Luis Abinader no deja descansar el cubo del
agua. Nuevamente lo toma y esta vez para anunciar que los hermanos
Vicente y Sofia Sánchez Baret, además de Yadira Henríquez, pasan a sus
filas. Un acto donde el jefe de los Abinader estaba jubiloso, como
directivo que logra una valiosa firma.
Los ingresantes al proyecto
ya no se ablandan en olla de presión. Son jurásicos que le restan al
museo de Hipólito Mejía, pero tenen mucha experiencia de estado.
Todos
los días Abinader anuncia algo para mostrar su cotejo en el Partido
Revolucionario Moderno. En Santiago exhibe fuerzas; hace una reunión con
el 90 por ciento de dirigentes provinciales del PRM; anuncia que
ganaría la candidatura no importa cómo se haga la elección. Está
golpeando con el cubo del agua.
El joven dirigente político, o
mejor dicho, el candidato presidencial del Partido Humanista Dominicano
tiene su zapata de participación en la política nacional y trabaja para
asegurarse una nueva baza para cuando llegue el momento de escoger
candidato en la Convergencia, estructura que en vez de crecer tiene
pérdidas.
Lo curioso es que sigue laborando por la candidatura
presidencial del PRM pero mantiene el juego trancado a Hipólito Mejía.
Abinader tiene una ventaja comparativa. Ya es candidato presidencial
mientras que su rival carece hasta de un partido porque el modernismo es
inexistente.
Hasta Ramón Alburquerque resalta esto. (Si bien es
cierto que salió de la cueva hizo “cuacuá” y volvió a desaparecer). Su
fugaz presentación, más que para hacer creer que aspirará a la
candidatura presidencial, lo fue para perdigonear a los líderes del
colectivo que no lo dejan pasar. No obstante Abinader no le hizo caso y
sigue su avanzada.
Por lo que se colige entre una y otra
actividad es que Abinader está atando todos los cabos para que la
elección de directiva y el acto de aprobación de los estatutos del PRM
tengan representantes de sus intereses.
Como el flamante
proyecto, conversión de la Alianza Social Dominicana en PRM, carece de
normas, se ignora cuál será si el procedimiento electivo: una asamblea,
congreso o pleno de dirigentes. Hasta el momento la conversión se
encuentra en la España Boba. Está al pairo. No importa los acuerdos de
aposento que hagan Hipólito y Luis, eso está peor que encallado.
Mientras, en el cuadrilátero político Abinader golpea con el cubo de agua.
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