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Leonel Fernández y Danilo Medina, tienen el compromiso de mantener unido y en el poder al Partido de la Liberación Dominicana. |
Fernández no tendría argumentos para oponerse a una eventual reelección,
porque ha mantenido el criterio de que los presidentes deben tener
opción a un segundo mandato
Por Cesar Medina.
Leonel Fernández no dijo nada nuevo en el escenario juvenil del hotel
Embajador el pasado domingo cuando se refirió a la antorcha del relevo
del poder-- que no del liderazgo peledeista--, para revalidar un
criterio que sustentó en 2008 cuando Danilo Medina le regateó el derecho
a la nominación de su partido para reelegirse por otros cuatro años.
“La
antorcha no se arrebata, se pasa... Y se pasa en el momento oportuno
para que no te queme”. Eso fue lo que dijo Leonel aquella vez en obvia
alusión a su compañero Danilo Medina que le disputó la candidatura en
las primarias internas del PLD.
De acuerdo a esa lógica, si Danilo
decidiera repostularse en el dieciséis él, Leonel, no intentaría
“arrebatarle la antorcha” y en cambio le apoyaría para aguardar a que
Danilo se la pase cuatro años más tarde, justo lo que ocurrió en el
sentido inverso.
Es este el escenario proyectado por La Tecla en
dos entregas anteriores sobre la eventualidad de que aprovechando su
gran popularidad Danilo Medina decida continuar en el poder más allá de
la actual legislatura y requiera el apoyo de su partido para modificar
la Constitución.
En 2008 Leonel no tuvo que propiciar una reforma
constitucional para hacer posible su reelección porque entonces
prevalecía la Constitución del 2003-- modificada por Hipólito Mejía en
su fracasado intento de quedarse en el poder--, que permitía a los
presidentes una reelección seguida sin posibilidad de volver jamás a
postularse.
El único impedimento de entonces para un presidente
peledeista era de carácter ético, pero el pragmatismo político se impuso
a ese principio intangible, y Leonel derrotó a Danilo en la contienda
interna y fue reelegido en mayo de 2008 con más del 53 por ciento de los
votos frente a Miguel Vargas Maldonado, que obtuvo el 43 por ciento
como abanderado del PRD.
La Constitución de 2010, propiciada por
Leonel desde el poder, prohíbe taxativamente la reelección presidencial,
pero hay quienes interpretan que deja una brecha mediante una ley de
Referéndum para consultar al pueblo si desea o no la reelección de un
presidente en ejercicio. Otros tratadistas constitucionales consideran
que la reelección sólo puede ser posible mediante una modificación
constitucional.
Modificación contsitucional
Una modificación constitucional requiere la aprobación de dos terceras partes en ambas cámaras. El PLD no tiene esa mayoría, aunque en el Senado todos menos uno, Amable Aristy Castro, son peledeistas. La composición de la Cámara de Diputados es distinta, pero el peledeismo también tiene mayoría.
Una modificación constitucional requiere la aprobación de dos terceras partes en ambas cámaras. El PLD no tiene esa mayoría, aunque en el Senado todos menos uno, Amable Aristy Castro, son peledeistas. La composición de la Cámara de Diputados es distinta, pero el peledeismo también tiene mayoría.
Para completar la dos terceras partes
necesarias para modificar la Constitución el PLD en su totalidad tendría
que apoyarla, y eso sólo lo logra un acuerdo entre Leonel y Danilo que
unifique la posición de los legisladores oficialistas, además de que en
la Cámara Baja tienen que sumar a los reformistas y por lo menos al
grupo de 15 diputados que apoyan a Hipólito Mejía.
Si además de
éstos faltaran algunos votos, bastaría preguntarle a Hipólito cómo logró
que en 2003 votaran por la modificación constitucional once
legisladores peledeistas que desoyeron la decisión de su partido. Claro,
fueron expulsados pero hay quienes dicen que se marcharon del PLD con
las arcas llenas.
El presidente Medina se ha mantenido al margen
del esfuerzo que se hace sobre la eventualidad de su reelección, pero la
resistencia es cada vez menor en la medida en que se van sumando cada
día figuras importantes de su proyecto político y en particular
dirigentes del interior en permanente contacto con las bases del
partido.
En la región Este ya no se disimulan los aprestos
reeleccionistas. Los principales líderes peledeistas de El Seibo y Hato
Mayor le han planteado directamente al Presidente que tome una decisión
en tal sentido o que por lo menos los autorice a trabajar con ese
propósito.
Danilo les ha dicho que es prematuro para emprender tal
tarea, pero ha morigerado el radicalismo de su actitud negativa sobre
la reelección y ya se muestra abierto por lo menos a esperar que los
acontecimientos sigan marcando el rumbo de su proyecto político.
Los argumentos de Fernández
Leonel no tendría argumentos para oponerse a una eventual reelección de Danilo. Porque ha mantenido el criterio de que los presidentes en ejercicio deben tener la opción de un segundo período seguido. Más aún, comparte la idea de que además de agotar dos períodos continuados, un presidente que haya hecho un buen gobierno debería volver a postularse dejando un período de por medio.
