Por César Medina;-
Ni siquiera el más ingenuo de los dominicanos duda que Leonel Fernández tiene entre sus planes volver al poder en dos años... Como también saben los partidos, los políticos y los periodistas-- aún los más beligerantes--, que sólo la reelección de Danilo Medina puede frustrar ese propósito...
La reelección, sin embargo, se aleja en la misma medida en que la indecisión de Danilo permite el avance de Leonel, que aprovecha la gabela para proyectar un retorno que de continuar ese ritmo se haría indetenible a la vuelta de unos meses y difícilmente se le pueda dar marcha atrás.
Sobre todo a partir de agosto, cuando el gobierno concluye su primera mitad y la popularidad del Presidente inicia un ciclo natural de decrecimiento y desgaste mientras se afianza la creencia de que definitivamente no optará por la reelección y que pondrá la mira en el 2020.
El hecho de que Leonel no se oponga a una reforma constitucional que haga posible la reelección requiere mucho más que eso, empezando por la voluntad de Danilo para poner en marcha la maquinaria política que requeriría un propósito de esa magnitud.
Motorizar una reelección no es tarea que se logre de la noche a la mañana, así sea el caso de que a nivel de opinión pública no haya mucha resistencia de parte de los grupos más fanatizados de la prensa que ven esa alternativa como “la única posibilidad” de parar el retorno de Leonel...
Se requeriría tal “mercadología”-- nunca mejor dicho--, que ni siquiera el propio Danilo es capaz de imaginar.
Pero mientras tanto...
Leonel Fernández fue el pasado martes a un acto de proclamación de su candidatura organizado por grupos externos al PLD. Cinco días antes se había dado “un baño de masas” en la zona oriental de la ciudad donde también se le aclamó como candidato.
Ni uno ni otro de esos actos tiene la inocencia que le quiso dar el propio ex presidente al decir simplemente que “los vientos se escuchan soplar”.
¿Cuáles vientos escucha él soplar? Por supuesto que los suyos, los que lo conducen a la candidatura presidencial peledeista del 2016... Aunque los otros vientos, los que soplan por la Doctor Báez, tampoco les son ajenos porque los trilló en 2008 con muy buenos resultados.
Leonel está en la calle y rápidamente ha recuperado el apoyo de sectores internos a su partido que se mostraban indiferentes o coqueteaban con otros aspirantes. De eso pueden dar fe Reinaldo Pared y Francisco Javier.
El peso del poder...
Algunos fanáticos subestiman todavía la influencia electoral de Leonel Fernández después de la campaña que se montó en su contra una vez salió del poder en agosto de 2012.
El tiempo ha pasado lento para él... Pero muy de prisa para los que llegaron entonces al gobierno...
“Porque ningún tiempo pasa tan rápido como los cuatro años de un gobierno medido por la democracia”.
Con el paso de los meses Leonel ha iniciado el camino del regreso... Pero sabe que ese camino está lleno de abrojos, de celadas, de acechanzas sobre las que tiene que estar muy atento para que no lo derriben antes de cruzar la meta.
Tiene conciencia de que-- como dice su principal detractor--, “sólo la reelección de Danilo puede detenerlo...”
Y él a eso no se opone. No está dispuesto a quemarse arrebatando una antorcha ajena
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