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jueves, mayo 29, 2014

Lo que quiso decir Hipólito

Orlando Gil
orlandogil@claro.net.do/@orlandogildice
EL ESCRITOR.-  En la política de estos días el escritor de discursos es un elemento importante en el equipo de un candidato, pero para serlo debe conocer los humores del individuo y en detalles su estrategia. Ese, al parecer, no es el caso de la persona que piensa y escribe lo que lee Hipólito Mejía. No invento, prueba al canto. En su alocución de la semana pasada, al inicio de su comparecencia ante el Grupo Corripio, Mejía hizo consideraciones sobre la situación social, política y económica del país, aunque lo que se esperaba era que dijera si sería o no candidato. Como si se tratara de un operativo Swat, tiró una bomba de humo y salió por una ventana y no por la puerta principal.
Dejó su decisión en manos de la circunstancia y las mayorías. Como si jugara con niños y la audiencia no tuviera inteligencia suficiente para conocer al cojo sentado y al ciego durmiendo. Solo los seguidores de Luis Abinader se equivocaron, y no les quedó de otra que dejar sin efecto la celebración...
MARTES.- Sin embargo, y es lo interesante, el discurso que Hipólito Mejía debió haber pronunciado el miércoles de la semana pasada, aprovechando las facilidades del Grupo Corripio, lo dijo de boca este martes al visitar al embajador de Israel. Mejía habló con los periodistas como acostumbra hacerlo, sin papel y de manera repentina, y sorprendiendo a los reporteros que no esperaban que fuera tan jugoso. No obstante, intrigan algunos aspectos. ¿Cómo es que la visita a un amigo convocó tanta prensa, si de por medio no había nada extraordinario? ¿De quién era el interés, de los periodistas o del expresidente? De los periodistas siempre, pues con Mejía, si no hay noticia, hay gozo, y en estos días cualquier relajo es un desahogo oportuno. Pero parece que Mejía tenía interés en decir lo que dijo después de la comparecencia de Luis Abinader en Diario Libre y la reacción de Héctor Guzmán. Nadie lo advierte, pero no es la primera vez que Mejía habla después de Guzmán, sin desautorizarlo, pero dando la sensación de que no fue suficiente. De que se hacía necesario ser más concluyente...
EL PARTIDO.- Hipólito Mejía con sus propias palabras, y no escritas por nadie, puso de lado o aclaró todas las conjeturas que menudeaban en el ambiente político sobre la que sería la organización base de La Convergencia. No será la Alianza Social Dominicana, cuya propiedad se atribuye a la familia Abinader, ni el Partido Demócrata Institucional de Ismael Cruz Reyes. Lo será el grupo del PRD Mayoritario convertido en partido. Cómo se tomó esa decisión nadie lo sabe, y es posible que nunca se sepa, pues desde hace meses se va y se viene, se dice una cosa y la contraria, sin definir lo que debió haber sido el punto más importante, estratégicamente hablando. Ahora podrá hablarse de división, pues del vientre del PRD surgirá otro partido, como sucedió con el PLD, con el PRI, con el PRSD, y sin considerar antecedentes más viejos. El anuncio da cuenta de una salida, y podría serlo, solo que desesperada...
BRUSCA.- ¿No se tenía decidido todavía la semana pasada hacer del PRD Mayoritario un partido, o por qué se descartó la Alianza Social Dominicana, o no se consideró el PDI? Las preguntas, como siempre, primero que las respuestas. Y aunque se venían trabajando muchas ideas, la información dada por Hipólito Mejía, por brusca, luce temeraria. Así no se forman los partidos, y menos aquellos que tengan vocación inmediata de poder, con una consulta a la vista como la del 2016. Lo que dijo Mejía fue que “tenemos todas las firmas de los que estamos en el PRD mayoritario y la vamos a pasar a un padrón, le ponemos un nombre, y ya ese será el partido”. A la Junta Central Electoral que se
Orlando Gil
prepare, ya que si difícil es peinar pelo crespo, mucho más bandearse ante un desafuero que no tiene pie ni pisada. Ese problema va para allá, y allá tendrán que arreglarlo, puesto que cualquier resistencia o atraso, y no se diga rechazo, será denunciado como malsano. La semana pasada Mejía le puso banderillas al organismo, de manera que con terror de por medio, no le queda más que oficializar lo que lleven...

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