El antirreeleccionismo por sí mismo es
aberrante; del mismo modo en que el continuismo sin límites es
antidemocrático y excluyente… Por eso, en los Estados Unidos post
Roosevelt se limitó a los presidentes a dos períodos seguidos… ¡Y fuera
para siempre! Con el esquema americano los pueblos siempre tienen la
oportunidad de negarse a reeditar un gobierno malo rechazando la
repostulación, como le ocurrió a Carter y luego a Bush padre.
Aquí
tenemos similar experiencia, y en apenas 26 años rechazamos a dos
presidentes reeleccionistas: a Balaguer, en 1978; a Hipólito, en 2004… A
pesar de que en ambos casos utilizaron todos los recursos del Estado y
lanzaron el Palacio por la ventana. Si a juicio de la mayoría Danilo
debe ser relevado de la Presidencia, debe dársele oportunidad a la
mayoría del pueblo para que lo decida, no a un mandato legal votado de
forma coyuntural por prejuicio de los constituyentes del 2010, empezando
por el propio Leonel que propició aquella reforma en contra de su
propia creencia.
Porque Leonel siempre se ha mostrado a favor del
sistema americano que permite una reelección y nunca más, pero prefirió
que esa modalidad no se consignara en la última reforma para que no se
dijera que su propósito era reelegirse en 2012… Además, porque en la
negociación con el PRD, Miguel Vargas puso la condición de que en la
nueva Constitución se consignara taxativamente la no reelección
presidencial.
Los leonelistas… A quienes más les
convendría en este momento una reforma constitucional que haga posible
la continuidad de Danilo hasta el 2020 es a los leonelistas, empezando
por el propio Leonel… … Porque la reelección de Danilo implicaría una
negociación que lo colocaría en el auténtico liderazgo nacional: podría
exigir controlar de forma absoluta el Congreso y la estructura
partidaria en las instancias donde ha perdido influencia, y marcharía
sin oposición hacia el retorno al poder en el 2020, por ocho años
consecutivos.
En ese momento tendrá 66 años y abandonaría la
Presidencia a los 74, una edad todavía temprana para dedicar sus
conocimientos, liderazgo y experiencia a lo que realmente le apasiona,
la academia.
En política los tiempos son fundamentales en la
recomposición de imagen y para recuperar el terreno que siempre se
pierde en el ejercicio del poder.
Es probable, además, que de aquí
a las elecciones del dieciséis, Leonel siga en el centro del candelero,
y con Danilo fuera de la carrera no es descartable la eventualidad de
una candidatura que ponga en riesgo la continuidad peledeísta.
Danilo y Leonel juntos
Un propósito unitario entre Danilo y Leonel no le deja oportunidad a la oposición, así sea que se logre el milagro de la unidad entre Miguel, Hipólito, Abinader y el resto.
Un propósito unitario entre Danilo y Leonel no le deja oportunidad a la oposición, así sea que se logre el milagro de la unidad entre Miguel, Hipólito, Abinader y el resto.
La popularidad del Presidente, el
liderazgo y carisma de Leonel, el control del Congreso y de la gran
mayoría de los alcaldes y con sus aliados tradicionales, la maquinaria
electoral peledeísta se presentaría invencible en los comicios del 15 de
mayo del dieciséis.
Algunos opositores cuentan con un supuesto
apoyo norteamericano que se ha expresado calladamente contra el
continuismo peledeísta, pero esa fantasía ignora que Estados Unidos sólo
mete las narices en su patio trasero cuando sus intereses están en
peligro. ¿Es ese el caso de los gobiernos del PLD, sea Leonel o sea
Danilo el Presidente…? ¡Además… hace rato que esos tiempos fueron
superados!
No hay comentarios:
Publicar un comentario