Desde cuando por instrucciones de Palacio -con
Balaguer al poder- a Carlos Carmona Mateo lo destronaron de la
secretaría general de la Liga Municipal Dominicana, y a Julio Maríñez le
hicieran lo mismo para dar paso a Amable Aristy en los primeros años
del reinado morado, en el organismo “asesor” de los ayuntamientos las
“ligas” y los “amarres” que han primado al escoger al titular han sido
de carácter político, no los que tienen que ver con el interés
municipal.
Ahora, cuando Ignacio Ditrén creía que “era su turno” y se pensaba que Jones llegaba a su fin, se repite la historia, y se impone una estrategia -política al fin de cuenta- que tiene que ver con el manejo de fichas a lo interno del reformismo, con el liderazgo compartido dentro del PLD-gobierno y hasta con las expectativas o posibles aspiraciones con miras al 2020. Así como se lee. Por eso algunas figuras del PLD no ocultaron su promoción a favor de Jones, y no de Ditrén, que aceptó la decisión de que el mismo siguiera al frente de la Liga solo por “disciplina partidaria”, pero no de buena gana.
En el pasado, quien se encargó de la “carpintería” para que Jones llegara al organismo que debía velar por el buen funcionamiento los cabildos -y que muchos entienden que o lo transforman o desaparece, porque no cumple su rol- fue el secretario general del PRSC, Ramón Rogelio Genao, a quien se consideraba como “el poder detrás del trono”, pero en la actual coyuntura jugó un papel estelar Marino Collante, coordinador del Directorio Balaguerista, el sector que apoyó al presidente Danilo Medina en el pasado proceso electoral, cuando la franquicia encabezada por Quique Antún decidió respaldar al PRM y a Luis Abinader. Dicen Reinaldo Pared y el PLD que la inclinación a favor de que Jones siga en la Liga obedeció a la búsqueda de un “equilibrio” y darle participación a su sector reformista en los órganos del Estado.
Sin embargo, la jugada maestra también deja abierta una puerta para que alguna de la gente del sector que lidera Quique pueda retornar, y hasta tender un “puente” con el propio cabeza del PRSC, vía el secretario y carnal de Jones, Genao, ahora que el Tribunal Electoral decidió de manera salomónica en el conflicto interno que envolvía al primero y a los legisladores de la cuadra colorada Ito Bisonó y José Hazim. Como todo vuelve a su lugar, y aunque en el fondo lo que haya sea una lucha por el control de la organización, las partes tendrán que buscar la forma de entenderse o contemporizar. En el caso del PRD hubo una clarinada -o amenaza- de “independencia” (¿). Mientras en el PRM veremos qué pasa con los que votaron por Jones, pese a un impedimento.
Por Luis Encarnación Pimentel ;-
Ahora, cuando Ignacio Ditrén creía que “era su turno” y se pensaba que Jones llegaba a su fin, se repite la historia, y se impone una estrategia -política al fin de cuenta- que tiene que ver con el manejo de fichas a lo interno del reformismo, con el liderazgo compartido dentro del PLD-gobierno y hasta con las expectativas o posibles aspiraciones con miras al 2020. Así como se lee. Por eso algunas figuras del PLD no ocultaron su promoción a favor de Jones, y no de Ditrén, que aceptó la decisión de que el mismo siguiera al frente de la Liga solo por “disciplina partidaria”, pero no de buena gana.
En el pasado, quien se encargó de la “carpintería” para que Jones llegara al organismo que debía velar por el buen funcionamiento los cabildos -y que muchos entienden que o lo transforman o desaparece, porque no cumple su rol- fue el secretario general del PRSC, Ramón Rogelio Genao, a quien se consideraba como “el poder detrás del trono”, pero en la actual coyuntura jugó un papel estelar Marino Collante, coordinador del Directorio Balaguerista, el sector que apoyó al presidente Danilo Medina en el pasado proceso electoral, cuando la franquicia encabezada por Quique Antún decidió respaldar al PRM y a Luis Abinader. Dicen Reinaldo Pared y el PLD que la inclinación a favor de que Jones siga en la Liga obedeció a la búsqueda de un “equilibrio” y darle participación a su sector reformista en los órganos del Estado.
Sin embargo, la jugada maestra también deja abierta una puerta para que alguna de la gente del sector que lidera Quique pueda retornar, y hasta tender un “puente” con el propio cabeza del PRSC, vía el secretario y carnal de Jones, Genao, ahora que el Tribunal Electoral decidió de manera salomónica en el conflicto interno que envolvía al primero y a los legisladores de la cuadra colorada Ito Bisonó y José Hazim. Como todo vuelve a su lugar, y aunque en el fondo lo que haya sea una lucha por el control de la organización, las partes tendrán que buscar la forma de entenderse o contemporizar. En el caso del PRD hubo una clarinada -o amenaza- de “independencia” (¿). Mientras en el PRM veremos qué pasa con los que votaron por Jones, pese a un impedimento.
Por Luis Encarnación Pimentel ;-
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