ENCUENTRO.- Los tres que no han podido
echar a Leonel Fernández al pozo (Francisco Javier García, Temístocles
Montás y Reinaldo Pared) almorzaron ayer en un restaurante de la
capital. La reunión fue de emergencia, pues no pudieron comunicarse a
tiempo con Radhamés Segura y este no fue, como pudo haber sido, uno de
los comensales. Le explicaron después razones y propósitos. Que serían,
según declararon, la coordinación de sus equipos de campaña, de manera
de no coincidir en las actividades, así como realizar encuentros
periódicos.
Nadie les preguntó quién convocó, pero podría inferirse que
la cuenta la pagó expresidente del Senado, ya que ocupó el asiento
principal. Ahora bien, los tres que pudieron ser cuatro no pueden creer
que pueden jugar con la opinión pública y decir que se juntaron para
divagar o hablar generalidades. No se conoce de ningún incidente ni
falta de respeto entre los precandidatos, por lo que no había nada que
aclarar o corregir. Pero si hay mediciones recientes y el desempeño de
los tres, que puede extenderse a cuatro, no es la mejor. La Gallup, por
ejemplo, los saca de competencia…
LOS LOCOS.- Una
encuesta es una encuesta, y no se conoce de una encuesta que haya ganado
unas elecciones. Pero desde los tiempos en que la única medición que se
hacía era la de la Embajada, y que sin hacerse dos o tres vivos
sembraban terror y sacaban ventajas, los políticos dominicanos se
vuelven locos, como si en cada ocasión se tratara de la verdad más
absoluta. Ahora también. No son los números ni los escenarios, sino las
reacciones que apuntalan este último arqueo electoral. El PRM, por
ejemplo, se creía más, y aunque no figura al final de la lista, sus
candidatos siempre quedarían de segundo. No importa si Luis Abinader o
Hipólito Mejía. El pobre de Héctor Guzmán quisiera hacer de tripas
corazón, pero por mucho que se afana, todo es tripa y nada corazón. Con
razón se rechazó el intento de establecerse de entrada como mayoritario.
El H16 o sector de Mejía esperaba más, o por lo menos ser considerado
por encima de Abinader, y esa expectativa se fue al piso. Abinader se
afianzó en la delantera…
LA ESTRATEGIA.- Los
seguidores de Hipólito Mejía le insisten que salga de campaña porque se
dan cuenta de una realidad innegable. Adentro echa el pleito de igual a
igual con Luis Abinader, pero afuera su excompañero de boleta le gana la
partida. Esto es, que la estrategia que fue pensada en un principio se
volvió un boomerang. El fuerte en la calle es Abinader. Ahora no puede
guardarse, tiene que salir obligado, y la razón es muy simple. Un
pelotero de Grandes Ligas no se entrena en patio, ni en sabana, sino en
estadios. Esos “encuentritos” en San Cristóbal, un poco a escondidas, no
son suficientes. Cuando habla es un problema, pero callado es peor.
Incluso, habría que pensar si el H16 consolida o debilita, y si conviene
repetir la consigna del pasado: Llegó Papá, o la variante Volvió Papá.
Algo debe hacer, y pronto, si como se anuncia el candidato del PRM y de
La Convergencia será escogido antes de que finalice el año 2014...
LOS OTROS.-
Lo de Luis Abinader va saliendo bonito, como si su esposa hubiera
plantado un rosal en el patio de la casa y estuviera florecido. Lo de
Miguel Vargas tampoco es para vestirse de luto. Si está guardado en el
partido como monje de recoleto y solo se defiende en el Tribunal
Superior Electoral, no debe sorprender que no tenga average. Las
encuestas, para desgracia suya, no se hacen en la Jiménez Moya ni en La
Feria. Cuando fue candidato sus porcentajes fueron altos, incluso más
que el Hipólito que lo había antecedido en el 2004. Y lo mismo cuando se
impuso en la presidencia del partido. Su elección fue unánime... Solo
que ahora se dejó marcar con lo de “ traidor” y se metió en miedo con
las turbamultas de los insurgentes. Si no batea, ni corre, ni apara, no
puede aparecer en la reseña del juego…
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