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Durante la Asamblea de la OEA en que se conoció la sentencia 168/13 del TC, el país solicitó la visita “in loco” que inicia esta semana la Comisión Internamericana de Derechos Humanos |
Esa Comisión emitió juicios que descalifican una observación imparcial
cuando condenó a priori la sentencia 168/13 del TC y la juzgó como
violatoria de los derechos humanos, "porque despoja de la nacionalidad
dominicana a decenas de miles de personas"
César Medina
La “visita in loco” que hace desde mañana al
país la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) —cuyos
resultados no son vinculantes al Estado Dominicano y ni siquiera al
organismo multilateral que la dispone, en este caso la OEA— cuestiona
seriamente aspectos de soberanía siempre innegociables por los estados
miembros.
De entrada, este procedimiento pone bajo seria sospecha
el respeto a los derechos humanos, y por sus graves implicaciones
políticas la mayoría de los países se niegan a conceder autorización—
hacer una invitación, que es el eufemismo técnico— para semejante
experticia foránea, una condición imprescindible para hacerla posible.
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Danilo Medina |
Más
aún porque esa comisión emitió juicios que descalifican una observación
imparcial cuando condenó a priori la sentencia 168/13 del Tribunal
Constitucional y la juzgó como violatoria de los derechos humanos
“porque despoja de la nacionalidad dominicana a decenas de miles de
personas” nacidas en el territorio nacional.
El equipo que inicia
mañana sus pesquisas lo componen los nueve integrantes de la Comisión,
más el
personal de apoyo secretarial, relatores, testigos y
observadores. Entre sus principales actividades tienen programada una
conferencia de prensa el próximo viernes para anunciar sus hallazgos.
Será a las 11:00 de la mañana, en el hotel Crowne Plaza.
Es la
única actividad de su programación que desde hace semanas tenía
preestablecido lugar, día y hora… todo bajo riguroso cronómetro. Lo que
dirán ahí pudiera adelantarse desde ahora.
Integrantes y programa…
La delegación que llegó al país este fin de semana la integran el presidente de la CIDH, José de Jesús Orozco Henríquez; las vicepresidentas Tracy Robinson y Rosa María Ortiz; los comisionados Felipe González, Dinah Shel- ton y Rose Marie Antoine, y los secretarios Emilio Álvarez Icaza Longoria, Elizabeth Abi Mershed; la relatora Catalina Botero, y personal de apoyo secretarial.
La delegación que llegó al país este fin de semana la integran el presidente de la CIDH, José de Jesús Orozco Henríquez; las vicepresidentas Tracy Robinson y Rosa María Ortiz; los comisionados Felipe González, Dinah Shel- ton y Rose Marie Antoine, y los secretarios Emilio Álvarez Icaza Longoria, Elizabeth Abi Mershed; la relatora Catalina Botero, y personal de apoyo secretarial.
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Michel Martelly |
En su primera
declaración a la prensa mucho antes de su llegada al país, la CIDH dice
que el motivo de su visita es “analizar la situación de los derechos
humanos en República Dominicana en lo relativo a los derechos a la
nacionalidad, la identidad, la igualdad, la no discriminación, así como
otros derechos y problemáticas relacionadas”.
También adelanta que
la comisión se entrevistará con funcionarios oficiales “de los tres
poderes del Estado” y con representantes de sectores de la sociedad
civil tanto en la capital como en provincias del interior “con el
interés de conocer con mayor profundidad los desafíos y avances en
materia de derechos humanos y de recibir denuncias”.
La CIDH
establecerá su sede en la capital dominicana a partir de mañana lunes
hasta el próximo jueves, en horario de 9:00 de la mañana a 7:00 de la
tarde.
El miércoles la comisión se propone “recibir denuncias”
—así lo específica el programa, no hacer investigaciones— en las
provincias de Dajabón, Valverde, San Pedro de Macorís y La Romana.
Origen de esta “visita” a la RD La
sentencia 168/13 del Constitucional se produjo el 23 de septiembre. Una semana
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José Miguel Insulza |
después, Haití inició un lobbismo silencioso a
nivel diplomático que minó la imagen del país y en cuestión de días
provocó un aluvión de protestas y condenas de personalidades y
organismos internacionales.
Una de las primeras voces críticas
surgió precisamente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos al
señalar— aún sin conocimiento de causa porque la sentencia no se había
hecho pública— que se trataba de una “flagrante violación a la
Convención Americana sobre Derechos Humanos”.
