Por Alfredo Freites;-
En el Partido de la Liberación Dominicana hay tanta lucha interna como en cualquier otra organización política, la diferencia está en el manejo de las mismas. No son marcianos sus integrantes sino que los máximos dirigentes tienen conciencia de que antagonizarlas conduce al sectarismo y de allí a la división solo es cuestión de tiempo.
Leonel Fernández es el presidente del PLD, sus ejercicios presidenciales lo han mostrado como un líder orgánico, pero antes se decía que el máximo dirigente en ese colectivo era Danilo Medina porque manejaba las bases y en los primeros gobiernos de su partido era quien nombraba en la administración pública.
Recuerdo una mañana que César Medina me invitó a su casa para un desayuno con Danilo, quien expresaba su interés por la presidencia de la República. Allí me percaté de que era un hombre con la cabeza bien organizada y con una visión clara de lo que tenía por delante. Para mí era el seguro ganador de las elecciones.
El soberano se equivocó. El manejo de los medios de comunicación en contra de los morados le tumbó el pulso a la historia, y la selección de Hipólito Mejía costó cara. El deseo de continuar contra viento y marea condujo al político perredeísta a desmarcarse de las normas de su partido con graves consecuencias para ese colectivo. Ahora se comprueban las diferencias entre los dos. Danilo un hombre sereno sin estridencias está ejecutando su tesis de gobernante.
En el PLD no existe la mojigatería contra la reelección pero entiendo que Danilo no transita ese camino para eludir una reforma constitucional, sobre todo cuando sabe que tiene todo el camino por delante; pero si desea continuar creo que está en justo derecho. Hasta Hipólito lo apoyaría.
Esencialmente eso entendí del planteamiento de Leonel Fernández, de que estará con la posición que acoja la mayoría de su partido. Sabe que es una tontería oponerse a las intenciones de continuar de un presidente de su mismo partido. El que se va a esa oposición interna difícilmente gana y pierde si gana.
Los caminos están trazados en el PLD. Los dos grandes dejan correr el tiempo que fluye como reloj de arena mientras los demás aspirantes saben que haciendo campaña se colocan en las grandes ligas. Leonel levanta su dedo húmedo para saber hacia dónde sopla la brisa
La reelección no es problema en el PLD.
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