Partidos opositores y organizaciones sociales se movilizaron desde el
miércoles por la noche en Sao Paulo y otras grandes ciudades y
convocaron a protestas para exigir la renuncia del mandatario.
El presidente Michel Temer
trataba este jueves de salvar su mandato y sus medidas de austeridad
tras las revelaciones de que habría avalado un esquema de corrupción, en
un nuevo coletazo de la interminable crisis que azota a Brasil.
La Policía Federal (PF) realizaba desde primeras horas del día decenas
de operaciones en Brasilia, Rio de Janeiro y Belo Horizonte (sudeste),
indicaron periodistas de la AFP y medios brasileños. Varios
procedimientos tenían por blanco propiedades del senador Aécio Neves, un
aliado clave del gobierno de centroderecha, también implicado en las
denuncias.
Partidos
opositores y organizaciones sociales se movilizaron desde el miércoles
por la noche en Sao Paulo y otras grandes ciudades y convocaron a
protestas para exigir la renuncia del mandatario.
Temer, de 76 años, llegó al poder hace un año tras la destitución por
el Congreso de la presidenta de izquierda Dilma Rousseff, de quien era
vicepresidente.
La
"bomba atómica" soltada el miércoles por el diario O Globo amenaza con
echar por tierra su intención de gobernar hasta fines de 2018, cuando
vencía el mandato de Rousseff.
Y pone en tela de juicio el avance en el Congreso de sus medidas de
austeridad -como la elevación de la edad mínima de las jubilaciones y la
flexibilización de la legislación laboral- por las que apuesta para
recuperar la confianza de los mercados y sacar a la mayor economía
latinoamericana de la peor recesión de su historia.
Según O Globo, Temer instó a Joesley Batista, dueño del gigante
mundial de la alimentación JBS, a seguir pagando sobornos al
expresidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, encarcelado y
condenado en marzo a 15 años de cárcel por su implicación en las
investigaciones de corrupción en Petrobras.
La grabación, que hasta ahora no fue difundida, habría sido realizada
por el propio Batista y entragada a los fiscales de la Operación Lava
Jato ('lavadero de autos') para obtener una delación premiada, con una
futura reducción de penas.
"Tem que manter isso, viu?" ("Tienes que mantener eso, ¿OK?"), habría
respondido Temer cuando el empresario le contó su acuerdo con Cunha, de
acuerdo con el rotativo carioca.
Temer le aconsejó luego dirigirse al diputado Rodrigo Louras Rocha
para resolver un litigio legal de JBS. Existen imágenes filmadas por la
PF, según Globo, que muestran a Batista entregando una maleta con 500.00
reales (160.000 dólares al cambio actual) a ese legislador.
En las grabaciones, también se oiría a Neves reclamar dos millones de
reales (640.000 dólares) para pagar a los abogados... que aseguran su
defensa en otras causas de la investigación Lava Jato.
Temer admitió que se reunió con Batista, pero aseguró que "jamás
solicitó pagos para obtener el silencio del exdiputado Eduardo Cunha".
El autor del informe, el columnista Lauro Jardim, dijo el jueves a la
radio CBN que no había oído personalmente las grabaciones, pero que
había obtenido "una descripción lo más detallada posible" de las mismas.
Agregó que las operaciones policiales de la mañana estaban relacionadas
con la delación premiada de Batista.
Temer y Cunha fueron los grandes artífices del impeachment que sacó
del poder a Rousseff, acusada de manipular las cuentas públicas. La
destituida mandataria, así como su Partido de los Trabajadores (PT), los
acusan de "golpistas".
La Operación Lava Jato, lanzada en 2014 e impulsada desde Curitiba por
el juez de primera instancia Sergio Moro, ya llevó a la cárcel a decenas
de encumbrados empresarios y a políticos de primer plano y tiene en la
mira a buena parte del gobierno y a cerca de un tercio del Congreso, de
partidos tanto de la base aliada como de la oposición.
Las investigaciones se centran en el pago de sobornos por parte de
grandes constructoras a dirigentes políticos, para ganar licitaciones en
Petrobras.
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