En esta situación
viajó a Washington una comisión del más alto nivel del gobierno y expuso
en la Asamblea de la OEA la posición dominicana y los alcances de la
sentencia, reiterando que se trata de aplicar un plan nacional de
regularización de la inmigración extranjera pendiente desde hacía muchos
años. Además, insistió en que la sentencia del Constitucional tiene
carácter irreversible.
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José de Jesús Orozco Rodríguez |
Previo a la Asamblea de la OEA, la comisión
encabezada por el ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, fue
recibida en audiencia privada por el secretario general del organismos
multilateral, el chileno José Miguel Insulza, y fue en ese escenario
donde se le pidió al gobierno que solicitara la “visita in loco” de la
CIDH.
El propósito era, según la argumentación de Insulza,
reafirmar la buena voluntad del gobierno dominicano y demostrar la
falsedad de la denuncia haitiana. La comisión, sin embargo, viene
prejuiciada “a confirmar la denuncia de Haití…”.
Los funcionarios
dominicanos tenían la opción de rechazar la propuesta de Insulza. La
mayoría de los países lo hacen cuando estiman que se trata de una
injerencia en sus asuntos internos si los temas cuestionan su soberanía,
como es el caso de la sentencia 168 del TC.
La prudencia del momento, no obstante, recomendaba aceptar la visita de la CIDH sin mayores cuestionamientos.
Fue justo lo que hicieron Montalvo y los demás comisionados del Presidente Danilo Medina una vez hechas las consultas de rigor.
Una “invitación coercitiva”
La “invitación” a la comisión de la CIDH fue casi forzada por Insulza, quien desde un principio dio
La “invitación” a la comisión de la CIDH fue casi forzada por Insulza, quien desde un principio dio
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Gustavo Montalvo |
muestras de su apoyo a los intereses
haitianos. Sus declaraciones imprudentes tuvieron que ser corregidas
luego admitiendo que no había leído la sentencia del Tribunal
Constitucional. La realidad de todo esto es que ese órgano no tiene
competencia para actuar en el país.
En abril de este mismo año la
OEA emitió “el documento básico en materia de derechos humanos en el
sistema interamericano de justicia”, donde se consigna que la República
Dominicana no ha aceptado la competencia de la Corte Interamericana de
los Derechos Humanos.
Por tanto, cualquier decisión u opinión que
emitan esos comisionados no es institucionalmente vinculante con la
República Dominicana y consecuentemente el Estado no está obligado a
aceptar sus sugerencias y menos sus decisiones.
A lo sumo, las
conclusiones a que puedan arribar esos “visitantes in loco” de la CIDH
servirían tal vez para engrosar los voluminosos archivos —la mayoría
pendientes de digitalización— de un organismo devenido en infuncional y
obsoleto cuyo peso carece de significación en la diplomacia
internacional.
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Rafael Correa |
CUESTIÓN DE PROCEDIMIENTO
Uno
de los objetivos de la “visita in loco” es determinar la veracidad de
una denuncia fundamentalmente si es violatoria de los derechos humanos, y
constituye un mecanismo generalmente utilizado por los orga-nismos
internacionales como la ONU y la OEA. Tiene que hacerse siempre con la
anuencia del país afectado con la denuncia.
Cualquier país tiene
la facultad de negarse a tal fiscalización siempre y cuando la considere
improcedente y violatoria de su soberanía.
El Presidente de
Ecuador, Rafael Correa, denunció a la CIDH el año pasado por vicios de
imparcialidad acusándola de interferir en los asuntos internos de su
país. Correa solicitó “cambios profundos” en la composición de la CIDH y
advirtió que esperará hasta el próximo año 2014 y si para entonces esa
transformación no se ha producido su país abandonará la OEA.
Esta
es la “visita in loco” número 79 que hace la CIDH a diversos países del
hemisferio desde que fue establecida hace más de medio siglo. Es la
quinta a la República Dominicana, la primera de ellas a raíz de la
muerte del dictador Trujillo.
Once de esas “visitas” han sido a
Haití, todas por denuncias de violaciones a los derechos humanos
confirmadas en el terreno… Y Nada ha pasado nunca después de los
informes de la CIDH.
Igual en Guatemala, donde se han hecho diez “visitas in loco”. Le sigue Perú, con cuatro en las últimas décadas.
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