Leonel no tendría argumentos para oponerse a una eventual reelección de Danilo. Porque ha mantenido el criterio de que los presidentes en ejercicio deben tener la opción de un segundo período seguido. Más aún, comparte la idea de que además de agotar dos períodos continuados, un presidente que haya hecho un buen gobierno debería volver a postularse dejando un período de por medio.
Ese sería justo su caso después
de haber agotado dos períodos entre 2004 y 2012 con el período de Danilo
de por medio. La diferencia es que él había agotado antes otro período
de gobierno, entre 1996 y 2000.
Esta vez, de mantenerse fiel al
criterio de que la antorcha no se arrebata, la lógica tendría que
conducir al expresidente a apoyar una reforma constitucional que elimine
la prohibición de la reelección.
Proyectando su liderazgo a los
próximos seis años, Leonel podría incluso alegar ante sus seguidores más
fanatizados que estaría impulsando una fórmula que a la larga vendría
en su provecho, manteniendo su apego al criterio de que los presidentes
no deben modificar la Constitución para provecho propio.
Esta vez
se le pinta la oportunidad para alegar que no sería él quien se
beneficie de esa reforma constitucional sino que más bien le perjudica
por cuanto tendría que sacrificar su aspiración de volver en el
dieciséis.
A la larga, sin embargo, operaría en su provecho porque
en seis años se recompone completamente su imagen-- deteriorada al
salir del poder por una campaña de acoso y derribo--, y no se
encontraría de frente con Danilo, impedido de volver por un tercer
período.
Esa vez, Leonel regresaría por dos períodos, sin ningún
impedimento de por medio... A menos que las circunstancias precipiten
acontecimientos impredecibles al día de hoy.
En el 2020, cuando el
escenario electoral esté ampliamente a favor de Leonel Fernández, éste
tendrá sólo 66 años de edad, en plenitud de su vida biológica.
Para
entonces Danilo Medina habría agotado dos períodos sin posibilidad de
reelegirse. En las elecciones del dieciséis tiene la posibilidad de
imponerse sin mayor dificultad, tomando en cuenta que al cumplir los dos
primeros años en la Presidencia mantiene una aceptación sobre el 80 por
ciento de la población y según una encuesta reciente, el 76 por ciento
de los dominicanos quiere que siga gobernando al término de este
período.
LOS DEMÁS PRECANDIDATOS
Las encuestas publicadas esta misma semana no proyectan buenos augurios a los demás aspirantes a la candidatura presidencial del PLD. Fuera de Danilo y Leonel, los precandidatos que logran alguna puntuación son Francisco Javier García y Reinaldo Pared, con un tres por ciento de aceptación.
LOS DEMÁS PRECANDIDATOS
Las encuestas publicadas esta misma semana no proyectan buenos augurios a los demás aspirantes a la candidatura presidencial del PLD. Fuera de Danilo y Leonel, los precandidatos que logran alguna puntuación son Francisco Javier García y Reinaldo Pared, con un tres por ciento de aceptación.
Radhamés Segura y Temístocles Montás no llegan al uno
por ciento, y Francisco Domínguez Brito ni siquiera aparece en las
encuestas.
A Reinaldo Pared se le atribuye cercanía al presidente
Medina, pero las encuestas lo que demuestran es que las simpatías
electorales no son endosables.
Es obvio que Francisco Javier es el favorito después de Danilo y Leonel.
Montás, en cambio, pretende construir su candidatura sobre
los escombros de Leonel, pero mientras Leonel crece en la aceptación de
la gente, Temo ni siquiera llega al uno por ciento.
Algunos resabios…
Es obvio que algunos sectores minoritarios del PLD se expresen radicalmente opuestos a una reforma constitucional que permita la reelección de Danilo. La mayoría son leonelistas disgustados con el Presidente o con algunos funcionarios del gobierno que se han sentido maltratados, abandonados o ignorados por la actual administración.
Es obvio que algunos sectores minoritarios del PLD se expresen radicalmente opuestos a una reforma constitucional que permita la reelección de Danilo. La mayoría son leonelistas disgustados con el Presidente o con algunos funcionarios del gobierno que se han sentido maltratados, abandonados o ignorados por la actual administración.
Argumentan que hicieron un gran esfuerzo en la campaña
para hacer posible el triunfo de su partido y una vez que el danilismo
llegó al poder “se ha impuesto el sectarismo y la discriminación” que
propician algunos altos cargos.
Es una resistencia emocional que puede vencer la voluntad
política de Leonel siempre que se lo proponga porque con contadas
excepciones se trata de dirigentes peledeistas que estuvieron muy cerca
de él en sus últimos gobiernos.
Incluso, algunos estuvieron cerca de Danilo antes de producirse el rompimiento de los dos líderes a finales de 2006.
Danilo y Leonel, en resumen, marchan en este proceso como
siameses políticos que no se pueden separar sin riesgo fatal… Uno
depende del otro para mantener vigencia en los próximos dos procesos
electorales.
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