
Mientras fluye la masa de ilegales de todas las edades hacia el país, el
tráfico de niños, adolescentes y mujeres son destacadas en este caso.
La mayoría de embarazadas y otras que simulan estar en igual
situación de gestación se dirigen a Santiago, el Gran Santo Domingo y
otras ciudades, donde sus compatriotas las utilizan para que pidan en
las calles.
Muchos limpian calzados y lustran cristales de vehículos en los semáforos.
En los alrededores de los elevados de las entradas y la avenidas
Estrella Sadhalá y 27 de Febrero, de Santiago, niños, niñas y mujeres de
origen haitiano, algunas con recién nacidos en los brazos, piden a
transeúntes y conductores.
Informes dan cuenta de que los traficantes de haitianos utilizan las
rutas de Santiago de la Cruz, El Pino, Villa los Almácigos, Santiago
Rodríguez, Monción, San José de las Matas y Santiago de los Caballeros,
el principal destino en sus planes.
Recientemente,
en las redes sociales y algunos medios circuló un video en el que se
observa a un motoconchista transportando hasta cinco haitianos
indocumentados, entre ellos mujeres y niños con bultos en sus manos.
Controles fronterizos El Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza
Terrestre (Cesfront) y las autoridades de Migración, han establecido
mayores controles en la frontera para detener el tráfico de niños,
mujeres y otros inmigrantes desde Haití, aunque el fenómeno sigue
produciéndose.
Autoridades castrenses y migratorias establecieron que, como parte de
esas acciones, el 26 de junio pasado allanaron una residencia en
Dajabón, donde había 41 haitianos, entre ellos 14 niños, 16 mujeres y 11
hombres que serían llevados a Santiago, a la capital y otras ciudades
para obligarlos a pedir en las calles.
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