
Su actitud descarada contra quienes le han superado en el campo de la
academia y la literatura pone en evidencia su enorme frustración, en
especial cuando se manifiestan políticamente descargando su ira primero
contra Leonel y después contra Danilo porque no les dieron los cargos
que pidieron sin tener ningún merecimiento.
Hay un caso muy especial para quien una de sus víctimas preferidas es
el actual ministro de Cultura, Pedro Vergés, que de forma inteligente
lo ignora por su incapacidad profesional, por su insignificancia humana,
por su irrelevancia intelectual. Contra Vergés descarga sus bajos
instintos desde mucho antes de ser designado ministro de Cultura, sin
ningún motivo fuera de su envidia proverbial.
El sujeto pasó por ese ministerio --antes de ser ministerio--, como
subsecretario de Tony Raful, a quien también trató de tumbar del puesto a
puros chismes para que el entonces presidente, Hipólito Mejía, lo
nombrara a él.
Ya con Leonel en la Presidencia, en el 2004, “se le tiró” un día para
que lo designara embajador jefe de misión del país ante la Unesco, con
sede en París. Y Leonel cometió el error de “embullarlo” con esa
posibilidad. Como no lo nombró, terminó siendo su peor enemigo, quien
más lo descalificó y quien más lo insultó desde una sentina que mantiene
los jueves en un matutino.
¿Decir algo de mí..?
Ese personaje ha sobresalido siempre por su vocación para la intriga,
para la acusación artera e irresponsable, para menospreciar a los otros,
para subestimar capacidades ajenasÖ Su propio entorno ha sabido
colocarlo en el lugar que se merece y en la actualidad lleva una vida
miserable lejos de los afectos de quienes en algún momento le profesaron
amistad y compartieron inquietudes.
Citarme con burla por mi condición actual de vicecanciller
acompañando a Miguel Vargas, me resbala. Porque para llegar ahí
coincidieron dos cosas: que me lo pidiera el presidente Medina y que me
lo pidiera el canciller Vargas. El resto fue organizar mi regreso
después de 12 años en el servicio exterior.
Diferente fue haber llegado a subsecretario de Cultura en el gobierno
más vergonzoso que ha tenido el país en toda su historia, y sobre eso
haber hecho un papel miserable lleno de traiciones a su superior
inmediato; inventarse chismes para que lo nombraran secretario, y tratar
de seducir con extorsiones a empleadas de menor jerarquía.
De modo, que risa sarcástica es lo que provoca su paso por aquella
secretaría donde dejó evidenciados sus bajos instintos, su falta de
escrúpulos y su escasa condición humana para respetar a sus compañeros, a
sus superiores y a sus subalternos.
Sin perder tiempo...
Tiempo es lo que menos tengo para responder ataques desconsiderados de
gente sin ninguna moral. Consecuentemente, no volveré a referirme ni a
ese individuo ni a ningún otro de su calaña sin importar la naturaleza
de sus críticas siempre y cuando no alcancen aspectos morales o
familiaresÖ
... En esos casos tengo bien claro cuál debe ser la actitud de una
persona que ha dedicado más de medio siglo de su existencia a la vida
pública sin haber tenido jamás riña con la ley ni siquiera por una
simple infracción de tránsito. Ese camino lo he visto siempre expedito:
...
¡...El campo del honor. Con todas sus consecuencias!
Por César Medina ;-
Lobarnechea1@hotmail.com
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