Lo que pasó hace poco con el Código Penal y el
trato dado finalmente por el Congreso al espinoso punto relativo al
aborto, reafirman la incidencia y peso social de la figura del jefe del
Estado, y ponen de relieve que en el país el régimen presidencialista
se mantiene casi intacto. No hay dudas que en el “pulso” que el gobierno
central echó con las iglesias, especialmente con la Católica, que desde
el púlpito y por los distintos medios reaccionó disgustada en extremo,
el presidente Danilo Medina se arriesgó demasiado y se expuso, sin
necesidad, a una derrota política que pudo serle muy costosa.
Y
aunque en principio había todo un ambiente de rechazo, luego los
diputados, entre los que el PLD tiene mayoría, se propusieron evitarle
un desplante. Así las cosas -y coincidente con algunos contactos y una
compaña desde Palacio, se emplearon a fondo a buscar un “bajadero” a las
observaciones presidenciales (algunos dicen que fue una “chapucería “),
para que no apareciera que los legisladores le habían “doblado el
brazo” al gobernante. Algunos son de opinión que, de no haber una
salida sin trauma a la vista ñ y para evitarse el “choque” -, se debió
contactar a los titulares de las cámaras legislativas y proponerles
“aguantar” para mejor momento la pieza, que ya tenía 14 años en gaveta.
El Ejecutivo no terminó arrodillado, ciertamente, peroÖ¿qué ganó?,¿ cuál
fue la victoria?
Porque ahora, además de las escaramuzas e
inevitables viajes que habrá que dar al Tribunal Constitucional, hay
una Iglesia “entruñada“, y que aun cuando juegue a la diplomacia y al
tiempo , ni baraja ni nunca termina perdiendo el pleito. Y hay que
recordar que los gobiernos, los partidos y los Presidentes ñaun los
buenos o muy buenosñ son pasajeros, pero la Iglesia, como institución,
no.
Sobre la ilegalidad o no de lo aprobado finalmente para no
hacer quedar mal al Presidente y para que dar bien o no tan mal con los
otros sectores, ya no habrá tiempo en el 2014, pero de que será plato
fuerte en el 2015, nadie lo despinta. Dato: a lo dicho por juristas, el
senador Adriano Sánchez Roa agrega que ”las leyes las hacen las dos
Cámaras y las modificaciones también”.
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