Aquí no hay cultura del retiro, la gente se eterniza en las
posiciones, no acepta relevos, ni les pasan los años, somos un país
joven con una clase política de ancianos.
Los presidentes que no
se han reelegido no es porque han aceptado con agrado no hacerlo, es que
no han podido por razones varias.
El afán continuista de un
hombre en varias ocasiones ha sido la desgracia del país todo. Ahora,
por vez primera, el pueblo pide la permanencia de Danilo Medina en el
poder por otro cuatrienio, y se la quieren poner en China.
Pero
todos, o casi todos los legisladores, los alcaldes, los regidores,
quieren seguir en el cargo. Entonces, ¿quién no debe o no puede es el
hombre que ha hecho el mejor gobierno de la democracia dominicana?.
Aquí
se reeligen los gobernadores de clubes, los presidentes de las juntas
de vecinos, los dirigentes deportivos. Hay uno eterno en el béisbol,
pero no puede hacerlo quien es reclamado por las mayorías nacionales.
Aquí
tenemos una especie de reelección de todo y de todos, algunos sin más
aporte a la sociedad que lo que consiguen para ellos y los suyos, pero
nadie les objeta que se queden en las posiciones.
Es hora de poner
las cosas en su justo lugar y admitir que es mezquindad lo que se
pretende hacer con Danilo, y que dejarle la vía franca no solamente es
garantía de seguir en el poder, sino de que se respeta la voluntad del
pueblo dominicano.
En política se hace lo que se debe, y lo que no
se debe ni se hace ni se dice; ahora lo que se debe hacer es reelegir a
Danilo Medina, no hay de otra, es un clamor del pueblo!
Por Germán Martínez ;-
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