
Es el único escenario adverso que pudiera
abrir el triunfalismo que se percibe en el partido gobernante después de
los incidentes del domingo en la convención perredeista que despeja aún
más el camino hacia otra victoria de la fuerza política gobernante.
Pero es un arma de doble filo que conspira contra una estructura
política recostada de un bienestar que le dura casi 20 años.
El
triunfo seguro y con cualquier candidato es la peor trampa del
peledeismo, y la debacle opositora en este momento pudiera resultar el
mayor hándicap para un partido como el PLD que a partir de ahora
incrementará su lucha interna bajo el convencimiento de que su candidato
queda automáticamente ungido para relevar a Danilo Medina.
...
La
división de la división en el PRD y la lucha que se avizora en la
disidencia que montó tienda aparte bajo el liderazgo de Hipólito Mejía,
le abre aún mucho más el apetito de poder a los grupos internos del PLD
que se disputan su nominación presidencial para las elecciones del
dieciséis que, aún asordinada, no deja de arrastrar el germen sectario
que prevalece siempre en toda pugnacidad política de igual naturaleza.
En
ese escenario es utópico pensar que el danilismo no asumirá el
protagonismo que le agencia el poder, y que su antagonismo con el sector
de Leonel Fernández no será azuzado por quienes aspiran desde su
interior a polarizar la contienda interna en procura de agenciarle una
derrota al ex presidente que lo saque de batallas futuras por el control
partidario.
¡El danilismo… al acecho!
En tanto el peledeismo se sienta seguro en el poder más allá de las próximas elecciones, en esa misma medida se agudiza la confrontación interna. “Si con cualquier se gana, cualquiera puede ser el candidato”, apunta la lógica más elemental para justificar la movilización de la artillería pesada contra Leonel Fernández y sus seguidores.
En tanto el peledeismo se sienta seguro en el poder más allá de las próximas elecciones, en esa misma medida se agudiza la confrontación interna. “Si con cualquier se gana, cualquiera puede ser el candidato”, apunta la lógica más elemental para justificar la movilización de la artillería pesada contra Leonel Fernández y sus seguidores.
Y tiene mucho
sentido el enfoque. Fernández es en este momento el candidato con mayor
potencialidad a lo interno del partido, y se tiene como un hecho que si
Danilo no corre por la reelección, Leonel es una línea para repetir en
la candidatura.
Y en las actuales circunstancias de esa candidatura al poder, hay menos de un paso.
La
campaña que buscaba presentar a Leonel como el candidato más vulnerable
del PLD fracasa mientras se diluye una opción electoral opositora
después de los acontecimientos del pasado domingo en el PRD cuando se
cuestiona aún más el liderazgo perredeista y la eventual candidatura de
Miguel Vargas Maldonado.
Por eso es que se aguzan mucho más los
sentidos del danilismo en procura de evitar el regreso de Leonel
consciente de que el poder y el control político del partido van de las
manos.
Danilo tiene claro que su liderazgo se afianzaría aún
después de abandonar la Presidencia de la República si lo releva alguien
con afinidad a su línea política, como Reinaldo, por ejemplo.
Con
Leonel, jamás sería lo mismo… Porque Leonel también tiene claro que su
meta inmediata si regresa a la Presidencia es una reforma constitucional
que le permita seguir por lo menos hasta el 2024 para irse al retiro a
los 70, blanco en canas pero después de 20 años en el poder y con ánimos
para volver a la academia, su vocación de toda la vida.
De hecho,
Leonel lo ha dicho en reiteradas ocasiones: su modelo ideal es que los
presidentes tengan la oportunidad de una reelección seguida con la
posibilidad de volver con un período de por medio. En su lógica no
resulta ético que un Presidente en ejercicio modifique la Constitución
para beneficiarse de ella, pero no parece que esa lógica aplique en sus
planes inmediatos.
EL VACÍO DE LA OPOSICIÓN….
El descalabro de la oposición despierta la gula a los peledeistas de todas las orientaciones obviando las posibilidades que se abren a nuevas alternativas electorales. En tanto se le cierra el camino al PRD, en la misma medida crecen las expectativas del grupo disidente y se ensanchan las posibilidades de una confrontación entre Hipólito Mejía y Luis Abinader, situación que se proyecta en el corto plazo.
El descalabro de la oposición despierta la gula a los peledeistas de todas las orientaciones obviando las posibilidades que se abren a nuevas alternativas electorales. En tanto se le cierra el camino al PRD, en la misma medida crecen las expectativas del grupo disidente y se ensanchan las posibilidades de una confrontación entre Hipólito Mejía y Luis Abinader, situación que se proyecta en el corto plazo.
La
posibilidad de la opción opositora se aleja aún más cuando Guido Gómez
Mazara provoca una nueva grieta en el PRD institucional que encabeza
Miguel Vargas, y por lo menos a nivel de opinión pública se crea la
imagen de que no parece posible el contrapeso electoral de la principal
formación partidaria.
Es lógico que en tal escenario surjan
posibilidades alternativas. El Partido Reformista en este momento no
parece que llene ese vacío, pero es la única entidad partidaria, fuera
de los dos partidos mayoritarios, con historia y conocimiento del
electorado para atraerse la atención de la gente.
Necesitaría un
candidato con la suficiente frescura, talento e imagen para hechizar a
los simpartidos de todas las orientaciones, algo parecido a lo que
provocó Leonel Fernández en 1996 cuando el país transitaba por el vacío
que dejaban los grandes liderazgos tradicionales de Balaguer y Bosch, y
Peña Gómez provocaba mucha controversia, Jacinto Peynado carecía del
apoyo hasta de su líder y Jacobo Majluta estaba en postración mortal.
Los
reformistas no tienen que salir muy lejos para encontrar esa posible
figura. Entre sus líderes de relevo se proyecta alguien con quien
pudieran explorar esa potencialidad: Ito Bisonó Haza, diputado de muy
buen historial político y miembro de ese partido desde su niñez.
Federico
Antún Batlle, Quique, su actual presidente, es otra posibilidad
electoral de los reformistas, pero el hecho de haber estado en el
candelero por tantos años lo expone mucho a las maledicencias y a los
dardos venenosos de sus enemigos y contrarios hasta dentro de su propio
partido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario