La región italiana de Caserta es un lugar de muertes prematuras, cáncer y
mutaciones. Todos conocen la causa real, pero pocos hacen algo para
solucionar este problema.
La provincia de Caserta es una región del centro de Italia cercana a
Nápoles rodeada de una naturaleza acogedora. El lugar donde en el siglo
XVIII se construyó el mayor palacio real de Europa, que el rey Carlos
VII utilizó como centro administrativo del Reino de Nápoles, vive hoy en
día una historia muy diferente como la región donde se presentan los
mayores índices de cáncer de toda Italia.
La Causa
La zona registra un
fuerte incremento de los índices de tumores cerebrales en niños (incluso
recién nacidos), cáncer de pulmón en pacientes que nunca han fumado y
niños de madres aparentemente saludables que nacen con síndrome de Down.
Todo esto ha provocado que la zona haya sido bautizada el 'Triángulo de
la Muerte', según recoge una investigación hecha por 'The Telegraph'.
Los hospitales están abarrotados, reciben a niños con terribles dolores
de cabeza y las mujeres deben esperar tres meses para una mamografía.
La mayoría de las personas debe viajar al norte del país para recibir
atención médica, pero muchos no sobreviven a la enfermedad.
La respuesta a este terrible hecho parece estar ubicada a cinco
kilómetros de la ciudad de Maddaloni (39.000 habitantes) de la misma
provincia, en una antigua cantera que ahora se ha convertido en un
basurero. Latas de pinturas, fundas de polietileno, botellas de vidrio,
todo lo normal en un vertedero común. Sin embargo, en el centro de este
lugar se percibe un fuerte olor a productos químicos y se observa una
delgada capa de humo que emana la tierra.
La razón, según lo
explica Enzo, un habitante del sector de 57 años y que recibe atención
médica por los altos niveles de dioxinas en su sangre, es que este
tiradero se ha convertido en un vertedero de desechos tóxicos. Según
relata, la mafia se ha encargado de convertir este lugar en lo que es a
través de permisos obtenidos de forma ilegal o con la participación de
los funcionarios corruptos de la región.
'Ecomafia', un problema por demás conocido
Lo más impresionante de esta historia es que no se trata de un caso
aislado. Según la investigación, existen miles de lugares como este en
todo el territorio italiano. Los habitantes del sector han denunciado en
innumerables ocasiones cómo camiones, incluso provenientes de países
como Alemania, llegan a verter desechos tóxicos y nucleares en este
lugar. El problema comenzó en la década de 1980, cuando el dinero
destinado a reconstruir las zonas del terremoto que se llevó la vida de
casi 3.000 personas fue a parar a manos de la mafia, cuyo negocio no
tardó en 'florecer'.
En la década de 1990, varios importantes medios de comunicación como L’Espresso o la organización ambiental Legambiente,
así como denuncias de antiguos miembros de la mafia elevaron este caso
hasta el Parlamento italiano. Incluso se acuñó un término: 'ecomafia'.
Pero no pasó nada. Informes de policías e importantes médicos locales
eran archivados y sus autores eran retirados de sus cargos. En los años
2000 el caos era evidente: ya no había más lugar para seguir almacenando
los desperdicios tóxicos. Entonces la mafia comenzó a quemarlos, algo
que incrementó aún más los niveles de cáncer en la región y las
mutaciones en personas y animales.
Para 2008 las denuncias se hacían más fuertes, las personas
organizaban manifestaciones y conocidos escritores lanzaban libros sobre
el 'Triángulo de la Muerte', pero las autoridades no hacían nada. En
2012, un sacerdote de la localidad pidió ayuda urgente a su obispo e
incluso llegó a entrevistarse en 2015 con Francesco Schiavone, el capo
del clan Casalesi, quien sin ningún remordimiento llegó a predecir que
las muertes por cáncer "continuarían unos 20 años más" y echó la culpa a
los empresarios locales. Años atrás, en 2007, Schiavone había roto
la ley del silencio que impera en las organizaciones mafiosas y denunció
ante el Parlamento italiano este gran negocio, pero su caso fue
archivado.
La solución más fácil
Hasta que la Unión Europea no impuso fuertes sanciones a Italia
por los altos niveles de basura tóxica en 2014, las autoridades no
tomaron medidas. Se aprobaron normativas que prohíben la incineración de
basura, se iniciaron nuevas investigaciones que mostraban cifras
oficiales de las enfermedades y las muertes en una región con una
esperanza de vida dos años inferior que en el resto del país. De a poco,
las autoridades están eliminando los tiraderos tóxicos, aunque muchos
de los lugareños creen que los verdaderos culpables jamás recibirán el
castigo que se merecen.
Además, parece ser que las autoridades
han encontrado una solución más 'conveniente'. Varias denuncias afirman
que los desechos tóxicos ahora son llevados a países con menos poder y
nivel económico, como Filipinas, Nigeria y Gana. Una solución definitiva
al problema... en Italia.
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