En la primera vuelta del domingo 17 de noviembre, Michelle Bachelet obtuvo un 46,67% de los votos y Evelyn Matthei un 25,01%. |
Aunque Michelle Bachelet no logró quedarse con la
presidencia de Chile en la primera vuelta de las elecciones del domingo,
las cifras son contundentes.
Chile.BBC Mundo;-Bachelet obtuvo un 46,67% de los votos versus un
25,01% de la candidata del oficialismo, Evelyn Matthei, quien obtuvo la
segunda mayoría. Son casi 22 puntos de diferencia.
Como Chile tiene un sistema de
mayoría absoluta -es decir, gana el candidato que obtiene la mitad de
los votos-, ambas mujeres deberán enfrentarse en una segunda vuelta que
se llevará a cabo el próximo 15 de diciembre.
En el país sudamericano todos coinciden en que es prácticamente imposible que Matthei pueda imponerse.
Entonces, ¿valen la pena el esfuerzo y los millonarios costos implicados en la segunda vuelta?
El modelo argentino
Si la elección hubiese, por ejemplo, sido en Argentina, ya habría presidenta.
Los chilenos eligieron entre nueve candidatos el domingo pasado. Cinco de ellos sacaron menos de 3% de votos. |
El vecino de Chile cuenta con un sistema mixto
de balotaje, que exime de la segunda vuelta a casos donde el candidato
con la primera mayoría obtiene más del 45%, o más del 40% con una
diferencia mayor al 10% con su contendor más cercano.
Mecanismos similares tienen otros países de la región, como Ecuador, Nicaragua y Costa Rica.
Pero la fórmula de mayoría absoluta utilizada por Chile no es la excepción, sino más bien la regla en América Latina.
"No cabe la menor duda de que el tema de la
conveniencia de mantener el sistema de segunda vuelta va a ser sujeto de
largas discusiones", le dice a BBC Mundo Gustavo Martínez, profesor de
Ciencia Política y experto en análisis electoral.
"Un sistema como el de Argentina, en este sentido, me parece bien"
Gustavo Martínez, experto electoral
Según Martínez, si hay una diferencia importante
entre las dos primeras opciones en una primera vuelta, donde el primer
candidato pase con más de un 40% y con una diferencia "considerable" de
por ejemplo 15 puntos con el segundo, entonces eliminar la segunda
vuelta "es conveniente".
"Un sistema como el de Argentina, en este
sentido, me parece bien", coincide Joaquín Fermandois, historiador,
columnista y académico chileno.
Pero no todos están de acuerdo.
El politólogo y académico chileno Patricio Navia reconoce que el sistema no es perfecto, pero asegura que ninguno lo es.
Y si "it's not broken, don’t fix it" (si no está roto, no lo arregles), comenta.
"No creo que sea el mejor, pero hay que tener un sistema. Y este no me parece mal", le dice Navia a BBC Mundo.
De un universo de 12 millones de electores, sólo cerca del 56% votó en la elección del 17 de noviembre. |
La esperanza de Matthei
"Para ganar la segunda vuelta Matthei
necesitaría que nueve de cada diez electores que apoyaron alguna de las
siete candidaturas alternativas que hubo en la primera vuelta votaran
por ella, lo que es a todas luces improbable", le explica a BBC Mundo
Álvaro Elizalde, vocero del comando de Michelle Bachelet.
Sin embargo, el equipo de Evelyn Matthei no pierde las esperanzas.
"(Ganar la segunda vuelta) es un desafío enorme y
una tarea titánica, pero no imposible", le dice a BBC Mundo Felipe
Morandé, exministro del gobierno de Sebastián Piñera y jefe programático
de la campaña de Matthei.
Y hay un factor que, según él, podría ayudar en esta tarea.
La abstención en los comicios del domingo -los
primeros presidenciales en que rigió el sistema de inscripción
automática y voto voluntario promulgado en 2012- (antes en Chile
sufragar era obligatorio y había que inscribirse) fue de casi 44%.
"(Ganar la segunda vuelta) es un desafío enorme y una tarea titánica, pero no imposible"
Felipe Morandé, jefe programático de la campaña de Matthei
"Hay una masa de personas que se dicen
independientes que son los que deciden las elecciones, ya que son
absolutamente mayoritarios en Chile. Muchos de ellos no fueron a votar
el domingo", explica Morandé.
Sin embargo, tampoco hay ninguna seguridad de que la gente que no fue a votar en primera vuelta lo haga en segunda.
"Si Evelyn Matthei obtiene un 25%, es una
catástrofe; 35% es aún malo. Si saca 40% no queda mal", le dice
Fermandois a BBC Mundo, quien ve un triunfo de Matthei como "muy
difícil".
A pesar de que con un sistema mixto como el
argentino, Michelle Bachelet ya sería presidenta, su comando defiende la
segunda vuelta como "un mecanismo que garantiza que el presidente
electo sea expresión del apoyo mayoritario de los ciudadanos", según
explica Elizalde.
"Si alguien propone un cambio, este podrá
analizarse cuando se discuta una nueva Constitución para Chile, que es
parte del programa de Michelle Bachelet", comenta Elizalde.
El factor histórico
A pesar de haber quedado registrada en la
Constitución que redactó y publicó el gobierno militar de
La necesidad de una segunda vuelta ya se había discutido en 1970, durante la elección de Salvador Allende. |
Augusto
Pinochet, la segunda vuelta es vista en Chile como una herramienta que
consolida el proceso democrático.
"Se había discutido en 1970, durante la elección
de Salvador Allende. Y eso ha quedado instalado", recuerda Joaquín
Fermandois, historiador, columnista y académico chileno.
En la peleada elección, el candidato socialista
ganó con mayoría relativa. Allende sacó el 36,62% de los votos, mientras
su rival de la coalición de derecha, Jorge Alessandri se llevó un
35,27%. El tercer competidor, Radomiro Tomic, de la Democracia
Cristiana, se adjudicó un 28,11%.
"Si hubiera habido segunda vuelta, el voto de
los que perdieron se habría fraccionado y habrían apoyado a Alessandri",
comenta Gustavo Martínez, profesor de Ciencia Política y experto
electoral.
"Yo creo que hubiera ganado Alessandri la segunda vuelta", coincide Fermandois en conversación con BBC Mundo.
"Pero fue la derecha la que no quiso. El
mecanismo se propuso antes de la elección presidencial y la derecha no
aceptó. Yo me recuerdo una declaración de Jorge Alessandri diciendo que
eso era una 'cuchufleta' [broma], porque en ese minuto la derecha daba
seguro el triunfo de Alessandri", recuerda Martínez.
"A la candidatura de Allende tampoco le gustaba, pero no dijo que no", añade Fermandois.
Sin segunda vuelta, el triunfo de Allende debió
ser ratificado por el Congreso. Sin embargo, el presidente fue derrocado
por las Fuerzas Armadas antes de terminar su período, las que
instalaron un gobierno militar de 17 años, liderado por Augusto
Pinochet.
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