Hablar de dinero para una campaña presidencial es pronunciar palabras mayores. No es con cascaras de huevo que hace el desayuno y todavía en materia de dinero el Partido Revolucionario Moderno parece que hace ayuno. Una pista hacia esa dirección es que su campaña sigue en la gatera. Yayo tiene más vallas de promoción y sólo busca la senaduría capitaleña.
Lo que se ve desde palcos es que a Luis Abinader le han dejado toda la carga.
El joven político es la única voz del PRM. Abinader hasta carece de vocero lo que es peligroso. Todo lo expone él con el riesgo de decir lo que no debe, asumir discursos o posturas perjudiciales estratégicamente.
Que nadie alegue que es un proyecto nuevo porque el tiempo pasa volando. Dentro de unos días Danilo Medina será candidato oficial del Partido de la Liberación Dominicana y de una ringlera de partidos que está coordinando José Frank Peña. Cuando el oficialismo salte al centro será un espectáculo nunca visto. El candidato opositor debe ir delante pero parece que no hay tiempo para despegar. Le falta pista.
Luis Abinader está como la una. Los jefes de su PRM están viviendo en provincias. Uno tiene sus negocios en Moca, el presidente; el otro se aposenta en Nagua, que es el secretario general. Cada vez que Luis arremete contra las políticas oficialistas no tiene a su lado más que los de segunda línea de combate.
En el tiempo que Luis lleva cargando su candidatura no he visto a los funcionarios del partido juramentar a nadie como adepto o persuadido de las virtudes de su oferta presidencial.
El gran Santo Domingo es cuna de la mayoría de los votos, factor político más relevante ahora por la Junta Central Electoral acrecentó las diputaciones para esta zona. Sin embargo los principales dirigentes del PRM, que estaban alineados con Hipólito Mejía, están como muela de gallo. No se les ve ni en centros de oración.
También adolece esta candidatura de inexperiencia en el trabajo de campo. La jefatura de campaña no domina los códigos de la mayoría de los dirigentes de base, políticos de origen perredeísta, que son complicados y ñoños como hijos únicos.
El PRM nace como una alianza de sectores adultos. De lejos parece que sus dirigentes se ocupan más que nada sus propias aspiraciones congresuales y municipales.
Luis va cuesta arriba.
Por Alfredo Freites ;-
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